Las desventuras de un dominguero (V)

Descartada la nieve por experiencias pasadas y la playa porque hace un frío que los pescadores ya sacan las lubinas del mar ultracongeladas, me quedaba irme estas fiestas a la casa de mis primos los del pueblo. El caso es que, para ir haciendo boca, nos invitaron ya el pasado de Diciembre puente a que lo pasáramos con ellos, de modo que allá fuimos.

Tras perdernos unas diecisiete veces y que el GPS nos indicara que habíamos llegado cuando estábamos en medio de la nada, por fin entrábamos en un pueblo castellano de un tamaño tal que se veía la salida antes de entrar. Diciembre. Castilla. Y León. Tres de la mañana. La helada era tal que se nos habían congelado hasta las ganas de llegar.

Las desventuras de un dominguero (V)

Menos mal que mis primos (bueno: mi primo, su esposa y sus dos hijos) ya me conocen y, entre eso y que los llamaba cada media hora por teléfono para comunicarles lo perdido que estaba o cuánto me sonaba el monumento que dejábamos, ora a la derecha, ora a la izquierda, según el GPS y el gracioso de mi primo nos dirigieran hacia Lugo o hacia Almería.

El dulce despertar

En fin: que llegamos la noche del jueves al viernes 7 a las tres de la mañana. Dormimos. O casi, porque a las seis ya estaba el hijo de mi primo, que anda por los doce años, uno más que su hermana, llamándonos a gritos.

Mirando al despertador, del tamaño de un balón de fútbol que teníamos en la mesilla y asegurándome de qué horas de la madrugada eran aquéllas, respondí, gritando amablemente:

– ¡Pero, vástago de Belcebú! ¿Qué horas son estas de dar voces?

– ¡Vamos, primo! – contestó alegremente el descendiente de Luzbel- ¡Que hay que echar el fuego y prepararse pa’ la matanza!

En ese momento, se me encendieron todas alarmas anti catástrofe. Tenía que haber salido corriendo y subirme al primer cohete a Neptuno. Pero no lo hice. En cambio, sollozante, agité a mi esposa, a la que el escándalo sólo había hecho rebullirse en las sábanas.

Una mejilla contra cinco dedos, un duelo desigual

La primera, en la frente. Bueno: en el ojo. Mi consorte, asustada por haberla agitado (no la despertaría un terremoto, pero sí el roce de una pluma. No lo entiendo), soltó un brazo. Yo juraría que oí un silbido fiiiuuuu antes de que mi señora –lo de señora es un decir- me estampara los cinco dedos en la cara.

Así, calentito, me acerqué a la habitación de mis hijos, a los que desperté tocándolos con una caña de bambú de dos metros de largo, por si tenían el despertar de su madre. Sin más accidentes, bajamos al patio de la casa de campo, donde nos esperaba un vaso de aguardiente, un trozo de pan, tocino, diez grados bajo cero y una sola hoguera para calentar a los veinticinco presentes.

El brebaje

¿Cómo era posible que alguien pudiera estar de tan buen humor a tan malas horas y en tan precarias condiciones? Enseguida di con la respuesta. En cuanto probé el brebaje que los lugareños llaman aguardiente y un servidor bautizó con el nombre de “aaaargggghhhhhestohacequetecrezcanpelosenelpechoohhhhh”. El caso es que el líquido me calentó y animó.

Tanto que, cuando llegó la hora de matar al animal y sacarlo al patio para tumbarlo sobre un carro convertido para la ocasión en ara sacrificial, yo fui el primer voluntario. No me importó hacerme notar, a pesar de los rumores que circulaban ya en cuanto la luz del sol hizo evidente la marca de la mano de mi esposa en la mejilla.

Un animal terco y de sangre… sangrante

El animalito resultó ser una mole de casi doscientos kilos al que no le apetecía echase la cabezadita sobre el carro. Tres pisotones, dos mordiscos y una herida inciso-cortante de origen incierto después, el cerdo del gorrino estaba tumbado en el que sería su lecho de muerte.

Cualquiera en mi lugar se habría alegrado cuando el cuchillo del matarife hiciera su trabajo contra mi agresor. Yo mismo iba a decir entre dientes “¡sufre, cerdo!”. En su lugar, me salió un “Ssss…” y me caí redondo al suelo. Es que no soporto ver la sangre, aunque sea de un cerdo enemigo…

¿Recuperando?

Fue mi mujer quien me acercó al ambulatorio del pueblo de al lado, algo que luego me agradecería, puesto que eso la liberó de acabar de limpiar los intestinos del animal en el arroyo que pasa cerca del pueblo. Tuvimos que convencer al médico de que veníamos de una matanza, y no de un ring de boxeo.

El resto del día se resume en comer como sólo se come en los pueblos y dormir como sólo los de ciudad dormimos en el campo… Hasta que a las seis y media de la mañana el muy hijo de… mi primo vino a despertarnos de nuevo. Por suerte, mi esposa sí oyó esta vez al chico, de modo que me ahorré el riesgo de otro despertar violento. Aunque yo sí me quedé con ganas de ponerme violento con el muchachuelo.

El destrozo

Tocaba despedazar al animal. En sábado. Menos mal que no me dieron a mí el cuchillo. Pero, con todo, no me libré de acarrear mis buenas piezas de carne. Ahora, mis riñones y yo sabemos cuánto pesa un jamón. En mitad de la mañana, alguien echó unos trozos de carne a la hoguera y, oye, no está nada mal. Es una pena que se empeñen a acompañarlo todo con “aaaargggghhhhhestohacequetecrezcanpelosenelpechoohhhhh”.

