La estación de tren de Atocha en Madrid es una de las más antiguas de la capital y, a la vez, una de las más modernas. Combina líneas de cercanías, media distancia, largo recorrido y el veloz Ave, con sus líneas afiladas.
Como centro neurálgico de muchas de las largas travesías en tren, el interior de la estación está pensado como un lugar de descanso en el que pasar cómodamente la espera entre trenes.
Su cúpula es toda una belleza y su interior es un entramado moderno de comercios, cafeterías y un bello jardín tropical.
Jardín natural climatizado
Convertido desde su instalación en uno de los puntos de encuentro más importantes de la estación, tiene uno bello estanque en el que viven peces de colores y tortugas. A lo largo del recorrido podemos descansar en alguno de los bancos y disfrutar de la belleza de la exuberante vegetación.
Museos y libros
Si disponemos de tiempo suficiente, podemos salir de la estación y visitar alguno de los lugares cercanos. A su alrededor están ubicados varios museos. Uno de ellos es el Museo Nacional de Antropología, que está justo enfrente de la Puerta de Atocha.
Si queremos disfrutar del arte contemporáneo podemos acercarnos al Centro de Arte Reina Sofía y elegir alguna de las exposiciones que se exiben. También podemos entrar a visitar los Jardines de Sabatini y disfrutar tomando algo en este entorno.
Para los lectores también hay un lugar especial, la Cuesta de Moyano, donde podrán encontrar libros de ocasión y de actualidad en la casetas de compra-venta de libros que jalonan este emblemático espacio.
Naturaleza y bellos tapices
Y si lo que nos gusta es la naturaleza, podemos optar por visitar el Jardín Botánico y pasear por sus parterres y rosaledas o adentrarnos en el Parque del Retiro por la Puerta del Ángel Caído que guarda una estatua de D. Pío Baroja.
Esta zona del parque es de las más agrestes, ideal para disfrutar del césped y de la tranquilidad. Subiendo por la calle asfaltada llegaremos a la famosa fuente de El Ángel Caído y disfrutar contemplándola.
Otro museo que hay cerca es la Real Fábrica de Tapices, donde podemos visitar alguna de sus cinco salas y deletitarnos con estas delicadas obras textiles.
Estas son sólo algunas de las posibilidades que tenemos para que el tiempo de espera pase casi sin enterarnos mientras disfrutamos de un paseo encantador lleno de sorpresas y maravillas.