Ruta del culto a la muerte en Galicia

Que en Galicia se practica el culto a la muerte y a los muertos desde épocas ancestrales de una forma muy especial, no es ningún secreto. Algunas de sus romerías más significativas y originales así lo acreditan y llaman la atención a todos aquellos que no conocen la cultura celta y su íntima relación con los no vivos.

La romería de ataúdes

Cada vez es más popular esta curiosa romería que se celebra cada año en la parroquia de Ribarteme en el municipio de As Neves, provincia de Pontevedra. Cada 29 de julio tiene lugar una procesión en honor a su patrona, Santa Marta. Algunos de sus habitantes acuden a la procesión dentro de ataúdes que son portados por familiares y amigos, como si de su propio entierro se tratara.

Personas que se han salvado de enfermedades muy graves o que se han encomendado a Santa Marta por la salvación de algún hijo o familiar, cumplen su promesa fingiendo un cortejo fúnebre en los que ellos mismos ocupan el lugar del difunto.

Las primeras romerías de las que se tiene noticia datan del siglo XVIII, aunque son muchos los que afirman que su origen es mucho más antiguo. Santa Marta era la hermana de Lázaro, el personaje bíblico que era amigo de Jesucristo y que fue resucitado por éste tras ser informado de su fallecimiento por dicha santa.

Por esto mismo se le atribuye el poder de interceder para salvar la vida a enfermos muy graves que ya no tienen demasiadas esperanzas.

La procesión de las mortajas

Cada tercer domingo de septiembre, en A Pobra do Caramiñal , provincia de A Coruña, tiene lugar una antigua ceremonia que tiene su origen en el siglo XV: la procesión de las mortajas.

Los habitantes de este pequeño municipio coruñes salen en procesión paseando con un hábito morado, una mortaja fúnebre, y seguidos por su propio ataúd cargado por amigos y familia.

Como en el caso anterior se trata de agradecer, esta vez a Jesús el Nazareno, la ayuda prestada para curarse de una grave enfermedad o para solicitar sanar de una mal que aún se está sufriendo.

Este tipo de fiestas son muy populares en Galicia y gracias a los medios de comunicación que cada año les prestan más importancia por su singularidad, atraen cada vez a más turistas y curiosos que quieren presenciar estos ritos antiguos en los que la vida y la muerte parecen entremezclarse de una forma extraña para muchos, pero perfectamente natural para el modo de ver de la cultura celta.

Pueblos con leyendas (III): Lugares ¿imaginarios?

No podía faltar en esta breve relación de lugares mágicos referencia a sitios que quizás jamás han existido, o quizás se han borrado con el paso del tiempo, pero que continúan vivos en las leyendas populares y en la imaginación de la gente. ¿Sospechabais que en España tenemos nuestra particular Atlántida?

La octava isla Canaria: San Borondón

Es probable que si no eres canario o muy aficionado a las leyendas no hayas oído hablar jamás de esta isla. La leyenda la sitúa al oeste de Palma y durante mucho tiempo su existencia era tan incuestionable que cuándo España y Portugal se repartieron las tierras del Atlántico, fue incluida en la relación como isla propiedad de España.

Hay muchas versiones de quién la descubrió en origen, pero quizás la más difundida sea una leyenda irlandesa sobre un monje, San Brendan, que durante un viaje por  la zona de las Canarias llegó a una isla llena de vegetación y grandes árboles. Desembarcaron y celebraron una misa cuándo de repente la tierra comenzó a desplazarse. Asustados volvieron a la barca y comprobaron que no era tierra, sino un gigantesco animal marino.

Por este motivo se le conoce también como la isla ballena. De San Brendan procedería su nombre San Borondón, por una degeneración del mismo.

Se cuenta que muchos marineros y pescadores la han visto y cuándo se acercan, la isla se cubre de una densa niebla y desaparece ante sus asustados ojos, no quedando rastro alguno de la misma cuándo se disipan las nubes.

La laguna de Vacaras

No se sabe si esta laguna puede ser alguna de las que realmente existen en Sierra Nevada, cerca del pico Veleta. Las referencias de la leyenda son vagas y no se sabe si la laguna pudo haber desaparecido o actualmente haber cambiado la forma. Sea como sea, ahí está la leyenda.

