Osos y artistas de prehistoria

La de Las Ubiñas-La Mesa es la más “joven” de las Reservas de la Biosfera incorporadas al Club de Producto Reservas de la Biosfera de Asturias. Está ubicada en el área central de la Cordillera Cantábrica y se extiende por terrenos de los concejos de Teverga, Quirós y Lena (la totalidad del concejo de Teverga, la parte de Quirós al sur del río del mismo nombre y una estrecha banda montañosa al sur del concejo de Lena). Las grandes manchas boscosas maduras, la fauna, los relieves protegidos como Cueva Huerta o los Puertos de Marabio son algunos de los aspectos destacables de esta zona que pronto comenzará a desarrollar su propia oferta de alojamientos y actividades del Club.

Una de las joyas de esta Reserva de la Biosfera está en el concejo de Teverga. Es el Museo de la Prehistoria, una suerte de gran exposición colectiva sobre piedra de los anónimos y misteriosos artistas que expresaron sus miedos, sus esperanzas y su visión del aquel mundo que estaba casi sin estrenar. Un recorrido por este museo permite conocer de una sola vez lo más destacado del arte rupestre mediante reproducciones de las pinturas descubiertas en yacimientos arqueológicos tan importantes como Lascaux, Altamira o Tito Bustillo. La historia del arte, la historia del hombre y la de las sociedades tienen su origen en la relación directa con la naturaleza, una dinámica que continúa cientos de siglos después como acreditan las Reservas de la Biosfera.

Parque de la Prehistoria
Parque de la Prehistoria

La Reserva de Las Ubiñas-La Mesa permite también un paseo a pie o en bicicleta por la transitada y conocida Senda del Oso que ya tiene entrada propia en la Wikipedia y donde se explica que “discurre por el camino en dónde antaño estaban situado el tren minero que recorría el valle del río Trubia desde las localidades de Santa Marina (Quirós) por un lado y las minas de Teverga (desde Entrago) por otro, que confluían en el pueblo de Caranga de Abajo (Proaza) y desde allí llegaban hasta el pueblo de Trubia perteneciente al municipo de Oviedo. Este tren se usó hasta el año de 1963 para el transporte de mineral de hierro y carbón por parte de la Compañía de Minas y Fundiciones de Santander y Quirós fundada en 1868 y más tarde por la Fábrica de Mieres en 1888. Durante todo el tiempo de existencia de esta línea, el transporte de viajeros fue casi inexistente. Al final, el agotamiento de las minas, así como su poca rentabilidad económica en contraposición a otras cuencas mineras asturianas propició su cierre en 1963”.