Decíamos para terminar el primer artículo de esta serie que íbamos a viajar, para conocer muy someramente los castillos que jalonan la geografía española, de Extremadura a Aragón. Y así va a ser: nos vamos del pacense castillo de Alburquerque a Huesca.
Lo que no te habíamos contado (algo teníamos que guardarnos para sorprenderte) es que vamos a hacer escala en el castillo, probablemente, mejor conservado de Europa. Una vez lo conozcamos, visitaremos una fortaleza de planta circular. Vamos por orden:
Loarre: de película
El primer lugar que hoy vamos a visitar es el oscense castillo de Loarre. De estilo románico, es, como ya te hemos dicho, posiblemente, el mejor conservado de Europa. Su construcción data del siglo XI y se encuentra sobre la sierra de Loarre. Desde él se dominan muchos kilómetros de la llanura de la Hoya de Huesca.
Fue Sancho III quien ordenó su construcción para organizar desde allí las incursiones contra los territorios musulmanes de Bolea. A día de hoy se ha convertido en escenario de rodaje de una buena cantidad de películas.
El castillo de Bellver: espectacular en un entorno espectacular
Prometíamos al principio de este artículo rendir visita a un castillo de planta circular. Sea. Pero es que otra de sus particularidades es que se encuentra en una isla. Concretamente, hablamos de Palma de Mallorca. Es el castillo de Bellver.
Es muy probable que la imagen de esta fortaleza te suene mucho, habida cuenta de que es una de las más conocidas de cuantas se encuentran en tierras españolas, así como una de las más visitadas en su colina de 140 metros de altura.
Ya desde la base de la construcción podemos acceder a unas vistas espectaculares, pero desde el adarve es maravilloso contemplar la bahía y la ciudad, bella se mire desde donde se mire, de Palma de Mallorca.
Un lugar histórico
Bellver se construyó en los primeros años del siglo XIV y desde el siglo XVIII hasta principios del siglo pasado funcionó como prisión militar, conocida como la prisión de la Olla. El castillo resulta, en todo caso, una visión espectacular, difícil de olvidar, como lo es todo su entorno.
Una vez rendida la visita a estas construcciones, nos retiramos de nuevo a reposar nuestros huesos, no sin antes planificar la próxima etapa del viaje entre castillos. En el próximo capítulo nos iremos hasta tierras de Castilla y a otro que nos va a remitir a la comunidad foral de Navarra.