Córdoba vive en Mayo de Feria

No sé si os pasa a vosotros, pero es empezara ver empezar las flores a florecer en las cuatro macetas que tengo en mi casa, que no tengo más porque ya de por si me traen un trabajo enorme, y no puedo dejar de pensar en esos patios de cal cordobeses.

Unas verdaderas obras de dedicación y entrega de los vecinos de la andaluza provincia que ven en esta costumbre una forma de darse a conocer, aún más, la ciudad de la mezquita. De una forma que no creo que se conozca en ningún punto más del territorio nacional.

Patios llenos de vida

Tal es el carácter y belleza de esta práctica que más de 30 patios compiten y nos enseñan los secretos que en ellos guardan en estos patios ofreciendo visitas a cualquier turista o curioso de estos patios que son de arquitectura puramente mudéjar. Donde cientos de flores dan vida a una de las ciudades más bonitas que conocemos y flamencas.

Tal es así que desde hace tiempo viene a darse la Feria de los Patios Cordobeses en el mes de Mayo, más concretamente los días del 8 al 19 de Mayo.

Y es que esta feria solo es una metáfora de lo que ocurre en Mayo en Córdoba, que ve florecer su grandeza rodeada de fiestas y ferias. Donde da comienzo con la creación de sus Cruces de Mayo, siguiendo la anterior nombrada de sus Patios, que se ve inevitablemente ligada a la de Rejas y Balcones.

Pero si hay una feria importante en Córdoba y que llena de invitados y turistas sus calles, esa es la Feria de Nuestra Señora de la Salud. La que recibe también el nombre de La Feria de Córdoba.

Sevillanas, vino fino y sombrero cordobés

Unos 10 días que antesala al día grande de la ciudad, el día 1 de Junio, el cual se celebra la festividad de Nuestra Señora de la Salud. Y que este año se aventuraran los días del 25 de Mayo al 1 de Junio, respectivamente.

Al igual que todas las ferias del sur de España, la feria cordobesa también se celebra en el interior de un recinto ferial coronado por una gran portada de luces por donde nos invitan a pasar y participar en la costumbre de festejar estos días entre bailes y vino fino.

Las casetas al igual que pasa en las demás ferias andaluzas, tienen un carácter privado, aunque son muchos los casos en los que podemos encontrar casetas públicas en las que poder disfrutar de una de las más auténticas ferias.

Una visita por los “Pueblos Blancos”

Una de las rutas turísticas más conocidas en nuestra tierra es la ruta de los “Pueblos Blancos”: abarca gran parte de los pueblos de la serranía de la provincia de Cádiz y de Málaga, siendo su particular nombre debido a que en la antigüedad sus habitantes encalaban las fachadas de todas las casas con cal, dando ese color tan especial y hermoso como es el blanco, principalmente para repeler el calor tan fuerte de los meses de verano.

De estos diecinueve pueblos (que describiremos a continuación) que pertenecen a esta ruta, muchos de ellos están ubicados y pertenecen al “Parque Natural de la Sierra de Grazalema” de un gran interés turístico.

Alcalá del Valle, este hermoso pueblo enclavado en la serranía de Ronda posee un clima especial, ya que al estar situado en un valle y surcada de arroyos otorgan un espectáculo especial al que la visita.

Algar, ubicado en las cercanías del rio Majaceite y el Pantano de los Hurones se encuentra en un enclave privilegiado, donde su agricultura, ganadería, el trabajo de la piel y de la madera forman un sitio especial para el turista.

Algodonales, lleno de olivares y huertas de verduras a los pies de la Sierra de Líjar, destaca principalmente para todos aquellos amantes de los deportes de vuelo y al aire libre. Monumento a visitar es la iglesia de Santa Ana del estilo barroco con su torre alta y la Puerta del Perdón. 

Arcos de la Frontera, es uno de los pueblos más pintorescos y hermosos de Andalucía, está ubicado en lo alto de una colina y cercano al rio Guadalete, donde sus paisajes asombran al visitante.

Benaocaz,  ubicado en la Sierra del Endrinal y al sur del rio Tivizna.  Monumentos a visitar son su Ayuntamiento de estilo barroco (siglo XVIII) o el Castillo de Aznalmara.

Bornos, este pueblo fundamentalmente agrícola, ofrece al visitante monumentos de gran relieve como los Castillos de Fontanal y de los Rivera, la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán o el Convento del Corpus Cristi.

El Bosque, es la puerta al Parque Natural de la Sierra de Grazalema, su paisaje rodeando al pueblo posee un especial encanto. Monumentos a visitar: la Iglesia de Santa María de Guadalupe o el Jardín Botánico El Castillejo.

