Castilla y León, un lugar para disfrutar

Castilla y León extiende su manto por un total de superficie de 94.000 km cuadrados constituyéndose así como la región con más extensión de toda España, uno de sus signos de identidad. La meseta norte sirve de limitación con las cordilleras cántabro-astures y galaicas, de igual modo lo hace el sistema ibérico y el sistema central.

Una de sus principales atractivos radica en la gran variedad pétrea, destacando en especial algunos lugares como La Alberca, Miranda del Castañar o San Martín del Castañar pertenecientes todos ellos a Salamanca. En algunos de ellos se podrán contemplar, incluso, restos de una muralla medieval, una gran experiencia que es posible contemplar en uno de los muchos recorridos turísticos que se realizan por la zona.

Pueblos de madera:

Son muchos los pueblos que encontrarás a lo largo de esta Comunidad Autónoma que te permitirán revivir recuerdos de la infancia y conocer aquellas culturas más arraigadas. Si buen son muchos los atractivos turísticos que encontrarás en todos ellos destacan las estructuras arquitectónicas que los componen realizadas, fundamentalmente, en madera y ladrillo combinado con mampostería. Todas las edificaciones forman núcleos urbanos absolutamente concentrados y dignos de admirar pues trasladan a tiempos del Medievo.

Algunos de los más característicos los podrás encontrar en el eje de Burgos-Aranda del Duero un recorrido histórico y muy especial que es recomendable hacer con tiempo y disfrutando de la naturaleza y maravillas de la zona, en especial en lo referido a la gastronomía, gracias a sus excepcionales campos de cultivo en los que prima el cereal con piezas de pan únicas.

León y su piedra:

Si importante resulta la madera no lo es más la piedra esta vez en la zona de León y alrededores con calles empedradas, soportales, arcos… Destacan, sobre todo, en la zona de Riaño o Burón. No obstante, las estructuras más clásicas y antiguas en las que se realiza una combinación con las pallazas (paja y piedra) están presentes en Villafranca del Bierzo, también en Palencia es posible encontrar ciertos núcleos de arquitectura popular de la zona que todavía hoy se conservan.

Patrimonio de la humanidad:

Lo cierto es que Castilla y León tiene el honor de albergar tres ciudades patrimonio de la humanidad, un auténtico lujo cultural y que los turistas y visitantes no se pueden perder, se trata de Salamanca, Ávila y Segovia.

Salamanca está repleta en cada una de sus calles de arte, desde su Universidad, una de las más prestigiosas y antiguas de toda España, pasando por sus dos catedrales, una veintena de iglesias de riqueza arquitectónica y palacios de todo tipo hasta llegar a su plaza mayor. Todo ello acompañado del ocio de mejor calidad con todo tipo de teatros, galerías artísticas, cafeterías con renombre, restaurantes excepcionales y muchas cosas más que hacen que sea una de las ciudades más visitadas.

Por su parte, Ávila es una ciudad milenaria cerrada por un rosario amurallado que la hace especial y como si se tratara de un lugar propio de los cuentos de dragones y princesas. Es una de las que dispone de una tradición y cultura más cosmopolita e integradora, pues en ella han convivido distintas culturas y religiones como el cristianismo y el Islam, cuyas aportaciones son fácilmente percibidas en sus lugares más reseñables.

Destaca su catedral por tratarse de la primera catedral gótica del país y por la extraordinaria belleza que irradia a quien la contempla. Se trata de una parada obligada en la que destacan su altar mayor, su claustro y girola.

Lugar de escritores:

Ha servido de inspiración a las principales figuras literarias de este país, siendo la generación del 98 su mayor exponencial. Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Azorín, Luis Rosales, incluso Federico García Lorca le dedica alguna de sus creaciones.

Finalmente, Segovia da cobijo a una de las estrellas arquitectónicas del país, así como una de las creaciones mejor conservadas de Europa, el acueducto, seña plasmada por los romanos que se convierte en un monumento milenario repleto de leyendas y de historias sobre su origen.

Coronando la ciudad y ofreciendo unas vistas sin igual se encuentra el Alcázar, siendo en el siglo XII residencia oficial de Isabel La Católica gracias a su dificultad de acceso al interior fruto de numerosos muros y cierres de seguridad. Cargado de componentes históricos se trata de uno de los lugares más visitados a la zona por la grandeza de sus vistas y los recuerdos que genera a cada uno de sus visitantes.

