Hace unos días te hablaba de que comenzaba una serie sobre diez destinos que los turoperadores y los turistas que se guían exclusivamente por ellos parecen no tener demasiado en cuenta. Entonces te hablaba de Trieste, Arras, Gujarat y Chongquing y de lo que nos estamos perdiendo por seguir siempre a los guías de los viajes organizados.
Vamos a por el segundo de estos tres artículos: en esta ocasión comenzaremos en Escocia. Más concretamente en la deliciosa ciudad de Aberdeen. En otra ocasión visitaremos este país, que es infinitamente más que kilts, gaitas y Nessie. Pero hoy nos detenemos sólo en la bellísima Aberdeen.
La joya indiscutible de esta ciudad que parece construida sólo de granito es su universidad, dentro de cuyas instalaciones destaca el King’s College, datado en el siglo XV. Tampoco podemos perdernos una playa digna del objetivo del fotógrafo más exigente o un pueblecito cercano, Footdee, que parece el escenario en el que Tolkien imaginaría El Señor de los Anillos. Por cierto, como anécdota: el castillo de Dunottar, con su sobrecogedor acantilado, fue el escenario del “Hamlet” de Franco Zeffirelli.
Un viaje al país de los tulipanes
Cambiamos de ciudad y de país: nos vamos a Holanda, más concretamente a Utrecht, eclipsada como destino turístico por la todopoderosa Ámsterdam. Vale la pena dedicarle, más que una horas, unos días a esta ciudad rebosante de arte y de Historia. Si así lo haces, no dejes de disfrutar del canal medieval que circunda al casco urbano; de su zona portuaria que bulle continuamente de actividad; y del delicioso ambiente de sus cafés bohemios.
Ahora, no sólo cambiamos de cuidad y de país, sino que también lo hacemos de continente. Porque, por muy europeizado que esté, Marruecos sigue siendo parte de África. Y allí, entre las joyas del reino alauita, una que no acabo de entender por qué no se tiene más en cuenta.
La paz y la belleza de Meknés
La ciudad imperial de Meknés puede competir en atractivo y, en muchos aspectos, superar al de otras tan renombradas como Fez y Marrakech. Es más, según lo que busquemos en nuestros días o semanas de asueto, esta población puede ganarle por mucho a las otras, gracias a la sensación de tranquilidad de que ofrecen la mayor parte de sus calles.
Y no sólo por la calma y el relax que en ella se respira es atractiva Meknés: podemos visitar cincuenta palacios, recorrer más de cuarenta y cinco kilómetros de muralla y contemplar las ruinas romanas de Volubilis.
En el capítulo que cierra esta serie, visitaremos otras tres ciudades injustamente condenadas al ostracismo turístico. Una de ellas, española… ¿Cuál será?…