Ávila, municipio ubicado en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, tiene increíbles misterios y tesoros por descubrir, aunque es una ciudad muy antigua, ya que en la época romana se estableció la ubicaron como nuevo centro de asientos estratégicos, en la actualidad es una de las ciudades con una gran cantidad de joyas arquitectónicas muy antiguas e interesantes.
La Catedral de Ávila es una de las fuentes principales para el redescubrimiento: en ella, últimamente han encontrado (aún sin investigar) 50 cantorales de canto llano y polifonía de los siglos XIII al XX.
Esta catedral, que supuestamente empezó a ser construida hacia el año 1.091 sobre los restos de la iglesia de San Salvador, nos ofrece en la actualidad su versión de románica a gótica, regalando al turista una obra espléndida y que se mantiene joven a pesar de los siglos.
Las muy bien conservadas murallas
Las Murallas de Ávila, son otros de los tesoros a contar, estas murallas rodean el casco antiguo de la ciudad, tienen un perímetro aproximado de 2.516 metros y ocupan una superficie de 33 hectáreas. Contienen 9 puertas y 88 torreones y sus muros tienen 3 metros de grosor y 12 metros de altura: lo que se dice toda una fortaleza. Si de día es una belleza admirarla, de noche al estar iluminada es una impresionante obra que nos deja sin habla por su magnificencia.
La Sierra de Gredos es uno de los grandes pulmones de esta zona: su impresionante paisaje nos ofrece una delicia para la vista y el sentido, ofreciendo lagunas, gargantas, senderos y demás obras de la naturaleza que no debemos perdernos y saber disfrutarlos.
El «Murallito»
Ávila, al ser un centro turístico ofrece al visitante visitas organizadas y para ello una de las opciones en un tren llamado “Murallito” con una capacidad para 50 personas (teniendo este tren como opción principal para minusválidos físicos una rampa especial para que no se pierdan este hermoso paseo) recorre las zonas principales, como las Murallas de Ávila, la Catedral, sus iglesias, sus conventos, sus monasterios, ermitas y palacios.
Su gastronomía es exquisita: en cualquier restaurante podrá encontrarse con delicias para el paladar, frutos de sus tierras y ganadería, como el chuletón de Ávila, patatas revolconas, su típica sopa castellana o las Yemas de Santa Teresa.
Pasarse un fin de semana en Ávila, en pareja o en familia será una delicia en todos los sentidos, palparemos toda la historia que nos han dejado los romanos y degustaremos tanto con la vista como con el paladar lo que nos ofrece esta hermosa tierra.