Cada rincón de la ciudad, sus calles, sus soportales y sus gentes hacen de ella un lugar tranquilo ideal para transcurrir unos días de vacaciones y de absoluta desconexión del estrés propio del día a día, perfecto para disfrutar en compañía de amigos o para recorrer en familia, porque en España son muchos los lugares que todavía quedan por conocer.

Burgos, ciudad increíble

Esta hermosa ciudad, ubicada al norte de nuestra Península Ibérica, ofrece a propios y ajenos un legado de historia arraigada desde aproximadamente un millón de años de antigüedad, donde los protagonistas fueron y son los antepasados encontrados en los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca, teniendo gran relevancia otros grandes descubrimientos como los Dolmen de las Loras, los Santuarios rupestres de Ojo Guareña, las Necrópolis de la edad de hierro o huellas fósiles de dinosaurios.

Burgos ofrece infinidad de rutas alternativas para el disfrute cultural (antiguo o moderno), gastronómico, vinicultor, etc., donde pasarse unos días será el placer de muchos de sus turistas.

Catedral Burgos

La maravillosa catedral

Una de las visitas más concurridas es a la Catedral de Burgos, es uno de los más bellos y extraordinarios monumentos del arte gótico: su construcción se inició alrededor del año 1221, siendo consagrada por el año 1260, aunque su construcción se prolongó hasta el año 1765, esto otorgó que esta catedral tenga incorporados otros estilos artísticos de épocas siguientes, pero siempre predominando el arte gótico.

El conjunto barroco único en España es la Villa Ducal de Lerma, donde encontraremos el Palacio Ducal y la Plaza Mayor, el conjunto conventual de San Pedro y demás donde la historia nos invita a vivirla.

Un brindis por la belleza

En la Ribera burgalesa se encuentran las mayores zonas dedicadas al viñedo con sus excelentes bodegas, que pueden ser visitadas con cita previa, donde podremos catar algunos de sus caldos tan prestigiosos de la Ribera del Duero.

Las espectaculares vistas que nos ofrecen los paisajes de las Lagunas Altas de Neila nos dejaran completamente sorprendidos, sus maravillosos cuadros naturales y su aire limpio y fresco nos renovarán para el resto del día, donde también podremos visitar históricas localidades de la zona como Quintanar de la Sierra y Salas de los Infantes con sus extensos bosques pinares que nos acompañarán en el trayecto.

Paisajes sobrecogedores

El antojo geológico de Puentedey y el Pantano del Ebro en Arija completan una interesante ruta provincial donde los ríos Ebro y Nela dibujaron numerosos valles y angostos desfiladeros formando fértiles tierras.

El tema de la gastronomía burgalesa es conocida en toda la región española, con sus ricos y gustosos platos que hacen que el paladar esté en la gloria: podemos encontrar guisos como el lechazo asado, morcilla de Aranda, morcilla y queso de Burgos, sopa burgalesa, caracoles a la burgalesa y, como postres, los más deliciosos dulces, como las perronillas, almendras garrapiñadas, postre del abuelo, sin descontar los sabrosos vinos que ofrece esta tierra provenientes de la Ribera del Duero.

Camino francés: Molinaseca-Vega de Valcarce (etapa doble)

El despertador es un sonido apenas entreoído que, sin embargo, consigue despertarme. Mientras desayuno -fuerte, con hambre de auténtico lobo- consulto la previsión del tiempo. Para hoy, bajan las temperaturas, de modo que, y aprovechando lo llano del trayecto, decido unir de nuevo dos etapas.

Según lo pienso, me suena a un esfuerzo sobrehumano, pero ya me quedan muy pocas etapas llanas, de modo que voy a aprovecharlas.

Salgo de Molinaseca hacia Ponferrada, ciudad de la que se han escrito libros, cuyos rincones conozco –muchos de ellos, más de lo recomendable- y de la que estoy tan enamorado que no necesito siquiera abrir los ojos para reconocer el camino por el que la cruzo. Eso sí: no me resisto a acercarme por el castillo del Temple, en la parte baja de la ciudad, asociado a muchos y muy buenos recuerdos.

