Mini escapadas

Dentro de poco estaremos a las puertas de la Semana Santa, cuando, si podemos, nos escaparemos del bullicio de la capital, del ajetreo del trabajo y de las prisas. En este post de daremos algunas ideas donde podrás relajarte aunque sea un poquito.

En Baeza, provincia de Jaén, hallarás un hotel de tres estrellas que te ofrecerá su encanto rural. Está ubicado en una casa de campo muy antigua, exactamente del siglo XVII (por supuesto renovada), tiene 28 habitaciones y un maravilloso circuito termal con Spa, sauna, piscina, etc. Posee una perfecta oferta gastronómica, su nombre: Hotel Hacienda La Laguna.

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En Calafell, provincia de Tarragona en la Costa Dorada, podrás encontrar un hotel de tres estrellas en primera línea de playa, donde podrás despertarte con el arrullo del mar, ya que sus 39 habitaciones posan sus vistas en él. Su restaurante destaca por su magnífica comida mediterránea moderna con una carta variada y muy amplia, su nombre: Hotel Kursaal.

En cualquier ricón de España

En Medina Sidonia, provincia de Cádiz, podrás encontrar un hotel de tres estrellas en pleno parque regional ofreciéndote un circuito termal con bañera de hidromasaje, cromoterapia, duchas de esencia, o un masaje relajante, donde podrás ir al paraíso sin moverte de la camilla.  Este hotel con sus 39 habitaciones te dará el confort y la escapada que necesitas y también, si lo deseas, podrás conocer el conjunto histórico y artístico de la ciudad de Cádiz, su nombre: Asur Hotel Al Medina Wellness.

En Alcalá de la Selva, provincia de Teruel se encuentra un hotel de tres estrellas, este pequeño hotel rural con más de un siglo tiene 29 habitaciones con una decoración exquisitamente medieval, tiene piscina climatizada, sauna, jacuzzi y está en uno de los paisajes más hermosos de la Sierra de Gudar, donde  la naturaleza está en cualquier rincón. Su nombre: Hotel La Vega.

En la montaña y en la playa

En Gandía, provincia de Valencia podrás encontrar un hotel de tres estrellas con sus 76 habitaciones, todas con vistas al mar y al puerto deportivo. La ubicación de este hotel está en una de las zonas más comerciales de Gandía y con la playa a solo 5 minutos a pie.  Este hotel tiene una decoración alegre y espontánea con suelos de baldosas y mobiliario de madera. se llama Hotel San Luis.

Espero que estas cuatro opciones sean de tu agrado y sólo piensa en que vas a relajarte y descansar. Semana Santa son pocos días, con que escoge bien dónde quieres pasarlos.

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (III)

Terminábamos el segundo artículo de esta serie prometiendo rendir visita a tres ciudades injustamente obviadas como destino turístico de primer nivel. También decíamos que una de ellas es española. Pero, si no haces trampas y lees el artículo por el orden en el que está escrito, la mencionamos la última.

Sí: algo de televisivo tiene este escrito, que te anuncia que lo mejor está al final del programa. Para que te lo tragues enterito, vamos. Sólo que, a diferencia de la televisión, este articulo puedes empezar a leerlo por donde más te convenga, de modo que hemos pensado que lo mejor que podemos hacer es convertir cualquiera de sus líneas en interesante. Haz la maleta, que nos vamos de viaje.

 Museum for contemporary Art : Helsinki, Finland
Museo de arte contemporáneo, en Helsinki

Y el primer lugar que mencionamos en este post, de los injustamente dados de lado en las guías turísticas, es la capital de país situada más al Norte de Europa. Como bien sabías, Helsinki, capital –de nuevo, lo sabías- de Finlandia.

 

Del frío, al exotismo asiático

De Helsinki cabe destacar… casi todo, pero nos vamos a quedar con los casi sobrenaturales paisajes bálticos y la célebre fortaleza de Suomenlinna. Como curiosidad diremos que en la cuidad se encuentra el único hotel de una habitación del mundo. Podemos ver también construcciones de art nouveau y restaurantes de los años 30 en unas calles impolutas iluminadas, en verano, por el sol de medianoche.

