El Fonoll, paraíso naturista

El Fonoll está situado en la provincia de Tarragona y es el único pueblo totalmente naturista que existe en España. El pueblo llevaba completamente abandonado más de sesenta años  y hace un lustro que Emili Vives decidió crear un paraíso naturista en una gran finca del lugar que compró para realizar un proyecto que era el sueño de su vida.

La mayoría de las personas acuden a pasar fines de semana y vacaciones de verano ya que queda bastante apartado de la civilización y no es muy viable para vivir durante todo el año para la mayoría, pues obligaría a largos desplazamientos por una carretera llena de curvas para acudir a los núcleos urbanos más cercanos.

El Fonoll, paraiso naturista
© click – Fotolia.com

Una población muy ecléctica

En el Fonoll hay gente de todo tipo, de todas las edades y clases sociales. Los vecinos comentan divertidos que hay un guardia civil, un magistrado e incluso un ex franciscano. Vamos, que no es cosa de hippies trasnochados como algunos pueden pensar al oír hablar de un pueblo naturista o, como dicen los mayores “desnudista”.

Algunos de los habitantes o asiduos de Fonoll son vegetarianos y llevan un estilo de vida  alternativo, pero no todo el mundo se corresponde con los clichés que solemos tener sobre los defensores de la desnudez. Los únicos que no son bien recibidos son los “textiles”, es decir, aquellos que van con ropa ya que nadie quiere ser objetivo de mirones que acudan a ver la vida normal del lugar como quien observa un espectáculo.

Aunque algunas veces, en excursiones que realizan por la zona se han encontrado grupos de gente vestida que se han sorprendido al verlos, lo normal es que eso no suceda ya que la gente que se acerca por la zona sabe de la existencia del poblado y lo respeta.

Desnudez no implica sexo

Tanto en sus blogs como en las entrevistas que han dado a periódicos que han querido publicar sobre ellos, otro tema que dejan claro es que el naturismo no lleva implícito sexo y que no son en absoluto una comuna liberal. Se trata de ver el desnudo humano no necesariamente como algo erótico sino como algo natural.

En el pueblo se llevan a cabo actividades de todo tipo, comidas o cenas conjuntas, conferencias sobre naturismo o arte y excursiones nocturnas. La finca da cabida a unas 200 personas todos los fines de semana, alojados en casas familiares con todo tipo de servicios y con un precio muy apetecible. Además viajarás ligero de equipaje y no perderás ni un minuto en pensar en qué ponerte cada mañana.