Encandilado por una de las comarcas más bellas de España

Bien señalizado, sigo el Camino hacia Columbrianos, dejando el ayuntamiento a la izquierda y cruzando el Sil. Desde aquí, encaro la senda que me va a dejar en Camponaraya, unos once kilómetros más allá. Por suerte, el Camino Real tiende a ser llano, con pequeñas lomas aquí y allá.

Desde aquí, y tras descansar unos minutos y apurar una cerveza (me apetecía, qué le vamos a hacer), arranco hacia Cacabelos, fin de la etapa tradicional pero ecuador de la mía. Tras cuatro horas y pico, de nuevo me tienta respetar la tradición y quedarme en el kilómetro veinticinco. En lugar de ello, me doy un chapuzón rápido en el río Cúa y me calzo de nuevo para afrontar los nueve kilómetros de relieve irregular hasta Villafranca del Bierzo.

Belleza y dolor

Los calambres se hacen presentes apenas comienzo la subida, suave, en líneas generales, hacia Trabadelo, de modo que debo detenerme, buscando una sombra y, tras unos estiramientos y comerme un plátano, calculo cuánto me queda y qué me supondría volver a la bella Villafranca.

Pero retroceder ese kilómetro  pico, sería un golpe enorme para una moral que, por tramos, es lo único que hace que las piernas se muevan de la forma correcta y en dirección al ansiado Campo de Estrellas. Adelante, por más que falten quince kilómetros para acabar la segunda parte de la etapa.

Golpe a golpe, verso a verso

Cuando empecé esta aventura, hace casi un mes, sabía que iba a disfrutar y a sufrir a partes iguales. En estos momentos, toca lo segundo, de modo que ni siquiera soy capaz de apreciar la belleza y buena acogida de Trabadelo, a seis kilómetros de la meta. Aquí, entro a comer en un restaurante. Tengo que comer fuerte, pues, aunque estoy cerca del final de la etapa, cada músculo de mi cuerpo está sacando la bandera blanca.

Un paso. Otro. No transcurren los kilómetros sino ya los metros. El sobreesfuerzo me ha provocado un fuerte pinchazo en la pierna derecha, de forma que, en cuanto dejo la mochila en el albergue de Vega de  Valcarce, me ducho, me aplico una crema de calor medio y examino la próxima etapa.

No va a ir más allá de los treintaitrés kilómetros, visto que mañana sí que va apretar el sol y visto, sobre todo que he de afrontar la temible subida de O Cebreiro. Con todo, voy a entrar en Galicia hecho un verdadero cromo.

En fin, a dormir, y a ver si mañana alcanzo Trascastela.

Enseñar deleitando

“Aut delectare, aut prodesse est”. Atribuyamos la frase a Horacio, por ser la posibilidad más factible y por darle un empaque de cultura clásica al artículo. Un traducción libre sería la de “agradar y educar”, y vamos a comentar también que se acuñó cuando se descubrió que los discípulos aprendían más  mejor si disfrutaban del proceso.

Y es de eso de lo que vamos a hablar, de disfrutar aprendiendo. Para ello, y relacionado con los viajes, el discípulo siempre recordará mejor aquello que toca, ve y vive que lo que lee y relee por mucho que el libro sea más o menos ameno o ilustrado. Para ello, entre otras cosas, se crearon las excursiones escolares.

Casa de las Conchas

Como es injusto señalar uno sólo de los muchos sitios en los que poder disfrutar y aprender, ya anunciamos que éste es sólo el primero de varios artículos que iremos dejando caer de vez en cuando sobre lugares en los que aprender es un goce en todos los sentidos.

Arte y saber: Salamanca

De momento, vamos a proponer una primera excursión para empaparnos de arte y saber: nos vamos a Salamanca. Claro que, una vez en la ciudad del Tormes, lo difícil es decidir qué ruta vamos a tomar, puesto que la ciudad en sí es un monumento.

Tal vez deberíamos partir de la Plaza Mayor. Se trata de una construcción levantada entre 1729 y 1756 siguiendo los planos de Alberto Churriguera y es un ejemplo claro del barroco español.

Piedras de oro

Una de las características más llamativas de la Plaza es que está construida con la bellísima piedra de Villamayor, lo que le confiere un color dorado a la luz del sol y la sensación de estar bañada en auténtico oro cuando se ilumina por la noche.

Paseemos con calma lo que uno de sus inquilinos de más renombre, Don Miguel de Unamuno definió como “Es un cuadrilátero. Irregular, per asombrosamente armónico”. Sólo quien ha visto y vivido la plaza salmantina sabe qué quiere decir “El viejo profesor”.