紅葉 autumn colors
Takayama

Viajamos ahora hasta el exótico Japón, donde se encuentra la población de Takayama. Es el sitio perfecto para, más que observar, sentir la tradición y la cultura niponas. Podemos, por ejemplo, pasear por sus mercadillos o entrar en una destilería de sake. Y, en cuanto contemplemos la campiña de Shirakawa-go, creeremos estar frente a la encarnación del Nihonga -pintura tradicional japonesa-.

Por fin en casa

Ya. De vuelta en España, a ver cuál es esa ciudad que los turoperadores se empeñan en olvidar. Se trata de Jerez de la Frontera. Es conocida en el mundo entero por el licor que lleva su nombre, sus sobrecogedoras iglesias y, cómo no: como ciudad gaditana que es, por su escena flamenca.

Jerez de la Frontera - Arquitectura
Jerez de la Frontera

 

Pero la mayoría de los turistas optan por Sevilla para disfrutar de entretenimientos parecidos, olvidando que una tarde en las bodegas jerezanas es un recuerdo imborrable; que el cante es una actividad cotidiana, aún a día de hoy en sus calles; que la equitación sigue siendo un arte. Y que, el mundo es mucho más grande e interesante de lo que muestran las guías turísticas.

 

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (II)

Hace unos días te hablaba de que comenzaba una serie sobre diez destinos que los turoperadores y los turistas que se guían exclusivamente por ellos parecen no tener demasiado en cuenta. Entonces te hablaba de Trieste, Arras, Gujarat y Chongquing y de lo que nos estamos perdiendo por seguir siempre a los guías de los viajes organizados.

Vamos a por el segundo de estos tres artículos: en esta ocasión comenzaremos en Escocia. Más concretamente en la deliciosa ciudad de Aberdeen. En otra ocasión visitaremos este país, que es infinitamente más que kilts, gaitas y Nessie. Pero hoy nos detenemos sólo en la bellísima Aberdeen.

Utrecht, Oudegracht

La joya indiscutible de esta ciudad que parece construida sólo de granito es su universidad, dentro de cuyas instalaciones destaca el King’s College, datado en el siglo XV. Tampoco podemos perdernos una playa digna del objetivo del fotógrafo más exigente o un pueblecito cercano, Footdee, que parece el escenario en el que Tolkien imaginaría El Señor de los Anillos. Por cierto, como anécdota: el castillo de Dunottar, con su sobrecogedor acantilado, fue el escenario del “Hamlet” de Franco Zeffirelli.

Un viaje al país de los tulipanes

Cambiamos de ciudad y de país: nos vamos a Holanda, más concretamente a Utrecht, eclipsada como destino turístico por la todopoderosa Ámsterdam. Vale la pena dedicarle, más que una horas, unos días a esta ciudad rebosante de arte y de Historia. Si así lo haces, no dejes de disfrutar del canal medieval que circunda al casco urbano; de su zona portuaria que bulle continuamente de actividad; y del delicioso ambiente de sus cafés bohemios.

Ahora, no sólo cambiamos de cuidad y de país, sino que también lo hacemos de continente. Porque, por muy europeizado que esté, Marruecos sigue siendo parte de África. Y allí, entre las joyas del reino alauita, una que no acabo de entender por qué no se tiene más en cuenta.

La paz y la belleza de Meknés

La ciudad imperial de Meknés puede competir en atractivo y, en muchos aspectos, superar al de otras tan renombradas como Fez y Marrakech. Es más, según lo que busquemos en nuestros días o semanas de asueto, esta población puede ganarle por mucho a las otras, gracias a la sensación de tranquilidad de que ofrecen la mayor parte de sus calles.

Y no sólo por la calma y el relax que en ella se respira es atractiva Meknés: podemos visitar cincuenta palacios, recorrer más de cuarenta y cinco kilómetros de muralla y contemplar las ruinas romanas de Volubilis.

En el capítulo que cierra esta serie, visitaremos otras tres ciudades injustamente condenadas al ostracismo turístico. Una de ellas, española… ¿Cuál será?…

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (I)

Existen lugares, ciudades, regiones de belleza y riqueza cultural incalculable que, sin embargo, por el motivo que sea, no reciben la atención y, con ella, las visitas que se merecen. Comenzamos aquí un miniserie de tres artículos en los que vamos a hablar de diez de estos destinos que no van a hacer ricas a las agencias de viajes, aunque deberían.

