Después de recoger la legendarias calles de la capital burgalesa y haberme tomado un tiempo de descanso, me dispongo de nuevo a emprender aquel camino que comencé hace ya unos días. La salida de la ciudad parece más rápida que la entrada a ella, quizás sea porque las energías ya me flaqueaban cuando llegue allí.
La Castilla profunda y llana, en la que el horizonte parece nunca cambiarse de lugar, se nos presenta ante nuestros ojos. Sus campos llenos de cereal nos dan la bienvenida a lo que más adelante nos esperarán en su llanura.
Comenzamos el camino
Tomando como referencia la Catedral, tenemos dos opciones para seguir adelante. La primera es cruzar el puente peatonal de Malatós. La segunda es la de seguir por el camino marcado, a través de las calles de Villalón, Emperador y Fernán González.
Siguiendo la primera ruta, y después de atravesar el Puente de Malatos y haber cruzado el río Arlanzón por encima, llegaremos al parque del Parral. Para seguir nuestro camino, deberemos atravesarlo hasta llegar a la altura del Hospital del Rey.
Recorridos unos 700 metros por la carretera nacional, nos adentraremos en un camino de tierra. Andaremos unos 4 km hasta llegar a ver la localidad de Villalbilla de Burgos. Como referencia, unos metros antes de llegar al pueblo, nos encontraremos con una línea de tren de alta velocidad.
Más adelante tendremos que cruzar la autovía A-231 a través de un viaducto que pasa por encima del río Arlanzón. Dejando de lado los caminos de tierra, nos esperará de nuevo el caliente asfalto. Siguiendo la N-120, atravesaremos el Puente del Arzobispo, hasta llegar en poco tiempo a Tardajos.
Sigo mi camino…
Una vez hemos descansado unos minutos en Tardajos, el próximo paso será atravesar el río Urbel a través de una carretera secundaria. Aunque en el pasado atravesar ese camino era toda una odisea por la cantidad de barro que producía el río, en la actualidad no hay ningún tipo de problema en cruzarlo. Ya lo decía el dicho: «De Rabé a Tardajos, no te faltarán trabajos; de Tardajos a Rabé, liberanos Domine».
Todavía me queda un buen rato hasta llegar al final de mi etapa, hoy se presenta ante nosotros una larga etapa . Por caminos agrícolas y de tierra llegaremos a superar la Primera Meseta.
Prosigo mi camino…
Después de tomarme un respiro en el área de descanso, llegaremos a Hornillo del Camino. En esta localidad atravesaremos la calle principal, recta y direccionada para seguir el camino.
Después de que nuestros pies caminen casi 6 kilómetros, nos toparemos con la fuente Sambol. Además, también se encuentran el albergue de peregrinos y las ruinas de un convento que tuvo mejores tiempos, el convento de San Baudillo.
Siguiendo por el camino, llegaremos a atravesar una segunda meseta. Tras caminar 6 kilómetros, llegaremos al final de la etapa de hoy, a Hontanás.