Siempre, cuando nos adentramos en la difícil tarea de buscar un destino para hacer una éescapada solemos centrarnos en lo que esa localidad nos ofrece. Qué ver, qué vivir o qué hacer. Pero pocas veces cuando emprendemos un viaje nos guiamos en hacerlo por el lugar donde hospedarnos.
Estas ocasiones puntuales suelen ser cuando la actividad que queremos llevar a cabo está relacionada dentro de estos recintos hosteleros: Casas rurales, balnearios o, como el caso que hoy desarrollaremos, el conocido como enoturismo.
Otra forma de viajar, el enoturismo
Cuando hablamos de este término nos referimos a turismo al rededor del vino. Toda una cultura que no solo encierran los caldos, sino que trepa como la propia parra entre su elaboración, sus tierras, su cultura y sus gentes. Cuyo templo de contemplación y dedicación donde poderle hacer culto lo encontramos en las bodegas.
Y de esta dedicación y pasión se idearon una serie de redes en torno al vino, su crianza, su elaboración hasta su consumo. Un sector que para afrontar esta demanda se abrazó aun con más fuerza al hostelero, no solo por ligarlo con la restauración. Sino para dar cobijo a todos los que, interesados por sus bodegas, pudieran descansar y hacer noche.
Fruto de esta unión, nacería un tipo de hospedaje fuera del bullicio de la ciudad. Encontrando su sitio junto a los viñedos y las pampas. Hoteles que nos hacen participes desde el primer momento de los caldos tan famosos de nuestro país.
Enoturismo en España
Al igual que otros países del Mediterráneo, en España se ve ligada de una manera especial al vino. No hay rincón de la historia que no esté regado por esta bebida. Y son grandes conocidos por el resto del mundo, donde gozan de gran reconocimiento.
Si estamos pensando en vivir una de estas experiencias lo primero que tenemos que hacer es escoger algunas de sus rutas, que se dividen por la denominación de origen de su producto estrella, el vino:
Jumilla y Yecla (Murcia), Rias Baixas (Galicia), Ribera del Duero (Castilla y León), Navarra, La Rioja, Penedes (Cataluña), Jerez y Montilla Moriles (Andalucia), Ribera del Guadiana (Extremadura), La Mancha y Tenerife.
Una red vinícola que nos lleva por toda España dando la oportunidad de poder beber y degustar y aprender de los distintos sabores a la vez de su gastronomía. Una oportunidad de unirnos más a la nuestra cultura, unida a la tierra.