El primero de los lugares de los que vamos a hablar es Trieste, en Italia. Es tanto lo que el país transalpino ofrece que muchos se olvidan de mirar hacia esta deliciosa ciudad marítima. Fronteriza con Eslovenia, se ha convertido en una maravillosa amalgama cultural.

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (I)

En sus tiempos de esplendor, Trieste fue el puerto más importante del Imperio Austrohúngaro y vivieron en la ciudad personajes de la talla de James Joyce –que empezó aquí su Ulises-. Si nos decidimos a ir, no nos perdamos su paseo marítimo, sus cafés de ambientación vienesa y el maravilloso ambiente de bullicio que caracteriza a las ciudades italianas.

De Europa a Asia

Continuamos viaje y arribamos a Arras, ciudad francesa, a la que quienes saben de esto de viajar recomiendan reservar como poco un día para disfrutar de sus maravillosos edificios de los siglos XVII y XVIII. Tampoco debemos perdernos las vistas desde su famoso campanario ni las dos plazas de estilo flamenco-español. Además si tenemos ocasión, deberíamos visitar parte de los 22 kilómetros de túneles que se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial.

Dispongámonos para unas cuantas horas de avión si queremos llegar a otro destino maravilloso e infravalorado: nos vamos a Gujarat, en la India. Está al noroeste y es uno de los lugares más tranquilos y hospitalarios de su entorno. De todo cuanto podemos disfruta, destaca la Isla de Diu, una antigua colonia  portuguesa que es un verdadero paraíso en la tierra.

Naturaleza, gastronomía y tradición

Además, desde Gujarat podemos viajar a Bhuj o a las salinas de Kutch, donde podemos observar la mayor cantidad de flamencos salvajes que hayamos visto jamás y una curiosa raza de asno salvaje, propio de la región.

Para terminar esta primera entrega, nos quedamos en Asia, más concretamente en la ciudad china de Chongquig. Allí nos vamos a encontrar con los extraordinarios paisajes del río Yangzi, que nos dejarán embobados ante lo bella que puede llagar a ser la Naturaleza. También es célebre la comida de la región, no apta para estómagos delicados o paladares que teman al picante. Es uno de los lugares donde la China del siglo XXI no consigue conquistar a la de milenios atrás.

El Vaticano. Es curioso

Es curioso lo de este país. Se trata del más pequeño del mundo, con 0,493 kilómetros cuadrados (una 44 hectáreas). Es tan pequeño que una sola basílica, la de San Pedro, ocupa el 7% de su superficie, un 20%, si sumamos el área de la plaza del mismo nombre.

Viven en él, oficialmente, 900 personas y, también de manera oficial su tasa de natalidad es cero. Sus decisiones de estado las toma un monarca absoluto elegido por una élite de la que parte no posee la nacionalidad… Y sin embargo es uno de los países más influyentes del planeta.

El Vaticano

La Ciudad del Vaticano está reconocida como estado desde 1929, merced a los Pactos de Letrán y es, como todo el mundo sabe, el centro del catolicismo en todo el Planeta. La Santa Sede.

Explorando algunos “secretos”

Como hoy tenemos el día curioso, vamos a ver algunos detalles que  hacen del Vaticano un estado especial. A pesar de ser el país más pequeño de la Tierra, sus pocos habitantes sólo le confieren el séptimo lugar en cuanto a densidad de población, con 2.118 habitantes por kilómetro cuadrado. Lo superan otras seis ciudades estado –la primera es Macao, con 19.610-.

El nombre de la ciudad proviene de latín: se halla en el Monte Vaticano, cuyo nombre nace a la vez de vaticinium, ya que la colina era la sede de un oráculo etrusco. Por cierto: aunque se hablan varios idiomas, el oficial de este país es el latín.

Sólo siete gobernantes supremos

Más curiosidades –me lo estoy pasando en grande- A pesar de que la Historia nos ha dejado 265 papas hasta ahora (dato discutible, de acuerdo), el país sólo ha tenido, debido a su reciente fundación, siete soberanos.

