No solo los pueblos abandonados tienen fantasmas, hay pueblos en los que sus habitantes continúan hoy en día conviviendo con el misterio y las leyendas, de mejor o de peor gana. En algunos casos es contra su voluntad y desearían sacarse de encima el San Benito de pueblo paranormal. En otros han sabido quitarle partido a las historias que circulan y explotan el lado más comercial de la magia.
Las brujas de Vallgorguina
Situado en la provincia de Barcelona, en plena comarca del Vallés Oriental, sobre este pueblo recaen muchas leyendas relacionadas con brujas y sus akelarres. En las afueras del pueblo hay un dolmen muy famoso, el dolmen de Pedra Gentil. Estos monumentos en principio no están relacionados con las brujas siendo mucho más antiguos, pero en este caso fue lugar escogido, según la leyenda para los rituales de las mismas.
Se dice que en plena Edad Media eran muchas las que sobrevolaban Vallgorguina en sus escobas para reunirse en torno al dolmen y realizar sus hechizos bajo la luna llena rindiendo tributo al macho cabrío. Las campanas de la vieja iglesia repicaban solas al sentirlas pasar.
La gente del pueblo realizaba sus rituales también sobre el dolmen para ahuyentar a las brujas y anular su poder, cosa que las enfurecía enormemente y que provocaba que causaran grandes temporales y tormentas sobre la región.
Bueno, probablemente esto no tenga demasiado de cierto, pero la iglesia ha tenido que ser cerrada pues en pleno proceso de restauración se dieron cuenta que no solo los amantes de las ciencias paranormales y las leyendas se acercaban curiosos, sino que algunas sectas estaba utilizando el lugar para rituales oscuros. Por ese motivo los habitantes del pueblo no están muy contentos con el turismo orientado a lo paranormal.
Trasmoz, la leyenda sigue viva
Una novela sobre el tema, un museo de las brujas y una fiesta anual de renombre son solo algunas de las formas en las que Trasmoz, un pequeño pueblo aragonense, presume y promociona la fama de ser un municipio dónde durante todala Edad Media y hasta tiempos presentes las brujas han habitado todos sus rincones.
Es un lugar que merece la pena visitar por su riqueza natural, ya que está en pleno parque natural del Moncayo, aunque a pesar de todo el bombo y platillo que sus habitantes dan a su pasado, lo cierto es que las teorías que cobran más fuerza es que fueron los antiguos moradores de Trasmoz los que la inventaron.
¿El motivo? Pues se sospecha que podían dedicarse en gran parte a la falsificación de monedas y hacer creer al resto que las brujas campaban a sus anchas por esas tierras los mantenía a salvo de visitas inesperadas.