En principio, la capital de Suecia, Estocolmo, no se halla entre los destinos más demandados por los turistas. Al menos no se percibe como un lugar del que todo el mundo habla como sitio perfecto para unas vacaciones. Y puede que sea así, pero eso no significa que no sea un magnífico punto al que viajar.
Vamos a reseñar sólo unos pocos de los muchos lugares de interés y actividades atractivas a los que se presta la localidad. Y vamos a empezar por Gamla Stan, la conocida y acogedora Ciudad Vieja.
Un corazón sobre tres islas
Es el auténtico corazón de Estocolmo, asentada sobre tres islas y con un constate movimiento de personas día y noche en sus mercados, tiendas, restaurantes, edificios de oficinas y discotecas. Una combinación de mercado, lugar de trabajo y ocio que provoca que la zona no duerma jamás.
Una de las islas de mayor actividad es la de Djurgården. No debemos perdernos el placer de pasear un rato por ella. Allí, una de las visitas imprescindibles es la que nos lleva al Museo Vasa, el Museo Nórdico y el Parque del Grona. Disfrutaremos de actividades para tosa la familia a cualquier hora del día. Por cierto: no se pierda Skansen, una reserva natural que es, a su vez, museo al aire libre-.
Ver Estocolmo desde el agua
Otra de las actividades que nos apetecerá en cuanto nos la propongan es la de un paseo en barco por el archipiélago holmiense (¡qué gentilicio más curioso!). Descubriremos de este modo las catorce islas que componen la ciudad. Son varios los recorridos por los que pueden llevarnos, buscando los puentes, palacios reales, lugares de una belleza natural sobrecogedora…
Tampoco podemos abandonar la capital sueca sin rendir visita a sus mercados, donde hallaremos los mejores alimentos, flores, productos exóticos, artesanía… Y unos deliciosos cafés que nos permiten sentarnos y descansar del recorrido lleno de colores texturas y olores.
Ver… y hacer
Después de ver, a hacer: podemos divertirnos en los locales de ocio de Gamla Stan o practicar casi cualquier deporte que se nos ocurra, desde el vóley playa hasta el snowboard pasando por uno de los juegos más en Suecia: la petanca… ¿O se creía que era sólo el deporte de los jubilados españoles?
Aunque quizá lo mejor de Estocolmo es el hecho de que los holmienses hayan encontrado la forma de mantener el delicado equilibrio entre modernidad y naturaleza, haciendo de la suya una ciudad bella y respetuosa con el entorno salvaje, casi virgen que la rodea.