Y se dice que un pastor que estaba con el rebaño caminaba hacia las orillas de la laguna cuándo de repente escuchó voces y se escondió. Dos hombres con vestimentas de alta alcurnia discutían al borde del agua y lanzaban las redes a sus aguas. De cada vez que arrojaban la red, esta volvía con un caballo en su interior. Pero en los dos primeros casos no parecía satisfacer a los misteriosos personajes.

Finalmente un caballo blanco y hermoso salió de las aguas atrapado en la red. Tras susurrarle al oído unas palabras que la bestia pareció entender, subieron sobre el y éste comenzó a ascender al cielo sin parecer notar la carga de ambos. Muchos intentaron pescar caballos en sus aguas, más no volvieron a lograrlo.

Pueblos con leyenda (II): lugares habitados con leyendas oscuras.

No solo los pueblos abandonados tienen fantasmas, hay pueblos en los que sus habitantes continúan hoy en día conviviendo con el misterio y las leyendas, de mejor o de peor gana. En algunos casos es contra su voluntad y desearían sacarse de encima el San Benito de pueblo paranormal. En otros han sabido quitarle partido a las historias que circulan y explotan el lado más comercial de la magia.

Las brujas de Vallgorguina

Situado en la provincia de Barcelona, en plena comarca del Vallés Oriental, sobre este pueblo recaen muchas leyendas relacionadas con brujas y sus akelarres. En las afueras del pueblo hay un dolmen muy famoso, el dolmen de Pedra Gentil. Estos monumentos en principio no están relacionados con las brujas siendo mucho más antiguos, pero en este caso fue lugar escogido, según la leyenda para los rituales de las mismas.

Se dice que en plena Edad Media eran muchas las que sobrevolaban Vallgorguina en sus escobas para reunirse en torno al dolmen y realizar sus hechizos bajo la luna llena rindiendo tributo al macho cabrío. Las campanas de la vieja iglesia repicaban solas al sentirlas pasar.

La gente del pueblo realizaba sus rituales también sobre el dolmen para ahuyentar a las brujas y anular su poder, cosa que las enfurecía enormemente y que provocaba que causaran grandes temporales y tormentas sobre la región.

Bueno, probablemente esto no tenga demasiado de cierto, pero la iglesia ha tenido que ser cerrada pues en pleno proceso de restauración se dieron cuenta que no solo los amantes de las ciencias paranormales y las leyendas se acercaban curiosos, sino que algunas sectas estaba utilizando el lugar para rituales oscuros. Por ese motivo los habitantes del pueblo no están muy contentos con el turismo orientado a lo paranormal.

Trasmoz, la leyenda sigue viva

Una novela sobre el tema, un museo de las brujas y una fiesta anual de renombre son solo algunas de las formas en las que Trasmoz, un pequeño pueblo aragonense, presume y promociona la fama de ser un municipio dónde durante todala Edad Media y hasta tiempos presentes las brujas han habitado todos sus rincones.

Es un lugar que merece la pena visitar por su riqueza natural, ya que está en pleno parque natural del Moncayo, aunque a pesar de todo el bombo y platillo que sus habitantes dan a su pasado, lo cierto es que las teorías que cobran más fuerza es que fueron los antiguos moradores de Trasmoz los que la inventaron.

¿El motivo? Pues se sospecha que podían dedicarse en gran parte a la falsificación de monedas y hacer creer al resto que las brujas campaban a sus anchas por esas tierras los mantenía a salvo de visitas inesperadas.

Pueblos con leyendas (I): pueblos abandonados con leyendas malditas

Se podría trazar en España una ruta de pueblos a visitar que están tocados por leyendas malditas. En algunos casos se trata de lugares abandonados sobre los que circulan rumores, historias perdidas en el tiempo que nadie ha podido demostrar y que son cubiertos por un halo de misterio que persiste a pesar de que apenas quedan ya ruinas para demostrar que alguna vez han existido.

Repasemos algunos de estos pueblos que ya podrían considerarse fantasmas y los misterios que los envuelven.

Las ánimas de Belchite

Belchite fue el escenario de una de las batallas más conocidas y más cruentas de la Guerra Civil Española. Se calcula que más de seis mil personas perdieron la vida en ese campo de batalla que dejó totalmente destruido al pueblo Zaragozano. Cuándo acabó la guerra, se decidió que en vez de reconstruir el antiguo emplazamiento, se levantaría un nuevo pueblo con el mismo nombre a poca distancia de allí.

