A veces, viajar con niño s se convierte en una auténtica odisea sobre todo si son inquietos. En principio salir de casa con ellos ya es una gran aventura para los padres porque muchos piensan que se va a acabar el mundo o algo parecido. Un montón de trastos, el maletero a rebosar, gritos por todas partes…puede llegar estresar bastante y ponernos a todos de mala leche. Pero hay que aprender a relajarse y tranquilizarse.
Cuando elegimos una escapada con los niños, en mi modesta opinión, tiene que ser a un lugar que no esté demasiado lejos de donde vivimos. Primero porque los desplazamientos suelen ser algo complicados porque a los niños no les gusta demasiado y segundo porque se aprovecha mucho más el tiempo y no se pierden horas en llegar.
Si tenemos que movernos obligatoriamente, es preferible que lo hagamos de noche. De esa manera, los niños dormirán durante todo el trayecto y tendremos la tranquilidad que se necesita en un largo viaje. Cuando despierten ya estaremos en el lugar elegido y estarán frescos y contentos para descubrir cosas nuevas y pasar unos días de disfrute.
Mirando el bolsillo
Como no podía ser de otra manera, en muchos casos, las salidas serán contadas y los presupuestos cada día más limitados. Una de los desembolsos más grandes es la comida fuera de casa por eso, aunque nos cueste algo más encontrarlo, estaría bien buscar un refugio en el que podamos comer la comida que hemos preparado en casa.
Si nos encontramos alojados en una casa rural, opción completamente recomendable, y tenemos la opción de cocinar nosotros mismos, realmente nos ahorraremos mucho dinero. Eso no quiere decir que de forma excepcional, podamos salir algún día a almorzar fuera de casa y disfrutemos de la gastronomía popular de la zona.
Escapadas con otras familias
Una de las maneras más fácil de entretener a los niños es que jueguen y se diviertan con otros. Si en tu entorno hay parejas con niños, que las dos familias se junten puede ser una buena opción. De esa manera tanto los hijos de unos como los otros se divertirán jugando juntos.
Si ya son mayorcitos incluso puedes proponerles actividades algo más complicados como un juego de pistas en el que tienen que encontrar un tesoro o rutas de senderismo fáciles en las que puedan descubrir los secretos de la naturaleza y aprendan a valorarla y respetarla…