Fuego y embrujo en la noche de San Juan

La noche más mágica la encontramos el 23 de Junio la cual se festeja durante toda la madrugada del 24, día de San Juan. Celebrándose en todos los rincones de España, pero con especial vinculación al Mar Mediterráneo y a tierras de grandes leyendas que relacionan esta noche con grandes tintes esotéricos.

Algo que fomenta la llegada del solsticio de verano, aunque en realidad este el día 21, por lo cual su origen es pagano. Por esa razón, con la llegada del catolicismo a Europa se ligó al santoral, como otras muchas fiestas y tradiciones.

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En España es común celebrar esta fiesta con connotaciones depurativas. Por esta razón se emplean hogueras, ya que el fuego purifica, seguido de un baño, el agua limpia. De esta forma uno deja atrás lo malo y da paso a lo bueno que está por llegar.

Si estás pensando vivir de una forma distinta llena de tradición y misterio en el día más largo del año, te recomendamos los siguientes puntos de nuestro territorio para, al menos, poder empezar de la mejor forma el verano.

Alicante

Tan importante es este día para los alicantinos que se han convertido en sus fiestas oficiales, declaradas de Interés Turístico Internacional. Desde el 20 de Junio todos sus habitantes y visitantes se lanzan a la calle, donde mascletás, desfiles, música y ofrendas florales se riegan con vinos y los platos más típicos. Hasta terminar con la Gran Crema Final, echando una especie de ninots a las hogueras en la noche de San Juan.

Menorca

Quizás la fiesta más distinguida, ya que data del siglo XIV, conocida como el Jaleo. Se desarrolla en Ciudadela, y a diferencia de otros lugares, en esta fiesta el centro de atención no son las hogueras, sino los caballos de raza menorquina, propios de la zona.

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Los encargados de llevarlos son los caixers, jinetes vestidos de blanco y negro que muestran a sus paisanos y demás observadores sus habilidades poniendo sobre dos patas a los caballos y cabriolas. Mientras la multitud bebe la bebida tradicional llamada “pomada”, confeccionada a base de ginebra y limón.

Galicia

No se puede hablar de San Juan sin nombrar a Galicia, donde esta noche es conocida por la noite meiga, conservando así su espíritu místico y pagano. Donde las brujas salen y danzan en la noche más corta del año dándole así la bienvenida del verano en varios puntos de la comunidad.

Sitios como Marineda, en A Coruña; Sarria Lugo y playas como América en Nigrán y la de Baiona, en Vigo. Donde es tradición reunirse junto al fuego donde bailar, cantar y beber queimada para ahuyentar a los malos espíritus. Lo que se complementa con un baño en sus playas a las 12 de la noche, purificándose con un total de 9 olas.

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Con el año que estamos teniendo, más nos vale quemar nuestras libretas bancarias, por lo menos así desaparecerán los números rojos. Aunque sea solo momentáneamente…

La Ermita de San Juan de Gaztelugatxe

En el tramo costero que hay entre Baquio y Bermeo se encuentra una ermita dedicada a la degollación de San Juan: la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, uno de los lugares más impactantes y sobrecogedores de la costa de Vizcaya, País Vasco. Continuar leyendo «La Ermita de San Juan de Gaztelugatxe»

Lugares con nombres que evocan leyendas

Existen pueblos y lugares en España cuyos nombres hacen volar la imaginación con tan solo escucharlos. Nombres que nos hacen pensar en cual sería el origen y quién y por qué habrá bautizado de esa forma a una población en concreto.

Esto son dos lugares que me han llamado la atención y la leyenda que esconden. En la mayoría de los casos historia e imaginación se cruzan y es difícil saber qué parte hay de verdad y qué parte corresponde a cuentos que se han ido transmitiendo, pero ¿a quién le importa la realidad cuándo hay una bonita leyenda?

Aldea del Rey Niño

Está situada en la provincia de Ávila y su origen se remonta a la época de los romanos. Cuenta la leyenda que en el siglo XI,  Doña Urraca, viuda y madre de un hijo, sube al trono de León tras la muerte de su hermano. Convertida en heredera es obligada a contraer matrimonio nuevamente. Pero pronto descubre que su nuevo esposo quiere matar a su hijo para hacerse con el trono. Un grupo de nobles que conocían los planes del noble, se llevan al joven Alfonso y lo van escondiendo por diversos lugares para evitar que sea asesinado.

Uno de estos sitios resulta ser el Palacio de la Serna, a un kilómetro de esta aldea. Se dice que el joven rey paseaba por el pueblo como un aldeano más para evitar ser reconocido. Finalmente el joven se salvaría y subiría al trono como Fernando VII de León.

Cerro de La Encantada en Santa Cruz de la Zarza (Toledo)

La leyenda de La Encantada se repite en múltiples lugares de España y podemos encontrar muchos sitios que hacen referencia a esta historia. En cada zona se cuenta de diferentes formas, pero la base siempre es la misma. Incluso en los lugares dónde han estado los árabes, existe la leyenda de La Mora Encantada, que es una versión adaptada de la anterior.

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Todas las leyendas de La Encantada hablan sobre una mujer que se aparece la noche de San Juan y que peina sus cabellos mientras se refleja en un espejo. En este caso una de las más populares en Santa Cruz, pues existen varias versiones, habla de Juliana, la hija de un noble que se iba a desposar. En la víspera de San Juan esperaba impaciente a su amado temiendo que le hubiera pasado algo debido al mal tiempo, cuándo una gitana con un bebé en sus brazos llamó a la puerta para pedir que le dejaran refugiarse.

La mujer, enfadada y nerviosa por no saber de su prometido, no le permite entrar y la echa con malos modos, por lo que ella la maldice diciendo que el castillo será destruido y ella desaparecerá durante todo el año, pudiendo tan solo mostrarse la víspera de San Juan.

El mal tiempo se transforma en tormenta y un rayo destruye el castillo. El caballo del hombre al que esperaba aparece solo y pronto descubren que ha muerto despeñado. Juliana se vuelve loca tras eso y se cuenta que su imagen sigue apareciendo, esperando ver llegar a su enamorado todas las vísperas de San Juan, en el mismo cerro dónde se levantó un día su castillo.