El Gastor, en este pueblo encontramos, como caso excepcional y como ejemplo de la arquitectura megalítica un Dolmen gigante formado por bloques ciclópeos de unos 18 metros de extensión, de 1 a 2 metros de ancho por 3 a 4 metros de altura.

Espera, es uno de los pueblos más antiguos de esta zona, donde descubrieron asentamientos ibéricos prehistóricos. Monumentos: el Castillo árabe Fatetar o la iglesia de Santa María de Gracia.

Grazalema, se encuentra a los pies de la Sierra del Pinar y dentro del Parque Natural del mismo nombre. No te pierdas la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora o el Museo de Artesanía Textil.

Olvera, su gran riqueza es el cultivo de olivares, permitiendo así una de las principales en denominación de origen en la Sierra de Cádiz, por su excelente oro líquido. Monumentos que debes visitar son la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Fortificación árabe (bien conservada) o el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios del estilo barroco.

Prado del Rey, el enclave de este pueblo es excepcional, está flanqueado por dos elevaciones montañosas, desde donde se pueden observar preciosas vistas.  Monumentos a visitar: la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen o las Ruinas Romanas “Iptuci”.

Puerto Serrano, es conocido como el punto de partida de la Vía Verde de la Sierra, es una alternativa ecológica para los amantes del senderismo, paseo a caballo o en bicicleta.  Monumentos Para visitar son la iglesia de Santa María Magdalena o la Fuente de Ramos.

Setenil de las Bodegas, lo original de este pueblo son sus casas trogloditas en las rocas, sobre el río donde sus calles estrechas y cuevas forman un verdadero laberinto.   Monumentos que no debes perderte la Torre del homenaje o Iglesia de la Encarnación.

Torre Alháquime, este majestuoso lugar donde se asienta está formado por un conjunto de lomas y cerros redondeados, ofreciendo una majestuosa vegetación natural y unas vistas preciosas. Monumentos a visitar: el Castillo del Cementerio o Ruinas de la Antigua Fortaleza Nazarí.

Ubrique, está ubicado en la estrada del Parque Nacional de Grazalema y el Parque Natural Los Alcornocales, dividiéndolo por la mitad el rio Ubrique. Su principal riqueza es el tratado e industria de la piel, reconocido en varias partes del mundo. Monumentos inportantes son las iglesias de San Antoniola de Nuestra  Señora de la O o el convento de Capuchinos.

Villaluenga del Rosario, ubicado en el centro del Parque Nacional de la Sierra de Grazalema, ofrece al turista una vista impresionante. Monumentos que deberías visitar: Iglesia de San Miguel del estilo barroco o la Plaza de Toros excavada en la roca.

Villamartín, esta ciudad agrícola está estratégicamente situada como enlace articulador de comunicaciones entre las comunidades de la comarca y de las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga. Monumentos que ver: la iglesia de San francisco, Palacio de los Topete o las Ruinas del Castillo de Parajete.

Zahara de la Sierra, situada en las faldas de la Sierra de Jaral, este pueblo de origen árabe atrae a muchos visitantes principalmente por su turismo rural y de aventura, como espeleología, kayak, senderismo, etc. Monumentos de relevancia: la iglesia de Santa María de la Mesa o el Poblado Nazarí.

Visitar esta ruta no dejara indiferente al espectador: a cada paso se descubre un rincón nuevo y espléndido, con paisajes espectaculares y patios con adornos naturales típicos de los patios andaluces donde reina el color en contraste con el blanco de sus fachadas.

Jaén

Si algo nos gusta hacer en este blog es romper tópicos. Y uno de ellos, injusto, es el que existe de Despeñaperros hacia el Sur. Andalucía es más, mucho más que flamenco, toros, siesta y fiesta. De hecho, vamos  jugar a no usar estas cuatro palabras en todo el artículo.

El turista que va al Sur, que se acerca por tierras andaluzas lo hace con prejuicios. No podemos negar la imagen que en el resto de España y del mundo si tiene de estas tierras. Es más: en buena parte del planeta se asocia a España con los la imagen tópica de Sevilla. Con eso, o con la paella.

Pues la riqueza de esta Comunidad, por mucho que les pese a algunos, va más allá de todo ello. Nada más abandonar los inmensos viñedos manchegos, cruzando el desfiladero que separa ambas comunidades, llegamos a la infinitud de los olivares jienenses. Literalmente, os acompañan durante kilómetros sin que se vean más de diez metros cuadrados de suelo sin un árbol.

