El Vaticano. Es curioso

Es curioso lo de este país. Se trata del más pequeño del mundo, con 0,493 kilómetros cuadrados (una 44 hectáreas). Es tan pequeño que una sola basílica, la de San Pedro, ocupa el 7% de su superficie, un 20%, si sumamos el área de la plaza del mismo nombre.

Viven en él, oficialmente, 900 personas y, también de manera oficial su tasa de natalidad es cero. Sus decisiones de estado las toma un monarca absoluto elegido por una élite de la que parte no posee la nacionalidad… Y sin embargo es uno de los países más influyentes del planeta.

El Vaticano

La Ciudad del Vaticano está reconocida como estado desde 1929, merced a los Pactos de Letrán y es, como todo el mundo sabe, el centro del catolicismo en todo el Planeta. La Santa Sede.

Explorando algunos “secretos”

Como hoy tenemos el día curioso, vamos a ver algunos detalles que  hacen del Vaticano un estado especial. A pesar de ser el país más pequeño de la Tierra, sus pocos habitantes sólo le confieren el séptimo lugar en cuanto a densidad de población, con 2.118 habitantes por kilómetro cuadrado. Lo superan otras seis ciudades estado –la primera es Macao, con 19.610-.

El nombre de la ciudad proviene de latín: se halla en el Monte Vaticano, cuyo nombre nace a la vez de vaticinium, ya que la colina era la sede de un oráculo etrusco. Por cierto: aunque se hablan varios idiomas, el oficial de este país es el latín.

Sólo siete gobernantes supremos

Más curiosidades –me lo estoy pasando en grande- A pesar de que la Historia nos ha dejado 265 papas hasta ahora (dato discutible, de acuerdo), el país sólo ha tenido, debido a su reciente fundación, siete soberanos.

El ejército del Vaticano es la Guardia Suiza: 100 soldados, 4 oficiales, 23 mandos intermedios, 70 alabarderos, 2 tamborileros y un capellán. Visten un uniforme diseñado en el Renacimiento por Miguel Ángel Buonarrotti  y, además del entrenamiento con armas modernas, están adiestrados en el uso de la espada y la alabarda. Por cierto: son todos varones.

¡Cómo comen en el Vaticano!

En cuanto a su gastronomía, en 2006 se publicó un  libro que recoge recetas como “la Última Cena” o los platos favoritos de algunos papas. Por cierto: ¿sabías que la salsa verde o el baño maría nacieron en las cocinas vaticanas?

Podríamos seguir con –muchos- otros detalles, más curiosidades sobre este microestado que es, al mismo tiempo uno de los más visitados, sea por ocio, sea por devoción. Pero lo que haremos será invitarte a descubrirlo, aunque eso será en otra ocasión. Ya sabes: la paciencia es una virtud.

Viajar es ensanchar el alma

Querido amigo:

Lo tuyo tiene cura. Dices que estás triste porque nada te satisface. Dices que estás frustrado porque el dinero te agobia, porque a los cuarenta aún vives en casa de tus padres y la perspectiva es quedarte en ella hasta que (esperemos que dentro de muchos años) la heredes o, menos probable, encuentres un trabajo que te permita comer algo más que patatas –con pan los domingos-.

Estás harto, y puedo llegar a comprenderlo, del ambiente que te rodea, de que en la tele unos políticos cínicos y falsos como un billete de siete euros digan que todo va a ir muy bien y que dentro de unas semanas a todos nos va a tocar la lotería, nos vamos a querer muchísimo y a darnos besitos. En la boca, claro.

Sin trabajo, sin dinero, sin vida…

Una historia real (desgraciadamente)

¡Basta ya! Te he dicho que lo tuyo tiene cura y te lo voy a demostrar con un ejemplo tan real que lo he vivido en segunda persona (a la primera vamos a cambiarle el nombre y lo llamaremos Antonio, ya que no creo que este compañero mío quiera que revele su nombre real).

Antonio es, como yo, un contador de historias, viajes y vidas, un peón de la segunda profesión más antigua del mundo y la más bonita con diferencia. Que es periodista, quiero decir. Y como periodista que es, tiene un trabajo mal pagado y peor reconocido.

Vivir para ver. Y, para ver, viajar

El caso es que él estaba más o menos en tu situación: sin trabajo, sin dinero y casi sin amor. Al borde de una depresión, vamos. Cuando, en estas, estalló la guerra de Kosovo. Decidió que algo tenía que hacer con su vida, de modo que se subió al avión que más cerca pudiera dejarlo del conflicto y luego se buscó la vida para adentrarse en los puntos más peligrosos, donde poder sacar las mejores fotos y enviar las más crudas crónicas.

