Si por algo se caracteriza la gastronomía en la Península es gracias a miles de años de historia y decenas de pueblos que con sus culturas han importado o modificado cada una de las recetas. Consiguiendo infinidad de variaciones de una misma receta según se situaran en los distintos puntos cardinales de nuestro país.
Si hay un lugar en España donde más nos podemos encontrar este caso, esa es la bella Córdoba. Una de las ciudades más ricas en cuanto legado histórico y monumental, que ve también influenciada en su cocina.
Prepárate para disfrutar de los mejores platos mientras que conoces la magia que envuelve toda la ciudad.
Reconocer las influencias por los ingredientes de cada plato
Es fácil reconocer las diferentes culturas que sintieron la ciudad andaluza como su propio hogar. Si nos fijamos en su arquitectura monumental, podremos observar que, por ejemplo, la Mezquita encierra la cultura islámica y cristiana. Y si nos fijamos en su arqueología, veremos los pasos de la civilización romana. Así llegamos a sus tres grandes influencias:
Influencia romana
Hay consciencia de que los romanos llegaron a Córdoba en el año 143 a. C, pues la ciudad fue sitiada por Viriato. Ya en el año 113 a. C la villa se identificaba como romana, ya que hay escritos que mencionan que disponía de un foro romano.
Durante el tiempo que se mantuvieron la ocupación se encargaron de introducir el uso de aceite de oliva, que con tanta devoción se le prodiga en esta tierra, que son la base de lo que a día de hoy se conoce como dieta mediterránea.
Influencia árabe:
En el 716 Córdoba se convierte en la capital de provincia del Califato de Damasco. Qué más tarde, en 929 pasara a llamarse el Califato de Córdoba, alcanzando así la ciudad su máximo apogeo demográfico.
Podemos comprobar la herencia que dejaron a la comida en el uso de añadir a las comidas distintos frutos secos y especias. Así como el gusto por la verdura y la mezcla de sabores agridulces. Así como distintos postres que también influyeron en las costumbres judías culinarias.
Influencia cristiana:
En 1235 el rey Fernando III, rey de Castilla empezó a llevar a cabo lo que finalmente acabaría Isabel la Católica en 1492, la reconquista del reino de al-Ándalus. Algo que empezó en Córdoba con la captura de un grupo de musulmanes en el Andújar.
A los cristianos se debe todo el empleo de las carnes y el mejorar y conservar las recetas tradicionales que las diferentes culturas trajeron a la ciudad.
¿Qué pedir?
Platos típicos cordobeses: Salmorejo Cordobés, boquerones en vinagre, rabo de toro, flamenquín de jamón serrano y de postre, el pastel cordobés. Todo esto regado con sus mejores vinos y licores.
Un viaje del que irte con un gran sabor de boca.