El ejército del Vaticano es la Guardia Suiza: 100 soldados, 4 oficiales, 23 mandos intermedios, 70 alabarderos, 2 tamborileros y un capellán. Visten un uniforme diseñado en el Renacimiento por Miguel Ángel Buonarrotti  y, además del entrenamiento con armas modernas, están adiestrados en el uso de la espada y la alabarda. Por cierto: son todos varones.

¡Cómo comen en el Vaticano!

En cuanto a su gastronomía, en 2006 se publicó un  libro que recoge recetas como “la Última Cena” o los platos favoritos de algunos papas. Por cierto: ¿sabías que la salsa verde o el baño maría nacieron en las cocinas vaticanas?

Podríamos seguir con –muchos- otros detalles, más curiosidades sobre este microestado que es, al mismo tiempo uno de los más visitados, sea por ocio, sea por devoción. Pero lo que haremos será invitarte a descubrirlo, aunque eso será en otra ocasión. Ya sabes: la paciencia es una virtud.

Viajar es ensanchar el alma

Querido amigo:

Lo tuyo tiene cura. Dices que estás triste porque nada te satisface. Dices que estás frustrado porque el dinero te agobia, porque a los cuarenta aún vives en casa de tus padres y la perspectiva es quedarte en ella hasta que (esperemos que dentro de muchos años) la heredes o, menos probable, encuentres un trabajo que te permita comer algo más que patatas –con pan los domingos-.

Estás harto, y puedo llegar a comprenderlo, del ambiente que te rodea, de que en la tele unos políticos cínicos y falsos como un billete de siete euros digan que todo va a ir muy bien y que dentro de unas semanas a todos nos va a tocar la lotería, nos vamos a querer muchísimo y a darnos besitos. En la boca, claro.

Sin trabajo, sin dinero, sin vida…

Una historia real (desgraciadamente)

¡Basta ya! Te he dicho que lo tuyo tiene cura y te lo voy a demostrar con un ejemplo tan real que lo he vivido en segunda persona (a la primera vamos a cambiarle el nombre y lo llamaremos Antonio, ya que no creo que este compañero mío quiera que revele su nombre real).

Antonio es, como yo, un contador de historias, viajes y vidas, un peón de la segunda profesión más antigua del mundo y la más bonita con diferencia. Que es periodista, quiero decir. Y como periodista que es, tiene un trabajo mal pagado y peor reconocido.

Vivir para ver. Y, para ver, viajar

El caso es que él estaba más o menos en tu situación: sin trabajo, sin dinero y casi sin amor. Al borde de una depresión, vamos. Cuando, en estas, estalló la guerra de Kosovo. Decidió que algo tenía que hacer con su vida, de modo que se subió al avión que más cerca pudiera dejarlo del conflicto y luego se buscó la vida para adentrarse en los puntos más peligrosos, donde poder sacar las mejores fotos y enviar las más crudas crónicas.

Allí descubrió lo poco que vale una vida humana, lo peor del hombre. Y lo mejor de este primate a veces de puro bueno es tan tonto que aparca su instinto de supervivencia para echarle una mano a un niño o a un anciano.

Volver a un mundo que se ve con un prisma diferente

Antonio volvió. De milagro. Pero volvió. Y lo hizo transformado, optimista como pocos al darse cuenta de que lo que aquí damos por supuesto, es una quimera en muchos otros lugares. Por ejemplo, damos por supuesto que nadie nos apunta a través de una mira telescópica por el mero hecho de haber nacido en uno u otro sitio.

Entiéndeme: no te digo que viajes a un país en guerra y te pongas en peligro. Eres mi amigo. Sólo que viajes, que conozcas otros lugares, países en los que muchos venderían su riñón izquierdo por tener la mitad de lo que tú tiras.

Viaja. Conoce. Y ensancha el alma.

La niñez de la Bella Roma: el Foro Romano

Como si hubiéramos arrojado una moneda a la Fontana de Trevi, regresamos a Roma. Tal vez porque en lugar de uno, son dos los óbolos que hemos arrojado al agua y nos hemos enamorado de tan bella dama italiana: la Ciudad Eterna. Y, como enamorados, queremos saber más de ella. Saberlo todo, porque todo nos va a gustar.

Hoy le preguntamos a Roma por su pasado, por su niñez. Y ella nos relata un recuerdo de su infancia: nos habla de sus amigos, de sus creencias, de cómo se divertía y de las noticias y cotilleos que recuerda. Nos habla del Foro Romano.