Allí descubrió lo poco que vale una vida humana, lo peor del hombre. Y lo mejor de este primate a veces de puro bueno es tan tonto que aparca su instinto de supervivencia para echarle una mano a un niño o a un anciano.

Volver a un mundo que se ve con un prisma diferente

Antonio volvió. De milagro. Pero volvió. Y lo hizo transformado, optimista como pocos al darse cuenta de que lo que aquí damos por supuesto, es una quimera en muchos otros lugares. Por ejemplo, damos por supuesto que nadie nos apunta a través de una mira telescópica por el mero hecho de haber nacido en uno u otro sitio.

Entiéndeme: no te digo que viajes a un país en guerra y te pongas en peligro. Eres mi amigo. Sólo que viajes, que conozcas otros lugares, países en los que muchos venderían su riñón izquierdo por tener la mitad de lo que tú tiras.

Viaja. Conoce. Y ensancha el alma.

Madagascar, una estancia en el cielo africano

Si queremos hacernos una idea de cómo puede ser el Paraíso, conozcamos Madagascar. Se trata de la isla más grande del continente africano. Más que Zanzíbar, las Seychelles o Isla Mauricio. Allí vamos a encontrarnos con la Naturaleza. Así, con mayúscula: numerosas especies únicas en el Planeta se refugian aquí.

Con capital en Antananaribo, el país cuenta con unos 18 millones de habitantes. Esta ciudad, en el centro del país, dirige, política y administrativamente, a otras importantes, como Tamatave, en la costa Este; Farafagana, al Sur de ésta; Antisiranana, en el extremo Norte de la isla; Mornondova…

Madagascar

Todas las ciudades malgaches poseen un nexo claro en común: la riqueza y belleza natural de cuanto las rodea. Belleza que hace que el país se vaya abriendo al turismo, merced a unas playas impresionantes, un clima tan benigno como pueda imaginarse y unos paisajes que, depuro bellos, a veces cuesta sostenerles la mirada.

Actividades al aire libre

Una buena idea es alquilar un barco o un yate chárter, o practicar submarinismo, kitesurf, windsurf, senderismo… Lo difícil es no encontrar algo que nos apetezca hacer durante unas vacaciones que van a ser absolutamente inolvidables.

Cierto es que, si hacemos caso del tópico y la frase más repetida en las agencias de viajes, cualquier lugar es único e ideal para pasar las vacaciones. Sólo que en caso de Madagascar es cierto. Hay tanto que ver y tango que hacer que es materialmente imposible que unas vacaciones no sean perfectas en cualquier rincón, en cualquier establecimiento de Madagascar.

Paisajes y cultura

Pero hemos querido destacar, y seguimos queriendo hacerlo, la Naturaleza que nos subyuga en la isla. Sitios como Tsngys de Bemahara, las islas Nosy Be, la reserva de Anja… son algunos de los paraísos dentro del paraíso, con enorme biodiversidad y una fauna y flora que requerirá de todos nuestros sentidos para apreciarlas como se merecen.

Aun así, por mucho que queramos quedarnos en el exuberante paisaje, no podemos obviar la riqueza cultural malgache, en forma de monumentos y edificios la que podríamos denominar como estática” y de actividades culturales pensadas para los nativos y los visitantes, la “dinámica”.

En Madagascar haremos mucho más que disfrutar de unas vacaciones divertidas y activas: en la gran isla sabremos lo que de verdad es disfrutar del ocio en plena naturaleza, sin renunciar a las comodidades de la ciudad.

Sólo quien ha visitado Madagascar sabe que es así. Y quien lo sabe, lo recomienda.

Mónaco Ville, el Mónaco antiguo

En cuanto uno pone los pies en Mónaco, tiene la impresión de que debería estar pagando un dineral por desgastar sus calles con los pies. Afortunadamente, nadie se va a acercarnos a ver cuánto pesamos o lo duras que son nuestras suelas y cobrarnos el desgaste de acera en proporción.

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Buenos Aires

¡Ay, que se me van los pies! Mi Buenos Aires queriiiidooo… Cuando yo te vuelva a ver, no habrá más pena ni olvido (…) ¡Pero qué tangaso, señores! ¡Qué grande y eterno don Carlos Gardel que con su voz y emoción nos pone a bailar un tango hasta a los que tenemos dos pies izquierdos!