Caminando sin rumbo

Abandonamos la Plaza Mayor y, por la Rúa, nos acercamos a las dos catedrales salmantinas, no sin antes dejar atrás el Corrillo (cuya Historia, curiosa y truculenta, merece un capítulo aparte) y dejarnos vencer por lo grandioso de Anaya. Hemos dejado atrás, cien metros a la derecha la Clerecía, la Casa de las Conchas y, un poco más allá, la fachada de la Universidad Antigua.

Pero es que desde las catedrales todavía nos queda por ver el museo de Art Decó, el Huerto de Calixto y Melibea, atrás de nuevo, a la calle Bordadores a contemplar el palacio de Monterrey, patrimonio de los Alba, y… ¡Ay! Que no vamos a tener fin de semana suficiente para ver cuanto hay que ver.

Enseñar deleitando está muy bien, pero tampoco podemos enseñar demasiado en muy poco tiempo o el alumno se saturará y acabará por no aprender nada. Mejor, poco a poco… Otro día volveremos a Salamanca.

El Bierzo: para enamorarse

No sé por qué no lo había hecho antes, pero el caso es que aún no había hablado de una de las comarcas más bonitas –con diferencia- de España, lo que equivale a decir, sin pecar en exceso de chauvinista, de una de las más bellas del Planeta.

No pienso discutir, de todos modos, si alguien me dice patriotero, entre otros motivos porque, aunque no me considero como tal, no puedo darme el lujo de ser neutral cuando hablo de El Bierzo. Y no puedo serlo porque aún recuerdo los buenos ratos en Villafranca del Bierzo, en Cacabelos, en Vega de Espinareda…

Además, de la capital de la comarca, de Ponferrada provenía la mujer que me enamoró por primera vez, de modo que, entre visita y visita, alguna vez me perdí intencionadamente en sus calles o me soñé templario en su castillo.

Entre dos regiones

Aquel amor, de hace ya una buena cantidad de años, se fue, pero como todo primer amor dejó su cicatriz. Y de cuando en cuando, al humedecerse el recuerdo de Ponferrada, la cicatriz pica, recordándome que llevo debajo de ella una piedrecita de esta comarca entre León y Galicia.

Pero no se trata de hablar de mí, que al fin y al cabo tengo un interés poco mayor que el de un guijarro en cualquier camino. Se trata de hablar de una comarca, de una tierra en la que sus gentes te acogen como si fueras de la familia antes incluso de conocerte. Se trata de hablar de unos pueblos, de una ciudad marcados por el Camino de Santiago.

El Camino de Santiago

La Ruta Jacobea ha jalonado de arte El Bierzo (como al resto del Norte español) y marcado el carácter de quienes viven al borde del camino: además de los hospitales y de la huella del Temple, además del más duro de los románicos, la Ruta de las Estrellas ha dejado un poso de apertura en las gentes que se han acostumbrado a acoger y cuidar al peregrino.

Más allá de sus gentes (si es que puede haber algo más allá); más allá del arte, el entorno del Bierzo invita a verlo, a maravillarse y a no querer abandonar jamás esa visión. Un ejemplo claro es el que supone el paraje de Las Médulas, antigua explotación de oro romana que ha marcado las montañas y que provoca el pasmo de cuantos pasan cerca de ellas.

Pero eso, amigo, será tema de otro artículo, pues no ha de caberte duda de que volveremos por El Bierzo.

Hermosa Valladolid

¿Aún no conoces Valladolid? No esperes más y pasa unos días en esta hermosa ciudad que te ofrece mil y una oportunidades de disfrutar de sus encantos ¿Sabías que durante el siglo XVII y durante cinco años, Valladolid fue la capital de España?

En esta ciudad podremos encontrar indicios de asientos paleolíticos, pero hasta la edad media no empezó a ser núcleo de población: en 1208 fue incorporada a  la corte de Alfonso VIII, convirtiéndose en el centro cultural de Castilla, ofreciendo y experimentando un crecimiento comercial extraordinariamente rápido, tal fue así que en 1346 se creó la primera universidad en España, la Universidad de Valladolid.