Foro Romano

Se trata del lugar don de se desarrollaba la vida pública y religiosa de la antigua Roma, de su niñez. Junto con el Coliseo es la mayor muestra que exhibe, orgullosa, de los que fue el Imperio Romano. Roma es así: bella desde siempre y orgullosa de su pasado y de su presente.

El olvido y la vuelta al origen

Pero no todo fueron días de gloria para el Foro, matiza la bellísima italiana. Recuerda que con cierta tristeza el lugar caía en el olvido al finalizar el Imperio y que, aunque ya desde el siglo XVI ya se sabía de él, no fue hasta el XX cuando se realizaron las excavaciones para sacarlo a la luz.

“¡Con lo que costó construirlo! Corpo di Bacco!”, se indigna. Hasta enfadada es arrebatadora. Y no es extraño que se moleste por el abandono de siglos: no fue fácil construir el lugar, ya que antes lo ocupaba una ciénaga que hubo de dragarse mediante la Cloaca Máxima, uno de los primeros sistemas de alcantarillado del mundo.

Tras siglos, el Foro sigue siendo espectacular

El caso es que el fruto de la obra fue espectacular. Aún hoy se conservan varios templos (Venus, Saturno, Vesta, Rómulo… ), por no hablar de otros puntos de interés que Roma menciona, entrecerrando los ojos, entre vanidosa y nostálgica.

La ciudad sonríe al recordar cuando se hablaba latín en la Via Sacra, su calle principal, la que comunicaba la Plaza del Campodoglio y el Coliseo; el arco que se construía para conmemorar la victoria de Tito en Jerusalén así como el que conmemoraba los tres años en trono de Severo Septimio.

Templos y basílicas

Roma se yergue, presumida, cuando habla de la parte mejor conservada del Foro: el templo de Antonino y Faustina, que compara con la ya casi inexistente basílica de Majencio y Constantino… “¿En qué estaba pensando el arquitecto de uno de los edificios más importantes del Foro?”, masculla Roma.

Claro que el enfado se disuelve en orgullo cuando piensa en la columna de Focas, levantada en honor del emperador de Bizancio del mismo nombre y que lleva quince siglos en pie. Y el orgullo alcanza proporciones casi pecaminosas cuando menciona que, en su seno se dada uno de los sistemas políticos más avanzados de la época: en la Curia se reunían los senadores para tomar las decisiones que le afectaban a ella y a su pueblo.

Cuando le comentamos que ir a verla y no visitar su Foro es como ir a París y no ver la Torre Eiffel, Roma nos ensarta con la mirada: “¿París? ¿Quién en esa?”

Madagascar, una estancia en el cielo africano

Si queremos hacernos una idea de cómo puede ser el Paraíso, conozcamos Madagascar. Se trata de la isla más grande del continente africano. Más que Zanzíbar, las Seychelles o Isla Mauricio. Allí vamos a encontrarnos con la Naturaleza. Así, con mayúscula: numerosas especies únicas en el Planeta se refugian aquí.

Con capital en Antananaribo, el país cuenta con unos 18 millones de habitantes. Esta ciudad, en el centro del país, dirige, política y administrativamente, a otras importantes, como Tamatave, en la costa Este; Farafagana, al Sur de ésta; Antisiranana, en el extremo Norte de la isla; Mornondova…

Madagascar

Todas las ciudades malgaches poseen un nexo claro en común: la riqueza y belleza natural de cuanto las rodea. Belleza que hace que el país se vaya abriendo al turismo, merced a unas playas impresionantes, un clima tan benigno como pueda imaginarse y unos paisajes que, depuro bellos, a veces cuesta sostenerles la mirada.

Actividades al aire libre

Una buena idea es alquilar un barco o un yate chárter, o practicar submarinismo, kitesurf, windsurf, senderismo… Lo difícil es no encontrar algo que nos apetezca hacer durante unas vacaciones que van a ser absolutamente inolvidables.

Cierto es que, si hacemos caso del tópico y la frase más repetida en las agencias de viajes, cualquier lugar es único e ideal para pasar las vacaciones. Sólo que en caso de Madagascar es cierto. Hay tanto que ver y tango que hacer que es materialmente imposible que unas vacaciones no sean perfectas en cualquier rincón, en cualquier establecimiento de Madagascar.

