Playa del Carmen es uno de los lugares que debes visitar si te gusta el bullicio, el ocio y las compras. Está muy cerca de Cancún, entre éste y Tulum. Nosotros fuimos de paso cuando visitamos las ruinas arqueológicas, pero hay mucha gente que va a pasar el día; hay autobuses que te llevan desde Cancún, así que no tiene pérdida.
Si eres amante de los parques temáticos tienes cerca Xcaret, un parque eco-arqueológico que se encuentra a 6 km al sur, Xplor, parque natural de aventura ubicado al lado de Xcaret y el parque ecológico Xel-Ha.
Leyendo un poco de historia del lugar descubro que en tiempos prehispánicos Playa del Carmen era Xaman Há (Agua del Norte), un importante punto de partida de los mayas en su peregrinaje al santuario de Ixchel, en Cozumel. Lo fue hasta que Francisco de Montejo conquistó la región en 1526 y fundó la villa de Salamanca en donde se encuentra actualmente Xel-Ha. Alonso Dávila, uno de sus lugartenientes, estableció su campamento en Xaman Há, a la que describió como una villa de pescadores. Un pueblo de pescadores fue hasta que en 1908 una compañía chiclera se asentó en la zona para explotar los recursos forestales.
No acierto a imaginarme como sería entonces ya que en estos últimos veinte años se ha transformado para el turismo y si queda algún pescador será en las postales antiguas de las tiendas de souvenirs. Pasear por allí es pasear por un aeropuerto internacional y me refiero no sólo a la gente con la que te cruzas por las calles, sino en los precios de las cosas. Es más barato que la zona de Cancún, pero aún así es caro para ser México, los precios están muy inflados.
En algunos bares y restaurantes un refresco puede costarte como te costaría en España, a mí me parece vergonzoso si considero el precio de la vida fuera de la zona turística y me entristece ya que he leído que el índice de suicidios en Cancún es altísimo debido a que los mexicanos que trabajan en la zona turística no pueden soportar el choque del lujo que ven diariamente comparado con la realidad que vive parte del pueblo mexicano.
Cuestiones morales aparte, como los precios son similares a los españoles no resulta caro, y es un lugar excelente para comprar regalos y objetos de decoración típicos mexicanos porque hay todo tipo de tiendas por la zona, especialmente la Quinta Avenida, una calle de 4 kilómetros de longitud en la que se apiñan comercios, restaurantes, bares y discotecas: imagina. Es un hervidero de turistas y hay ambientazo hasta las tantas de la noche, porque además es muy seguro ya que la policía vigila la zona con mano de hierro.
Ten cuidado de todos modos con los objetos personales porque por mucha vigilancia que haya, también hay muchos hurtos aprovechando el relax y el despiste.
Isla Cozumel
Playa de Carmen sigue siendo en la actualidad punto de partida para Cozumel como lo fue para los mayas, con la diferencia de que los turistas no la visitan para honrar a Ix Chel, diosa de la luna, fertilidad y nacimiento, cuyo santuario principal estaba en la isla, sino para practicar submarinismo en el mar Caribe, snorkel en los cenotes y chapotear en sus playas.
Cozumel está a unos 45 minutos de viaje en ferry (también tiene aeropuerto internacional); mide alrededor de 48 km de largo por 15 de ancho, lo que la convierte en la tercera más grande de México. Está enfocada al turismo, así que hay muchos hoteles (sobre todo en las dos zonas hoteleras principales Playa Norte y la Zona Sur), balnearios, restaurantes y empresas que ofrecen ocio variado, especialmente navegación, snorkel y buceo, ya que es mundialmente conocida por la riqueza de sus arrecifes de coral y la belleza de sus playas de fina arena y agua turquesa.
Los amantes de la arqueología pueden visitar el santuario a la diosa, el cedral, los restos de las pirámides de San Gervasio y otros restos de edificios mayas que se encuentran dispersos por toda la isla.
Famosos son también sus cenotes; los entendidos destacan los que se encuentran en el cedral. También destacan la Laguna de Chankanaab, un cuerpo de agua que se comunica con el mar por un túnel subterráneo. En ella se puede disfrutar de la fauna y flora marina como si de un acuario se tratase. Cerca de la laguna se encuentra un jardín botánico que alberga especies representativas de la flora de la región y es refugio de cientos de aves.
Finalmente deciros que fue refugio y parada de piratas y corsarios, lo que le da un encanto especial si sois, como yo, apasionados de las leyendas.