El caso es que muchos de los rincones de la capital de Argentina tienen mucho de eso: de la emoción triste de un tango, de la pasión sensual y latina su baile… Del: “Si no sabes, yo te llevo, pero déjate hechizar… Mañana será mañana”…

La capital porteña es una de las más cosmopolitas de Latinoamérica y nudo vital de una nación que ha acogido, tradicionalmente, a muchos inmigrantes. Si nos damos un paseo por ella, descubriremos que lo europeo de su arquitectura hace que determinados edificios nos recuerden a París.

Una ciudad vida

Pero no sólo  en el exterior de las edificaciones se nos vendrá a la memoria la capital francesa: Buenos Aires bulle de vida cultural, con numerosísimos museos, salas de conferencias y exposiciones. Tampoco faltan las galerías de arte, los cines y los teatros, que acogen infinidad de espectáculos nacionales e internacionales del más alto nivel.

De entre todas las salas, nos quedamos con el Colón, uno de los teatros líricos más importantes del Viejo y el Nuevo Mundo. La actividad musical del recinto abarca todos los géneros, incluido, como cabía esperar, el tango (¡Ay! ¡Ay! “Volveeeer… con la frente machita”…).

Meca cultural del planeta

Pasado el arrebato “tanguero”, diremos que la ciudad recibe con frecuencia a grupos y solistas de todo el planeta. Este hecho no es más que una de las muchas pruebas de que Buenos Aires resulta, en una medida muy importante, una de las capitales culturales de América Latina, y aun del planeta.

Además, la vida nocturna bonaerense puede describirse, siendo moderados como “activa”, además de extensa, puesto se trata de una urbe a la que le cuesta irse a dormir, ya que tendría que hacerlo dejando de lado discotecas, restaurantes, confiterías…

¿Alguien nos presta una rosa para llevar en los labios?

Buenos Aires es una ciudad que, como la voz de Gardel, se nos cuela bajo piel, nos obliga a movernos, llorar de emoción ante tanta belleza, perdernos en un pecado y salvarnos gracias a la virtud de una canción que nosotros mismos habríamos compuesto en el momento más duro de nuestra condena.

Una visita a Buenos Aires es una experiencia que nos va a cambiar. Ya lo decía don Carlos: “Decí, por Dios, ¿qué me has dao, que estoy tan cambiao, no sé más quien soy?”

La fuente del eterno amor

Es, posiblemente, la fuente más bonita de Roma. Es, con sus veinte metros de ancho y sus veintiséis de altura, la más grande la ciudad sin lugar a dudas. Hablamos de un punto de encuentro ineludible para romanos y visitantes: la Fontana de Trevi.

Entonando con Nat King Cole aquello de “Arrivederci Roma”, repasamos la no necesariamente romántica historia del monumento,  cuyos orígenes datan del año 19 a. C., cuando la Fontana constituía el final del acueducto llamado Aqua Virgo.

zTrevi Fountain

La primera fuente que debería llevar tal nombre se construía durante el Renacimiento. El que tomaba la iniciativa de hacerlo y ordenaba que así fuera era el papa Nicolás V, promotor de varias obras de arte que embellecerían Roma. El aspecto final de la Fontana de Trevi es el que alcanza en 1762, tras varios años de obras de la mano Nicola Salvi y rematada por Giuseppe Pannini.

Tres vías para llegar a un cuento de hadas

Por cierto que, por si alguien se lo pregunta, el nombre de Trevi proviene del apócope de “Tre Vie” (tres caminos), y es que la Fontana era el punto en el que confluían tres calles. Pero no es ésta la pregunta que más veces nos hemos hecho sobre tan bello monumento.

Ahora sí: respondemos a una curiosidad muy extendida: ¿Por qué siempre nos encontramos turistas junto al monumento lanzando monedas y haciéndose fotos? Pues el mito proviene del cine:

Una leyenda cinematográfica

La película “Tres monedas en una fuente”, de 1953, cuenta que si uno arroja una moneda a la Fontana de Trevi volverá a Roma; si son dos, encontrará el amor con una bella italiana –o un bello italiano, según el caso-; y si son tres las monedas que lanza al monumento, se casará con esa persona.

Para que este ritual funcione, deben lanzarse las monedas con la mano derechas y pasándolas sobre el hombro izquierdo. A quienes sí les funciona, se arrojen como se arrojen las monedas, es a los más necesitados: cada año se recogen más de un millón de euros de la fuente, que se destinan a fines benéficos desde el año 2007.

Nada debe estropear el éxtasis

De día o iluminada de noche, artificialmente, es uno de los monumentos más bellos de una de las ciudades más bellas del mundo, algo que aprovechan muchos vendedores de rosas. Las opciones son dos: comprarles una o estar de acuerdo con ellos en que la fuente es una belleza e indicarles, amablemente, que no lo va a ser más por que les compremos una flor.