Así pues sus calles quedaron desiertas y sus casas, medio destruidas, se han ido deteriorando con el paso del tiempo. Sin embargo se ha convertido en uno de los principales destinos para los aficionados a las ciencias ocultas, que afirman escuchar en sus calles voces fantasmales que no proceden de otras personas y ruidos de disparos y aviones como los que se debían de escuchar durante las batallas.

Se dice que aún se puede oir repicar las campanas de la iglesia y que arriba, junto a ellas en el campanario, se ha podido ver a un niño que aparece y desaparece gritando para avisar al pueblo de que se esconda.

La Cornudilla y la extraña huida de sus habitantes

En los años cincuenta, todos los habitantes de este pueblo valenciano dejaron sus casas y se marcharon para no volver más. Durante mucho tiempo el misterio envolvió este acontecimiento hasta que ya en el presente siglo se realizó una investigación por parte de una revista especializada en fenómenos paranormales. Entonces surgió la leyenda.

A penas queda nada ya del pueblo, más que unos muros. Se dice que un niño murió en un profundo pozo del pueblo y a partir de ahí ya nunca más conocieron la paz. Gritos en la noche, ruidos de pasos, apariciones espectrales y sonidos de cadenas.

En especial saliendo de la llamada casa de los ruidos, algo separada del resto del pueblo y de dónde parecían surgir los sonidos más aterradores. Aun sigue en pie y es visitada por muchos amantes del misterio.

Atocha y sus cercanías

La estación de tren de Atocha en Madrid es una de las más antiguas de la capital y, a la vez, una de las más modernas. Combina líneas de cercanías, media distancia, largo recorrido y el veloz Ave, con sus líneas afiladas.

Como centro neurálgico de muchas de las largas travesías en tren, el interior de la estación está pensado como un lugar de descanso en el que pasar cómodamente la espera entre trenes.

Su cúpula es toda una belleza y su interior es un entramado moderno de comercios, cafeterías y un bello jardín tropical.

Jardín natural climatizado

Convertido desde su instalación en uno de los puntos de encuentro más importantes de la estación, tiene uno bello estanque en el que viven peces de colores y tortugas. A lo largo del recorrido podemos descansar en alguno de los bancos y disfrutar de la belleza de la exuberante vegetación.

Museos y libros

Si disponemos de tiempo suficiente, podemos salir de la estación y visitar alguno de los lugares cercanos. A su alrededor están ubicados varios museos. Uno de ellos es el Museo Nacional de Antropología, que está justo enfrente de la Puerta de Atocha.

Si queremos disfrutar del arte contemporáneo podemos acercarnos al Centro de Arte Reina Sofía y elegir alguna de las exposiciones que se exiben. También podemos entrar a visitar los Jardines de Sabatini y disfrutar tomando algo en este entorno.

Para los lectores también hay un lugar especial, la Cuesta de Moyano, donde podrán encontrar libros de ocasión y de actualidad en la casetas de compra-venta de libros que jalonan este emblemático espacio.

Naturaleza y bellos tapices

Y si lo que nos gusta es la naturaleza, podemos optar por visitar el Jardín Botánico y pasear por sus parterres y rosaledas o adentrarnos en el Parque del Retiro por la Puerta del Ángel Caído que guarda una estatua de D. Pío Baroja.

Esta zona del parque es de las más agrestes, ideal para disfrutar del césped y de la tranquilidad. Subiendo por la calle asfaltada llegaremos a la famosa fuente de El Ángel Caído y disfrutar contemplándola.

Otro museo que hay cerca es la Real Fábrica de Tapices, donde podemos visitar alguna de sus cinco salas y deletitarnos con estas delicadas obras textiles.

Estas son sólo algunas de las posibilidades que tenemos para que el tiempo de espera pase casi sin enterarnos mientras disfrutamos de un paseo encantador lleno de sorpresas y maravillas.

El Tren de la Fresa a Aranjuez

El trayecto Madrid-Aranjuez fue inaugurado por la reina Isabel II el 8 de febrero de 1851. Esta segunda línea de toda la Península fue proyectada por el Marqués de Salamanca y serviría para conectar el lugar de recreo de los reyes con la capital.

Su principal función sería llevar los reputados productos de la huerta de Aranjuez hasta los mercados de la capital más cómodamente que por las carreteras, pero también el transporte de viajeros.

Mucho han cambiado las cosas de aquella primera línea que conectaba Madrid con otra ciudad y el transporte de viajeros se realiza por la moderna red de Cercanías.

