La deliciosa gastronomía de Menorca

Caldereta-de-langosta
                                Caldereta de langosta

Como os comentábamos el otro día, Menorca es una isla maravillosa Reserva de Biosfera desde 1996. Pero también adelantábamos que Menorca debería ser declarada Reserva Gastronómica porque las delicias de su mesa son innumerables.
Como no podía ser de otro modo, la cocina menorquina sabe a Mediterráneo y a diversas culturas como la romana, la inglesa, la árabe y la francesa que enriquecieron un recetario que se ha transmitido oralmente de generación a generación.

Los amantes del pescado y el marisco se encuentran en Menorca como en el paraíso ya que pueden disfrutar de pescado fresco como el caramel, mero, rape, raor y pescado de roca y marisco como berberechos, pulpo, calamar, sepia, cigala… Pecado mortal no probar la caldereta de langosta y los calamares rellenos.

Carnes

La carne estrella es el cerdo, del que se obtienen los deliciosos embutidos; aunque también hay vacas de las que obtienen la leche para sus afamados quesos y la carne para platos tan típicos como los feixets, que son unos rollitos de carne de ternera en láminas muy finas que rellenan de sobrasada, huevo y tocino.

También hay delicias de carne de caza como las perdices o los conejos; y otros animalitos: los caracoles, cocinados de muchas maneras entre las que destacan los caracoles con alioli y con centollo.

Productos animales

Deliciosos embutidos
Deliciosos embutidos

Sus embutidos, que provienen de la época romana, se caracterizan por el uso de las especias por lo que tienen un sabor único. Creo que no hace falta que recomendemos la sobrasada, más suave que la mallorquina ni la butifarra, ya sea la blanca (que no tiene sangre) como la negra que sí la lleva, conocidas en todo el mundo por ser delicias gastronómicas; por ello vamos a recomendaros dos embutidos menos conocidos pero igualmente deliciosos: la Carnixulla y el Camot.

Carnixulla es un embutido único ya que es especifico de la isla y proviene de la época romana. Es una longaniza de carne magra, tocino y especias, con una forma alargada que lo asemeja a un látigo.

Camot también es una longaniza con carne picada de cerdo, sangre, pimienta negra, pimentón y anís. Es negra, grasienta, más ancha que la Carnixulla y se come cruda con pan.

Cómo no mencionar los quesos. Destaca el Queso de Mahón, con D.O. Protegida. Tiene un color anaranjado típico y se puede encontrar en cuatro variedades según el tiempo de maduración: el tierno, el semi-curado, el curado y el añejo.

Como curiosidad decir que los buñuelos de todos los santos se hacen con el tierno y son una delicia para los sentidos.

Verduras

Los que prefieren la verdura también pueden disfrutar de platos con hortalizas y verduras frescas como la Oliaigua, deliciosa sopa con hortalizas como ajo, pimiento verde, cebolla y tomate acompañadas con pan; las berenjenas al horno cubiertas de pan rallado, ajo y perejil picado, muy suaves ya que la berenjena menorquina es pequeña y muy tierna; el perol, con patatas y tomates laminados con una capa de pan rallado, ajo y perejil y que se gratina al horno; la lacarbassonada, hecha con calabacín y que se deshace en la lengua con su cebollita picada.

También hay delicias que llevan setas como ingrediente principal, especialmente los níscalos, las senderuelas y las secas.

Frutas, frutos secos y postres

Coca
Coca

También hay frutas y frutos secos deliciosos como los higos, los melocotones, las peras, los dátiles, los piñones y las almendras. El higo acompaña a veces a algunos platos salados y resulta delicioso el típico pan de higo o figat.

Hablando de postres sanos, es obligatorio probar el requesón o la cuajada fresca con miel ya que se hace en las queserías de la isla y no se exporta; una pena porque están riquísimos. El Pudin de requesón lleva galletas de Alayor y está adornado con pasas y piñones y también está para chuparse los dedos.

Para los más golosos hay postres deliciosos que van más allá de la famosa coca bamba con forma de caracol, la ensaimada y el Rubiol (empanada dulce) típicas también de Mallorca. Destacar las formatjades de requesón, dulces en vez de saladas ya que van rellenas de una mezcla que contiene requesón y piel de limón; las crespells, unas pastas con forma de flor rellenas de mermelada sobre una base de requesón y limón: pastas también son las Oran, finas y crujientes con aroma a vino moscatel y con miel tibia por encima

Todo regado, como no podía ser de otro modo con vino de alguna de sus cuatro bodegas que llevan el distintivo «Vino de la Tierra Isla de Menorca» y cuentan con numerosas distinciones internacionales.

Y para bajar toda la comida, un chupito de digestivos como la Frigola, el especiado Calent, la suave Estomagale, la Ratafía menorquina, o un pelotazo de Gin de Manorca.

Y aquí paz y luego gloria.

No sé a ti, pero a mí me ha entrado un hambre