Pero dejemos un poco la historia y centrémonos en lo que interesa visitar en esta preciosas ciudad, encontramos como punto de partida la Plaza Mayor, esta plaza es una de las más grande de España, esta plaza se destinó a usarse como mercado y como escenario de celebraciones populares de la época, hoy en día esto ha sido sustituido por comercios, bares, joyerías, etc., cerca de la Plaza Mayor, podrás encontrar hoteles y restaurantes de lo más alternativos para tu bolsillo.

Perderse en las calles vallisoletanas

Con una excelente ubicación encontramos “El Parque Grande” que gracias a más de sus once hectáreas es el pulmón y el relax de muchos turistas y vallisoletanos, aquí podrás encontrar un hermoso estanque con cascada, donde el relax es primordial, sus mejores habitantes son los pavos reales que pasean libremente por sus jardines.

Por la antigüedad que tiene Valladolid, encontraras innumerables iglesias, con distintos estilos según sus épocas, entre ellas esta “Santa María de la Antigua” del siglo XI, distinguida por su elegancia y belleza, “La Catedral de Valladolid” construida en el siglo XVI y en ella podemos encontrar una variedad amplia de esculturas, pinturas, orfebrería y demás que sin querer nos transportaran de inmediato aquella época.

Patrimonio ingente

La variedad extensa de museos que nos ofrece esta ciudad es extraordinario, podemos encontrar “El Museo de Escultura Policromada”, “Museo Oriental”, “Museo de la Ciencia” o “Museo Patio Herreriano”, etc., donde siempre saldremos de estos museos aprendiendo algo más.

Una de las ventajas que la mayoría de los que han visitado Valladolid recuerdan es que se come fantásticamente bien y a un precio sorprendente, la gastronomía y los “caldos” que se saborean en esta tierra son excepcionales, sus quesos y sus dulces deleitan nuestros más exigentes paladares.

Uno de los atributos por excelencia en gastronomía de Valladolid son sus tapas, hay dos zonas, por decir, exclusivamente para ellas, una está en los alrededores de la Plaza Mayor y la otra en La Antigua, donde podrás degustar exquisitas raciones de tapas, a cual más sabrosa.

Visita esta hermosa tierra, tiene mucho que ofrecerte.

Cinco días en El Bierzo

Ya sé que ya se han versado en esta página las virtudes de El Bierzo como destino turístico de interior, como espacio cultural y como lugar ideal para realizar actividades naturales y deporte aventura. Sin embargo, hay dos razones para reiterarnos: una, El Bierzo es algo más que el Camino de Santiago y Las Médulas, sus elementos turísticos estrella; y dos, nunca se puede hablar demasiado de El Bierzo.

Así que vamos a plantear cómo podemos pasar un fin de semana largo, o una semana corta, como se quiera ver, en El Bierzo. Evidentemente, nos vamos a quedar cortos, por razones de espacio y porque es una comarca que puede explorarse a pie de forma que parece no acabarse nunca, ofreciendo siempre nuevos lugares donde perderse y encontrarse. Basten unas pocas ideas sobre qué no perderse…

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Clunia, nuestra Roma particular (II)

En este post seguimos contándoos particularidades de Clunia. Hasta ahora hemos visitado su teatro, su foro, sus baños y sus necrópolis.

Ahora vamos a hablar de sus casas y de las lagunas subterráneas que usaban para abastecerse de agua.

Os recordamos que su ubicación está en la planicie del Alto de Casto, perteneciente al pueblo burgalés de Peñalba de Castro.

 

Las casa romanas

Habitualmente eran de una sola planta. Las habitaciones se estructuraban alrededor de un patio central que contaba con un impluvium destinado a recoger el agua de la lluvia.

La organización de la privacidad iba de lo público a lo privado, siendo las primeras habitaciones donde se recibían a los invitados. Unos pasillos porticados llevaban a las habitaciones interiores de la vivienda, la zona más privada de la casa.

Variedad de ambientes

Al ser Clunia una ciudad tan grande, presenta la amplia variedad de viviendas destinadas a todas la clases sociales romanas.

Dependiendo de la riqueza de los visitantes, las casas romanas contaban con decoración en paredes y suelo a base de mosaicos y patios ajardinados.

Calefacción central

También contaban con habitaciones subterráneas que les protegían contra el frío y el calor. Incluso algunas viviendas contaban con un sistema de calefacción a base de vapor de agua.