Sin embargo, todavía se puede rememorar esos primeros viajes a través de la réplica que circula desde el Museo del Ferrocarril hasta Aranjuez.

Un viaje inolvidable al pasado

El denominado Tren de la Fresa aúna la recreación del ambiente de la época con su máquina de carbón y sus azafatas ataviadas con trajes de época con una degustación de los conocidos fresones de Aranjuez.

Durante el viaje las azafatas pasarán a ofrecer este rico manjar a los afortunados viajeros de este histórico tren.

Junto con la entrada se pueden adquirir descuentos y visitas guiadas a algunos de los monumentos del Real Sitio, o programar una visita por nuestra cuenta.

Palacios, jardines y fuentes maravillosos

Algunas de las maravillas que no nos deberíamos perder son el conjunto del Palacio Real y la Casita del Príncipe. Por sus salas nos perderemos en colecciones de relojes, frisos impresionantes, la alucinante Sala de los Espejos o la de las Porcelanas.

También podremos visitar el museo de falúas y carruajes reales, descubriendo las embarcaciones y carrozas que han usado nuestros reyes a través de los tiempos.

Otro de los grandes imprescindibles para visitar son los jardines y el palacete que hay en ellos. Tanto el Jardín del Rey como el Jardín de la Isla son una bella fusión de los diseños italianos, musulmanes y flamencos, mientras el Jardín del Parterre es posterior y de estilo francés.

En el impresionante Jardín del Príncipe disfrutaremos de sus fuentes de piedra y mármol con preciosas estatuas mitológicas. Además, podremos visitar la Casita del Labrador, un palacete neoclásico de los más importantes de Europa.

Entre visita y visita deberemos reponer fuerzas… y no hay nada mejor que comer en alguno de los estupendos restaurantes del centro, donde descubriremos los platos más típicos de la zona con productos frescos de la tierra.

Conoce La Alhambra por sus leyendas

Hay sitios que, no sabemos porque, son más destinados a encerrar leyendas e historias misteriosas. En si estas historias suelen nacer para explicar episodios de la historia que, debido a que el poco nivel educativo que recibía el pueblo, se empezaron a contar de boca en boca.

Como todo el mundo conoce, este tipo de medio de comunicación, tiende a irse desformando conforme pasa de una persona a otra, añadiendo y eliminando datos según nuestro antojo o memoria y tendiendo a exagerar tanto que muchas veces terminan siendo cuentos o mitología.

Una de las épocas de nuestra cultura donde más se suelen dar estas leyendas, son las que componen desde la invasión de los musulmanes hasta llegar a la Reconquista de Al Andalus. Por lo que muchas se encierran entre las paredes de la Alhambra, en Granada.

La Puerta de la Justicia

Como pasa en otros palacios, La Alhambra también tenia su muralla y puerta de acceso, llamada la Puerta de la Justicia, creada en la misma época. La cual era tan poderosa que, según cuenta la leyenda, no cayó bajo ningún ejército.

Este arco tiene en punto medio una mano grabada. Estamos hablando de una altura de unos 10 metros. La historia nos habla de que para conquistar la Alhambra, un caballero montado en su caballo, el cual consiga encajar su mano a la grabada, será el dueño de todo el palacio.

Hasta entonces, ningún ejército podría entrar a la fuerza. Manteniéndose la puerta hasta un día, que la mano que guarda el arco, llegue a tocar la armadura. Esto se interpreta con la caída de la misma puerta y, por lo tanto, el fin del mundo.

El suspiro del moro

Sin embargo, el ejército de los Reyes Católicos, consiguió arrebatar La Alhambra y reducir la dominación Boabdil. Desterrando al rey Mohamed Abu Abdalahya, y a su sequito fuera de Granada. Tal fue su sufrimiento, que mientras se alejaba, no quiso mirar hacia atrás.

Solo cuando estuvo fuera de la ciudad, en la llamada desde entonces Colina del Suspiro, tuvo fuerzas para ver todo lo que dejaba atrás, suspiro y comenzó a llorar. Celebrándose a si la famosa frase de “llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre”, por su madre. Pues en la vida no hay mayor pena que la que se produce por vivir lejos de Granada.

La sala de los Abencerrajes

Esta sala es un homenaje al apellido Abencerrajes, el cual poseía una familia de la nobleza de la época, la cual tenía su vivienda a los pies de La Alhambra. Y de todos era sabida la enemistad con la familia Zenetes, encabezada por un rival político. Ambas eran cristianas.