Decía don Miguel…

Se nos vienen a la mente los versos de Miguel Hernández: “Andaluces de Jaén, / aceituneros altivos, / decidme en el alma: ¿quién, / quién levantó los olivos? / No los levantó la nada, / ni el dinero, ni el señor, / sino la tierra callada, / el trabajo y el sudor.”

Además de los paisajes, verdes hasta donde alcanza la vista, de personas nobles, acostumbradas y quizá contagiadas de la dureza del olivo y su labranza. Además de olivares a través de los que una ardilla podría atravesar, ya que no la provincia, buena parte de ella. Además de campo, Jaén tiene cultura. Arte. Historia.

Una Historia inabarcable

Pero hoy, nos quedaremos sólo en la capital. Existe constancia de la presencia humana desde tiempos del Neolítico, de modo que la riqueza histórica y artística de  la ciudad está fuera de toda duda. Por ella pasaron y se asentaron romanos, visigodos, árabes, judíos, cristianos… El jienense vive de su tierra, pero desciende de mil pueblos.

Prueba de esa multitud de orígenes es el arte que puede verse en toda la capital y sus alrededores. De entre todos ellos, destacaremos la catedral de La Asunción, templo renacentista del siglo XVI; los baños árabes o “Baño del Niño” y la judería en toda su extensión. Los reseñamos como restos de las tres culturas que más han  influido en la forma de ver actual, no ya de Jaén, sino de toda España.

Jaén ofrece más argumentos, pero sería injusto, además de imposible, abarcarlos todos en n escrito: hemos de visitarlo, tocarlo, olerlo, sentirlo… Y hemos terminado un artículo sobre una ciudad andaluza, tal vez por hacerle justicia, sin mencionar las palabras “flamenco, toros, siesta y fiesta” ¡Huy! Perdón.

Córdoba La Bella

Subo el volumen del CD mientras suena uno de los éxitos de Medina Azahara: “Paseando por la mezquita”. Estos cordobeses de pro, representantes destacados del rock flamenco han retratado como pocos la belleza de una de las ciudades que invita, por no decir que arrastra a volver a gozar de ella una y mil veces.

Ya que estamos “paseando por la mezquita” en ella comenzamos nuestro recorrido por Córdoba. Comenzaba su construcción en 786, sobre el lugar donde estaba a basílica visigótica de San Vicente Mártir y se fue ampliando durante el emirato y califato cordobeses. En 1238, se convertía la Mezquita en una catedral católica, tras la reconquista.

jardines

Finalmente, en 1583, se empezaba a construir una basílica renacentista de estilo plateresco en el centro del edificio musulmán, respetando, por extraño que resulte, buena parte de la construcción árabe. Un respeto y una convivencia que muy bien pueden interpretarse en los versos de la canción que ahora mismo escucho: “Nos fuimos en silencio / con una esperanza nueva / de resurgir en el cielo / unida nuestra bandera”.

Calles estrechas y con encanto

Como las guías turísticas y los libros de arte son abundantes, no entraremos a describir en profundidad un monumento que para entenderlo hay que vivirlo. Seguiremos, si embargo, paseando por las estrechas calles que circundan a la mezquita-catedral, nos tomaremos un salmorejo a su sombra  gozaremos del río, patios y museos.

Entre restos arqueológicos de diversas culturas que tuvieron el sitio por su hogar, como romanos o árabes, no acercamos a otro de los puntos más concurridos: un oasis en el verano andaluz y una reserva de belleza suficiente para abastecer a todo un planeta.

La belleza por la belleza, los jardines del Alcázar de los Reyes Católicos

Se trata de los jardines del alcázar de los Reyes Católicos. Una espectacular muestra de lo deliciosamente caprichosa que puede ser la Humanidad cuando se conjugan poder y buen gusto. Posiblemente, diseñados  y construidos a partir de la época de Abd-al-Rahman II, se trata de una extensión verde con abundancia de agua, plantas y, por supuesto, obras de arte de todo tipo.

Una costumbre que está creciendo con fuerza en la ciudad califal es la de que las parejas recién casadas acudan a estos jardines a fotografiarse. De este modo, no es extraño que, paseando entre árboles y albercas, los turistas se topen con tres o cuatro parejas en plena sesión para su álbum de boda.

Córdoba la Bella, la Histórica, la Monumental…

Córdoba es una ciudad plena de Historia, rincones, monumentos, anécdotas, leyendas y, sobre todo, belleza. Se trata de un lugar al que no se le haría justicia visitándolo sólo durante un fin de semana. Es más: sólo disfrutando de sus casas y calles durante una vida puede apreciarse el encanto de la población.

Lástima que nadie sea profeta en tierra propia y que quien vive rodeado de belleza raramente la disfrute.