Salamanca tierra mía, de arte y sabiduría (II)

La vez anterior hablamos de Salamanca como ciudad monumental, cultural, artística, pero Salamanca tiene más facetas que ofrecer a aquellos que se acercan a conocerla unos días o deciden pasar un periodo más largo en ella. Siempre se descubren cosas, lugares secretos, rincones románticos.

Esta vez os hablaré de aquellos que hemos tenido la oportunidad de estudiar y formarnos en ella, de lo que hemos vivido y sentido, de lo que hemos llorado y reído, de lo que hemos oído y degustado, de lo que hemos aprendido de la vida en un tiempo record.

No todo el mundo es tan privilegiado de poder estudiar en una ciudad como ésta, preparada para acoger a todo el que quiera llegar de todas partes de la tierra, y tener la oportunidad de recibir la mejor formación en cualquiera de las dos universidades: La Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia.

Yo estuve allí

Yo fui una de esas privilegiadas que tuve la oportunidad de estudiar allí, y la verdad os lo digo, que volvería a vivir aquella época aunque fuera por un breve periodo de tiempo, y volvería a repetir mi experiencia a pesar de tener algunas dificultades. Lo volvería a hacer y lo recomendaría a cualquiera que se sienta responsable.

Se dice que puede ser la perdición de muchos, llegar a una nueva ciudad, sin un control parental, con la sensación de que podemos comernos el mundo, y sí es verdad, puede que para algunas personas sea el camino a la libertad deseado, pero sin responsabilidad puede convertirse en el mayor de los agujeros.

Responsables ante todo

Hay que ser responsable con la decisiones que tomamos, pensar en el esfuerzo que pueden estar haciendo los padres, reflexionar sobre esa oportunidad puede llegar a suponer en el futuro… pero muchos no llegan a tener la madurez suficiente como para darse cuenta de que son unos privilegiados y que se presenta ante ellos una gran oportunidad para construir su futuro.

Todo está pensado por y para vosotros

Pero después de una gran charla, os voy a explicar que es lo que la ciudad puede aportaros como estudiantes. Primero, todo está pensado para vosotros, comedores universitarios, fiestas universitarias en locales nocturnos, la nochevieja universitaria… muchas actividades están dirigidas a este colectivo porque la ciudad vive principalmente de ellos y del turismo.

Los chicos además tenéis la oportunidad de meteros en alguna tuna de las diferentes facultades y pasar un buen rato. Las chicas todavía no tenemos la oportunidad de meternos en este tipo de colectivos tan tradicionalistas.