Preparar un viaje a África (I)

Decidido. Nos vamos a África. Visitaremos varios países. Pero en África… a la parte central del Continente Esmeralda, por poner un caso. Pero se trata de un viaje que debemos preparar a conciencia. África no admite improvisaciones.

Veamos: lo primero en lo que debemos pensar es en la documentación, con un pasaporte que tenga aún más de seis meses de vigencia. También debemos aportar, según el país, el carnet internacional de vacunación contra la fiebre amarilla para evitarnos problemas al cruzar las fronteras.

También hemos de añadir a la documentación unas cuantas fotos para los visados que tendremos que obtener en las diferentes fronteras, sin los que no podremos pasar. Cierto es que no en todas las aduanas nos las van a pedir, pero más vale ir prevenido.

Carnets y documentos de todo tipo

Por otra parte, si tenemos pensado alquilar coches sin conductor, es imprescindible llevar el carnet internacional de conducir: en muchos países africanos, los puestos de policía son muy frecuentes en las carreteras y, aunque no sea así en todas las zonas, más vale prevenir que curar –sí: repetimos la frase, e insistimos en que África no admite improvisaciones-.

Más documentos que no son imprescindibles pero que conviene llevar: el Documento Nacional de Identidad y, si viajamos con niños pequeños, el libro de familia. En principio, no son necesarios el uno ni el otro, pero tampoco ocupan demasiado espacio.

El botiquín

Como llevamos buena parte de este primer artículo hablando de prevención, no podíamos dejar de mencionar el botiquín que nos conviene llevar: en él, tiritas, un antiséptico, pomadas para picaduras, suero y, aunque no se ha demostrado tan eficaz como el agua de limón caliente, un antidiarreico fuerte.

Y, atención, lo que de ninguna manera debe faltar en el botiquín es el antimalárico. Por poco que nos guste hacer publicidad no pagada, hemos de recomendar el Malarone. Eso sí, conviene acompañar este tipo de medicamentos con un protector gástrico, habida cuenta de que suelen ser muy agresivos.

Vayamos pensando en abrir la maleta…

Nos dejamos para otra ocasión los diferentes útiles que nos harán la vida más fácil, así como el contenido que ha de llevar nuestra maleta. Ya te vamos adelantando, de todos modos, que será muy distinto del que te llevaste en tu viaje a París.

En cualquier caso, lo que siempre nos llevaremos, y que además no ocupa espacio, son las ganas de descubrir, la ilusión de descubrir un mundo completamente distinto, por cerca que vivamos de él.