Estos últimos decidieron conspirar contra los Abencerrajes, y no se les ocurrió otra cosa que inventar que el cabeza de familia estaba manteniendo una aventura con una joven sultana, para conseguir que el Sultan se enfureciera y cegado, cargara contra él.

Paciente, el sultán, desarrollo una fiesta en el palacio e invito a varias personalidades, entre ellas esta familia y sus caballeros. Así pues, en esta sala, mando apresarles y termino decapitar sobre la fuente a todos los que llevaban el escudo familiar. Sumando un  total de 37 personas.

Desde ese día, aun se puede ver un tímido color rojizo en las paredes de la fuente. Esta fuente lleva parte del agua a la fuente de los leones, y es común ver entre su canal manchas teñidas del mismo color, recordando el asesinato de estos hombres inocentes.

La Silla del Moro

Dicen que llego un momento que había tal cantidad de ciudadanos viviendo en Granada y el rey Boabdil llevaba una vida tan alegre y despreocupada, que pronto empezaron los amotinamientos en la ciudad.

Por esta razón el rey decidió buscar un refugio en una apartada colina, donde divisar toda Granada sentado en su cima, mientras veía como su pueblo se sublevaba. Desde entonces, esta cima lleva este nombre.

El Reloj de Sol

Los antiguos comparaban La Alhambra y sus alrededores como un gran reloj de sol. Así que, al ir avanzando las horas y el sol se ponía, al igual que un reloj de los, las sombras se van moviendo. En este caso este movimiento pasivo se puede seguir a través de sus estancias.

Las horas del día donde mejor se puede comprobar son las que el sol esta más fuerte, al mediodía, momento en que en todas sus estancias se dividen en mitad sombras mitad luz. ¿Una simple casualidad?

Antiguamente, el hecho de contar leyendas respecto a un personaje, lo engrandecían, pasando de ser una persona a ser el mito. En este caso también, las leyendas de La Alhambra la han convertido de un palacio en todo un icono de grandeza, por el que valía la pena luchar.

Madrid Río, una apuesta por el Manzanares

Desde el 2011 podemos por fin admirar la remodelación del río Manzanares a su paso por la capital. Más de 10 km de espacios verdes, de ocio, de fuentes y puentes ornamentados que harán las delicias de los paseantes.

Además, se ha habilitado esta zona fluvial para la práctica profesional del remo, instalando un club en el que te puedes incribir si eres profesional o dar tus primeras clases si eres neófito.

Madrid Río puede recorrerse completamente a pie, disfrutando de bellos recorridos a través de jardines decorados con estilos diversos, agrupaciones formando dibujos geométricos, parterres en forma de laberintos, colinas por las que discurren cascadas, etc.

El río Manzanares le da el frescor necesario para que el paseo no se haga pesado y podemos ir parando en los miradores instalados y descansar en la multitud de bancos distribuidos por toda la zona.

Cada vereda es completamente distinta, por lo que si queremos conocerlo al completo deberemos pensar en ir por una y volver por la otra, o ir zigzagueando de un lado al otro atravesando los puentes mientras los admiramos.

Cada puente tiene una particularidad arquitectónica distinta, excepto los dos puentes gemelos, que se ven en la imagen, y que se distinguen por la decoración del interior de sus bóvedas echas de mosaico y completamente distintas.

Desde el Puente de los Franceses, en el norte del recorrido, hasta el Puente de Perrault, en el sur, disfrutaremos de amplias vistas de alguno de los monumentos del centro como la ermita de San Isidro, el Palacio Real, la catedral de la Almudena, sin olvidarnos del Puente del Rey, de 1816, y el de Segovia, de 1588.

El Puente de Perrault es metálico, con una estética de tirabuzón novedosa que se ha convertido en el emblema de este complejo lúdico.

Otra de las zonas estrella son la zona de toboganes tubulares que parten desde una colina para llegar a la base en un suspiro. Sus curvas y giros harán gritar de placer a los niños.

A lo largo del paseo nos encontraremos con una zona de fuentes de chorros de agua por las que se puede caminar y que hacen las delicias de grandes y pequeños a la hora de refrescarse un poco.

También nos encontraremos con zonas polideportivas que se pueden alquilar para practicar nuestros deportes preferidos y un servicio de alquiler de bicicletas por si deseamos hacer un poco de ejercicio.