Oviedo es una ciudad de origen medieval, fundada en el año 761 según recogen los registros de la época. Se construyó en un punto de paso aunque hay teorías que dicen que podría haber habido un poblado romano en ese punto.
Actualmente es la capital del Principado de Asturias y uno de sus principales puntos de cultura, marcado sobre todo por la Universidad, que fue inaugurada en el año 1608, el día de San Mateo. Por desgracia tanto los antiguos edificios como el legado cultural que contenían fueron destruidos durante la guerra civil.
Tras esta se comenzó una reconstrucción que intentó en todo momento respetar la arquitectura original y comenzó a ampliarse y a crecer con nuevas facultades y colegios mayores hasta convertirse en uno de los campus de referencia.
La ciudad en si ha sido escenario de muchas novelas aunque bajo otros nombres. La más famosa es sin duda “La Regenta” de Leopoldo Alas Clarín. En la plaza dela Catedral podemos ver una estatua dedicada a la creación literaria.
Un centro histórico que merece un detenido paseo
Y además será un paseo tranquilo, ya que se puede pasear sin coches en la mayor parte del centro de Oviedo. Destaca la Catedral de Oviedo, cuya fachada fue limpiada a fondo y rehabilitada hace muy poco y que luce ahora en todo su esplendor. Pero no es el único edificio que ha disfrutado de mejoras. En general todo el caso antiguo de la ciudad está muy cuidado y sus edificios se han restaurado manteniendo su arquitectura original.
En la Plaza del Fontán las cosas fueron aún más allá y la totalidad de la plaza, con gran peligro de derrumbe, fue derruida y se ha levantado en su lugar una nueva que conserva las proporciones y el aspecto sencillo de la origina, construida sobre una laguna desecada en el siglo XVIII. Si coincide que vas uno de los días de mercadillo encontrarás multitud de puestos y un ambiente muy festivo.
En general, pasera por el centro de Oviedo es como viajar en el tiempo y transportarse varios siglos atrás mientras se descubren los innumerables secretos de esta ciudad que darían ya no para varios artículos sino para un blog completo.
Woody Allen, un fanático de esta ciudad
Woody Allen quedó enamorado de esta ciudad la primera vez que la visitó y la alabó con las siguientes palabras ““ciudad deliciosa, exótica, bella y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… como un cuento de hadas”. La ciudad se lo agradeció con una estatua, la única que se le ha dedicado el genial director de cine.