Yo estuve en Cancún y regresé para contártelo VII: cenotes

Hoy os voy a hablar de los cenotes, una formación natural espectacular que no podéis dejar de visitar si estáis en Cancún. Cenote proviene de la voz maya dz’onot, tzonot o Ts’ono’ot que significa «caverna con agua»; son grutas y cavernas naturales formadas por la filtración del agua de lluvia y las corrientes subterráneas.

Sólo en la península de Yucatán hay censados más de 2400 cenotes y en la zona de Quintana Roo unos 2500, y se considera que hay más: imagina. En esta entrada os hablaré de los más significativos en la zona cercana a Cancún, aunque si estáis interesados en los más relevantes de toda la península os recomiendo un monográfico que estoy escribiendo aquí en el que hablo de cada uno de ellos.

El Cenote sagrado de Chichén Itza

Si vais a hacerme caso y visitar Chichén Itza, es obligatorio que os asoméis al tenebroso cenote que se encuentra al norte de la pirámide de Kikulcán, conectado con ella mediante una calzada de piedra. Abierto, con unos 60 metros de diámetro, paredes verticales de unos 15 metros desde la superficie del agua al exterior, unos 13 metros de profundidad y conectado con otras corrientes subterráneas. En su lateral hay un pretil desde el que se lanzaban doncellas cubiertas de joyas y prisioneros de alto rango como ofrenda religiosa al dios Chaac, señor de las lluvias.

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El cónsul estadounidense Edward Herbert Thompson dragó durante 30 años y a escondidas parte del cenote consiguiendo extraer gran cantidad de piezas arqueológicas entre las que se encontraban joyas y huesos humanos, que trasladó a EEUU y vendió hasta que fue descubierto. Algunas han sido recuperadas pero otras siguen lejos del pueblo al que pertenecen.

Se ha dragado posteriormente obteniendo gemas, piedras preciosas, joyas de jade, cuchillos de obsidiana y esqueletos humanos algunos de los cuales se exhiben en el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México.

Cenote de Il-Kil

Está sólo a 3 kms de Chichén Itza, así que suele estar incluido en las excursiones a las ruinas arqueológicas. Se encuentra en un parque con plantas exóticas y árboles selváticos en los que viven cientos de aves silvestres así que puedes quedarte una noche alojado en una palapa y disfrutar del concierto nocturno que montan los pájaros, los grillos, las ranas y los monos.

Este cenote es espectacular: la gruta se abre al cielo desde las entrañas de la tierra y la superficie del agua se encuentra a una gran profundidad;desde el techo cuelgan enredaderas naturales que le dan una apariencia mágica. Supongo que el hecho de haber sido un lugar en el que se realizaron sacrificios rituales mayas ayuda a sentir su misticismo. Hay que bajar por unas escaleras de piedra hasta llegar a una plataforma desde la que podrás bañarte. Tiene 39 metros de profundidad y unos 60 metros de alto, y en el fondo corrientes subterráneas que lo comunican con otros cenotes.

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Es turístico, así que no imagines un baño solitario y tranquilo; incluso cuenta con instalaciones en las que alquilar una toalla y cambiarte de ropa. De todos modos merece la pena la visita sobre todo si la incluyes dentro de una organizada a Chichén Itza, a Valladolid o a Mérida.

Gran Cenote de Tulum

Si has decidido hacer una escapadita a Tulum tal y como te recomendé, este cenote es de visita obligada ya que se encuentra a unos 3 kms, en la carretera que va hacia las ruinas mayas de Cobá. Es el más turístico de la zona, por lo que hay días en las que apenas si se puede disfrutar por las colas interminables que se forman.

Tiene una profundidad de 10 metros y se puede practicar snorkel en él para disfrutar de las estalactitas y estalagmitas de las diversas grutas que lo conforman y que están conectadas entre ellas. Al ser turístico cuenta con un servicio de alquiler de equipo para practicarlo así como instalaciones básicas.

Cenote Escondido y Cenote Cristal

Se encuentran tan sólo a unos cinco minutos en coche de Tulum. No tan conocidos como el anterior pero muy apreciados por los amantes de la naturaleza en estado puro ya que su belleza selvática está casi intacta.
El Cenote de Cristal es una preciosa piscina natural de aguas cristalinas en las que se refleja la vegetación dándole un color verdoso mágico. Se puede chapotear tranquilamente, bucear en sus cuevas subterráneas, practicar snorkel o lanzarse desde plataformas de madera y roca natural que se encuentran a unos 3.5 metros de altura. Además el precio de la entrada permite visitar el cenote escondido.

El Cenote escondido se encuentra en el interior de la selva rodeado de vegetación espesa y fauna selvática. Rodeado de acantilados de piedra de unos 4 metros y con una profundidad considerable, no sólo se puede nadar en este cenote sino practicar snorkeling para observar su fauna o las cuevas submarinas que hay en sus profundidades.