Asturias, la perla cantábrica

El Principado de Asturias es un paraíso que ofrece paisajes y actividades para todos los gustos. Poco importa que prefiramos playa o montaña, campo o ciudad. Da igual que dispongamos de un solo fin de semana o nos podamos permitir un año sabático: Asturias es la respuesta.

En un espacio de muy pocos kilómetros podremos disfrutar del sano de turismo de montaña y, en menos de lo que se tarda en leer este artículo, estar pescando o paseando por las playas del Cantábrico –exageramos, pero demasiado-.

Asturias

Antes de ir, sepamos a donde nos dirigimos

Comencemos disfrutando de esta región del Norte español antes de llegar a ella. Unos días antes del viaje leamos sobre su cultura, su mitología –riquísima- y escuchemos, sobrecogidos el son de las gaitas asturianas. Empapémonos de la Historia, cierta o no, de Don Pelayo y sobrecojámonos por anticipado ante la belleza casi sobrehumana de santuario de Covadonga y “La Santina”.

Una vez en Asturias, démonos cuenta de que cuanto hemos leído, visto, oído y aun imaginado se queda muy pequeño ante la realidad. Para ello, una experiencia muy recomendable: ascendamos, caminando y en verano, al puerto de pajares por la parte leonesa –también muy bella, ojo-.

Tocar el cielo tumbados en la hierba

En cuanto hagamos cumbre y veamos el verdor de la vertiente norte, sintamos el aire fresco y, si tenemos suerte, oigamos a través de los altavoces música new age, nos daremos cuenta de que el cielo está a mil trecientos setenta y ocho metros sobre el nivel del mar.

Además de los Picos de Europa, epicentro del atractivo del turismo de rutas y montaña, con sus senderos y sus casas rurales, Asturias está bañada por el Mar Cantábrico, lo que se traduce en playas de aguas frescas y limpias a las que llegan barcos con todo tipo de capturas y en el que desembocan ríos que han bajado muy rápido de las montañas y que son abundantes en truchas e incluso en salmones.

Buenas vistas, buen comer, buena gente

Más que por el placer del baño, las playas asturianas son privilegiadas por el bellísimo entorno natural en el que se enclavan aparte de ser, junto con muelles y acantilados, sitios donde la pesca con caña resulta bastante divertida.

Otro de los puntos fuertes de esta región es la comida: sana, natural, con abundantes legumbres, aunque sin despreciar las carnes y los productos de mar o del río. De hecho, uno de los más conocidos dichos asturianos reza que “con fabes y sidrina nun fai falta gasolina”.

Sí el refrán está en bable, habla que usan o al menos entienden muchos de los asturianos, personas abiertas, simpáticas, sanas y, ante todo, buenas. Si desea comprobarlo, sólo tiene que dejarse caer por Asturias… Ya.