Paisajes y cultura

Pero hemos querido destacar, y seguimos queriendo hacerlo, la Naturaleza que nos subyuga en la isla. Sitios como Tsngys de Bemahara, las islas Nosy Be, la reserva de Anja… son algunos de los paraísos dentro del paraíso, con enorme biodiversidad y una fauna y flora que requerirá de todos nuestros sentidos para apreciarlas como se merecen.

Aun así, por mucho que queramos quedarnos en el exuberante paisaje, no podemos obviar la riqueza cultural malgache, en forma de monumentos y edificios la que podríamos denominar como estática” y de actividades culturales pensadas para los nativos y los visitantes, la “dinámica”.

En Madagascar haremos mucho más que disfrutar de unas vacaciones divertidas y activas: en la gran isla sabremos lo que de verdad es disfrutar del ocio en plena naturaleza, sin renunciar a las comodidades de la ciudad.

Sólo quien ha visitado Madagascar sabe que es así. Y quien lo sabe, lo recomienda.

Mónaco Ville, el Mónaco antiguo

En cuanto uno pone los pies en Mónaco, tiene la impresión de que debería estar pagando un dineral por desgastar sus calles con los pies. Afortunadamente, nadie se va a acercarnos a ver cuánto pesamos o lo duras que son nuestras suelas y cobrarnos el desgaste de acera en proporción.

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Buenos Aires

¡Ay, que se me van los pies! Mi Buenos Aires queriiiidooo… Cuando yo te vuelva a ver, no habrá más pena ni olvido (…) ¡Pero qué tangaso, señores! ¡Qué grande y eterno don Carlos Gardel que con su voz y emoción nos pone a bailar un tango hasta a los que tenemos dos pies izquierdos!

El caso es que muchos de los rincones de la capital de Argentina tienen mucho de eso: de la emoción triste de un tango, de la pasión sensual y latina su baile… Del: “Si no sabes, yo te llevo, pero déjate hechizar… Mañana será mañana”…

La capital porteña es una de las más cosmopolitas de Latinoamérica y nudo vital de una nación que ha acogido, tradicionalmente, a muchos inmigrantes. Si nos damos un paseo por ella, descubriremos que lo europeo de su arquitectura hace que determinados edificios nos recuerden a París.

Una ciudad vida

Pero no sólo  en el exterior de las edificaciones se nos vendrá a la memoria la capital francesa: Buenos Aires bulle de vida cultural, con numerosísimos museos, salas de conferencias y exposiciones. Tampoco faltan las galerías de arte, los cines y los teatros, que acogen infinidad de espectáculos nacionales e internacionales del más alto nivel.

De entre todas las salas, nos quedamos con el Colón, uno de los teatros líricos más importantes del Viejo y el Nuevo Mundo. La actividad musical del recinto abarca todos los géneros, incluido, como cabía esperar, el tango (¡Ay! ¡Ay! “Volveeeer… con la frente machita”…).

Meca cultural del planeta

Pasado el arrebato “tanguero”, diremos que la ciudad recibe con frecuencia a grupos y solistas de todo el planeta. Este hecho no es más que una de las muchas pruebas de que Buenos Aires resulta, en una medida muy importante, una de las capitales culturales de América Latina, y aun del planeta.

Además, la vida nocturna bonaerense puede describirse, siendo moderados como “activa”, además de extensa, puesto se trata de una urbe a la que le cuesta irse a dormir, ya que tendría que hacerlo dejando de lado discotecas, restaurantes, confiterías…

¿Alguien nos presta una rosa para llevar en los labios?

Buenos Aires es una ciudad que, como la voz de Gardel, se nos cuela bajo piel, nos obliga a movernos, llorar de emoción ante tanta belleza, perdernos en un pecado y salvarnos gracias a la virtud de una canción que nosotros mismos habríamos compuesto en el momento más duro de nuestra condena.

Una visita a Buenos Aires es una experiencia que nos va a cambiar. Ya lo decía don Carlos: “Decí, por Dios, ¿qué me has dao, que estoy tan cambiao, no sé más quien soy?”