Como nuestra calefacción central, tenían un depósito de agua que calentaban y con cuyo vapor conseguían calentar las habitaciones. Este vapor de agua se distribuía por las dobles paredes con las que estaban hechas las habitaciones y que se comunicaban con la caldera central.

Cueva Román

La ubicación de la ciudad de Clunia no es casual, responde a una decisión meditada, tal y como corresponde al modo de construcción romano. Está situada no sólo en una planicie inmensa en la que se puede ubicar una gran ciudad y defenderla fácilmente, sino que descansa sobre una gran reserva de agua.

La Cueva Román es un conjunto de lagunas y galerías subterráneas cuyas aguas brotan en los numerosos manantiales que hay en las laderas del cerro.

Este acuífero subterráneo fue explotado a través de pozos. El trabajo de infraestructura es reconocible en los canales de interconexión entre lagunas, así como las numerosas inscripciones en su interior que lo atestiguan.

Sin necesidad de acueducto que lleve el agua hasta la ciudad, Clunia podía resistir un asedio sin problemas de agua ya que los magistrados que la gobernaban cuidaban del mantenimiento de las conducciones.

El santuario

En la cueva podemos encontrar una pequeña cavidad con un conjunto de figuras itifálicas y máscaras. Están hechas con barro de las mismas cuevas y algunas tienen inscripciones.

Los estudiosos consideran que es un espacio de gran simbolismo cuyo carácter puede ser sagrado o mágico. Lo identifican con el culto a Príapo y debido a las inscripciones se puede ver que lo visitaban ciudadanos importantes de Clunia.

Huerta de Rey, paraíso de los nombres raros

¿Habéis visto el anuncio de Aquarius sobre el pueblo español con los nombres más raros de toda España? Pues aquí os lo presento.

Enclavado en la Ruta del Cid, el lema de Huerta de Rey es «paraíso de aroma y sabor«. Haciendo honor a este lema podemos disfrutar del aroma de la salvia, romero, tomillo, espliego, manzanilla, menta y otras plantas que cubren la zona.

Y en cuanto al sabor, podemos optar por los productos de carnicería de la tierra: el cordero y el cerdo; o por su dulce miel.

Destino veraniego

Huerta de Rey tiene menos de 1000 habitantes, pero esta cantidad se cuadriplica en verano. Su fresco clima, que hace sacar las chaquetas por la noche aunque sea pleno agosto, le hace especialmente atractivo para que los huertaños emigrados y sus descendientes pasen sus vacaciones de verano.

El cariño que sus habitantes tienen hacia aquellos que tuvieron que buscar su forma de vida fuera del pueblo es tal que han erigido una estatua en honor de esos emigrantes. Este pequeño emigrante simboliza que el corazón de todos los huertaños acompañan a los que deben marcharse.

Nombres exclusivos

Entre sus vecinos podemos encontrar nombres tan curiosos como Toíla, Burgundónfora, Anisia, Vicaela, Exuparencia, Canuta, Fidícula, Leocricia, Dulcardo, Glicerio, Elacio, Diodoro, Onesiforo, Epigmenio, Firmo y Quiricio.

La tradición de poner a los recién nacidos esos nombres tan especiales viene de la dificultad que suponía localizar a los vecinos, ya que muchos coincidían tanto en nombre como en apellidos. Así pues, para que los López, Molinero, Cámara, Perdiguero y demás habitantes se distinguieran entre ellos empezaron a escoger los nombres de santorales antiguos.

Nacimiento del Arandilla

La ubicación de Huerta, entre varios cerros, hace que haya numerosas fuentes naturales por todo el municipio, incluyendo el nacimiento del río Arandilla, uno de los afluentes del Duero.

En la fuente se pueden ver las burbujas que forma el agua al brotar de entre sus piedras, dando un agua fresca y cristalina que invita a refrescarse.

Este río da nombre a la patrona del lugar, la Virgen de Arandilla, y sus aguas salen a la luz en la fuente que hay a los pies de la colina en la que está la ermita. El lugar está habilitado con una zona de juegos para niños y unas cocinas de piedra donde poder realizar barbacoas y asados.

Bailando a la Virgen

La romería dedicada a la Virgen de Arandilla se realiza el día de Pentecostés y los habitantes del pueblo la llevan en alzas desde la iglesia hasta la ermita, honrándola durante toda la travesía con el baile tradicional de Burgos, la jota.

Es la fiesta más importante de Huerta, reuniendo a muchos visitantes, tanto de fuera como de los municipios de los alrededores.

