Madagascar, una estancia en el cielo africano

Si queremos hacernos una idea de cómo puede ser el Paraíso, conozcamos Madagascar. Se trata de la isla más grande del continente africano. Más que Zanzíbar, las Seychelles o Isla Mauricio. Allí vamos a encontrarnos con la Naturaleza. Así, con mayúscula: numerosas especies únicas en el Planeta se refugian aquí.

Con capital en Antananaribo, el país cuenta con unos 18 millones de habitantes. Esta ciudad, en el centro del país, dirige, política y administrativamente, a otras importantes, como Tamatave, en la costa Este; Farafagana, al Sur de ésta; Antisiranana, en el extremo Norte de la isla; Mornondova…

Madagascar

Todas las ciudades malgaches poseen un nexo claro en común: la riqueza y belleza natural de cuanto las rodea. Belleza que hace que el país se vaya abriendo al turismo, merced a unas playas impresionantes, un clima tan benigno como pueda imaginarse y unos paisajes que, depuro bellos, a veces cuesta sostenerles la mirada.

Actividades al aire libre

Una buena idea es alquilar un barco o un yate chárter, o practicar submarinismo, kitesurf, windsurf, senderismo… Lo difícil es no encontrar algo que nos apetezca hacer durante unas vacaciones que van a ser absolutamente inolvidables.

Cierto es que, si hacemos caso del tópico y la frase más repetida en las agencias de viajes, cualquier lugar es único e ideal para pasar las vacaciones. Sólo que en caso de Madagascar es cierto. Hay tanto que ver y tango que hacer que es materialmente imposible que unas vacaciones no sean perfectas en cualquier rincón, en cualquier establecimiento de Madagascar.

Paisajes y cultura

Pero hemos querido destacar, y seguimos queriendo hacerlo, la Naturaleza que nos subyuga en la isla. Sitios como Tsngys de Bemahara, las islas Nosy Be, la reserva de Anja… son algunos de los paraísos dentro del paraíso, con enorme biodiversidad y una fauna y flora que requerirá de todos nuestros sentidos para apreciarlas como se merecen.

Aun así, por mucho que queramos quedarnos en el exuberante paisaje, no podemos obviar la riqueza cultural malgache, en forma de monumentos y edificios la que podríamos denominar como estática” y de actividades culturales pensadas para los nativos y los visitantes, la “dinámica”.

En Madagascar haremos mucho más que disfrutar de unas vacaciones divertidas y activas: en la gran isla sabremos lo que de verdad es disfrutar del ocio en plena naturaleza, sin renunciar a las comodidades de la ciudad.

Sólo quien ha visitado Madagascar sabe que es así. Y quien lo sabe, lo recomienda.