Manantiales frescos

Enfrente de esta fuente nos encontraremos con otro espacio de recreo que forma parte del conjunto de la fuente de La Salud. Otro manantial de agua maravillosa que han encauzado formando un pequeño lago.

Otro merendero en que podemos ir a asar unas chuletas de cordero y algunos chorizos o panceta, producidos por las ganaderías de la zona, es el del paraje de Las Navas.

Aparte de los pinos resinosos que cubren todos estos montes, este paraje cuenta con otra fuente que alimenta una alberca cuya función es hacer de abrevadero para los animales que pastorean por la comarca.

Más que un merendero

Algo más alejado, podemos ir a disfrutar del merendero estrella de la zona: la Casa del Monte. Este espacio dispone de una zona de juegos para los niños, muchas mesas, varios grupos de cocinas y otro manantial de aguas frescas.

Este agua se recoge en una pileta, siendo utilizado por los visitantes como nevera para refrescar las bebidas y la fruta, demostrando que la naturaleza nos ofrece muchas sorpresas.

Aprender divirtiéndose

En esta zona está ubicada el Áula de la Naturaleza, un espacio natural de aprendizaje donde se hacen campamentos de verano. Dispone de una cabaña informativa que podemos visitar.

Es un ambiente relajante en el que los pinos son los reyes del lugar. Son parte muy importante de la industria de la zona, ya que son pinos resinosos y de ellos se extrae la valiosa resina. Esto hace que a los olores de los matorrales de hierbas aromáticas se les una el potente frescor de la resina.

Parajes magníficos

Camino de la Casa del Monte nos encontraremos con un curioso merendero. Son las antiguas piscinas naturales. Este espacio también cuenta con otra fuente-manantial que era la que abastecía de agua constante a las 2 piscinas, una de adultos y otra para niños.

Estas piscinas hace muchos años que se clausuraron. La construcción de unas más modernas mucho más cerca del pueblo, con agua tratada, duchas y todos las comodidades propias de las piscinas municipales fueron la causa principal de que se decidiera no seguir utilizándolas.

Ayllón, historia y arte

Un pueblo que tiene el lema que podéis leer en el título tiene que ser por fuerza un lugar que merece la pena visitar, ¿no crees? Se trata de una villa situada en la provincia de Segovia, lindando ya con Soria y Guadalajara y es un lugar con mucha historia pues ya fue habitado por los antiguos celtíberos, que tenían un asentamiento que fue destruido por los romanos durante su invasión en el año190 A.C. y repoblado por los árabes en el siglo X de nuestra era. Muy cerca de Ayllón podemos ver los restos de una antigua necrópolis visigoda.

Sus edificios más representativos

La villa fue en su momento un recinto amurallado. Actualmente solo queda una de las entradas, un arco medieval con los escudos de los duques de Villena, colocados en el siglo XVI. Ha sido restaurado en este año, 2013 recuperando en esta obra todo su esplendor pasado.

Una vez entramos en la villa a través del arco podemos encontrar el Palacio de los Contreras, un edificio con fachada de estilo gótico isabelino. Se la conoce como el Palacio de Don Álvaro de Luna, pero no tuvo nada que ver con él ya que fue construida posteriormente a su muerte.

En la plaza mayor, de gran belleza y personalidad, podemos encontrar la iglesia románica de San Miguel, con una gran balconada desde dónde el clero podía ver los festejos taurinos que se celebraban en la plaza por aquel entonces; el edificio del ayuntamiento, que solo conserva la fachada del original, destruido en un incendio; Y  la casa de la torre, el edificio civil más antiguo de Ayllón y que actualmente es sede de un banco y del hogar del jubilado.

Hay muchos otros edificios interesantes en la villa, como por ejemplo el convento de las monjas convencionistas, del siglo XVI y que actualmente está en manos privadas y es un alojamiento rural.

La naturaleza que rodea Ayllón

Si te gustan las salidas por el campo y el aire libre, Ayllón está muy cerca de algunos lugares maravillosos para perderse y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza. También se pueden realizar rutas de senderismo a diferentes niveles. Los lugares más bonitos que puedes visitar partiendo de la base de Ayllón son : La sierra de Ayllón, el Parque Natural dela TejeraNegra, el Hayedo de Montejo, el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón o el Parque Natural del Río Lobos.