En cuanto me enteré de para qué querían la carne picada y de que el plan del domingo era rellenar tripas con carne picada y en adobo para lo que luego serían chorizos, miré de reojo a mi mujer. Tomamos ambos a los niños en volandas, los lanzamos a la parte trasera del coche y salimos de allí dejándonos media rueda en la línea de salida.

Vendetta

Recorrimos los ciento diecisiete kilómetros hasta nuestra casa en cuarenta y tres minutos y dieciséis segundos. Contando el callejeo por el casco urbano y el parón para recibir una multa por exceso de velocidad.

Más que irme al pueblo, estas Navidades voy a invitar a mis primos a que se pasen por la ciudad… Y a que compren los regalos en El Corte Inglés el día 23 a las ocho y media de la noche. La venganza es un plato que se sirve frío. Y a las malas, no me gana nadie.

¿Qué implica el “last minute” para los hoteles?

Con expectativas crecientes gracias a las aplicaciones móviles para reservar habitación vía “last minute”, los hoteles deben tener en cuenta qué implica este tipo de ofertas. La promesa de reducir el número de habitaciones vacías a través de la reserva de última hora no es nada nuevo

En Europa los viajes de último minuto son algo habitual, debido a la proximidad de destinos relativamente baratos. Este hecho ha animado a muchos clientes a despreocuparse un tanto de planificar sus vacaciones por anticipado a cambio de unos precios más bajos.

Mientras que la industria de los packs vacacionales es lo bastante flexible para ofrecer paquetes a diferentes precios, los hoteles individuales poseen una capacidad limitada a unos precios relativamente fijos. Son estas pequeñas empresas las que pueden sufrir alguna consecuencias no deseadas del last minute: las molestias a los clientes habituales, el recorte en las tarifas o el acostumbrar al cliente potencial a esperar al último minuto.

Para muestra, un botón

El ejemplo claro, real, proviene de un hotel de Nueva York que se volcó en potentes ofertas de último minuto. Los clientes habituales no tardaron demasiado en enterarse de las tarifas, de modo que, lógicamente, cancelaban las reservas y re-reservaban o esperaban hasta el último momento para ver cuánto les costaría en el mismo y en otros hoteles de la ciudad.

La aplicación para móviles “HotelTonight” se ha descargado sobre tres millones de veces y es con toda probabilidad la principal responsable en el cambio de la forma de reservar hoteles de muchos viajeros: quienes asisten a conferencias cambian cada noche de hotel, buscando la mejor oferta; los viajeros avezados de negocios esperan a reservar su hotel hasta que llegan a su destino…

El móvil, vehículo del cambio

Con todo, la potencial captura de clientes pesa más en los empresarios que la posibilidad de acostumbrar a quienes pernoctan en sus locales a buscar sólo las ofertas de última hora. El responsable de “HotelTonight”, Jared Simon explica, en una declaraciones publicadas por tnooz.com que no hay duda de que el móvil se está convirtiendo en la manera principal de reservar alojamiento.

Como decimos, estas ofertas son más efectivas para las grandes cadenas, mucho más flexibles en cuanto a ofertas y precios. No así para los hoteles más modestos, que han de hacer un esfuerzo de cálculo (y de secretismo, incluso) para que los gastos fijos por habitación –personal, útiles, etcétera, no rebasen los ingresos que esta misma les deja.

Camino frances: Larrasaoña- Pamplona

Después del descanso en Larrasaoña, me levanto pronto, en realidad muy pronto partiendo de Larrasaoña y esperando llegar sana y salva a Pamplona.

La etapa de hoy va a ser algo más facil, la unica dificultad que podemos encontrar seria en el trayecto que va de Larrasaoña a Zabaldika en el caso de que estos esten embarrados. Esto ha sido algo que se comenta entre peregrinos, pero para saberlo mejor me dispongo a salir de inmediato tras un buen desayuno parto con mis compañeros.

Saliendo de Larrasaoña iremos a la vera del rio Arga, entre hayas y pinos me dirijo directamente hasta la ciudad de pamplona. Pero no es tan facil como os resumo pues es un camino algo largo pero he de reconocer de complejidad facil.

Si tu eres de los que vas a hacer el recorrido por la fecha de los San Fermines, del 6 al 14 de Julio, entonces se precabido porque pueden cogerte los toros, ademas he de decirte que el albergue Jesus y Maria de Pamplona cierra sus puertas durante esas fechas.

Bueno como os decia a la vera del rio Arga vamos viendo un bello paisaje digno de ser fotografiado y tambien debemos disfrutar de ese aire puro que se nota en estas tierras de navarra.

Para llegar a Zuriain tenemos dos caminos, uno seria por el camino al lado del rio y otro seria por la N-135 que nos lleva directo a esta localidad. Practicamente podemos decir que es un trayecto facil y que se lleva muy bien.

Nuestra siguiente parada es Zabaldika que esta dentro de esta etapa. Seguiremos por el mismo camino por donde hayamos ido y llegaremos a esta localidad, despues de haber caminado algo más de 3 kms, en total llevaremos más de 7 kms y aunque es facil y bastante agradable el trayecto noto que tengo que tomar algo para que no me quede sin fuerzas.

Descanso a un lado del camino, quitando de mi mochila la botella de agua junto con algo de fruta que me compre en Larrasaoña en mi dia de descanso.

Sigo el camino hasta Zabaldika, debo decir que en este trayecto no encuentro ningun sitio abierto, espero encontrar algo en Zabaldika para coger provisiones.

Finalmente llego a Zabaldika, el cansancio empieza a notarse sobretodo en mis piernas y pies, pero el hecho de hacerlo y de la esperanza de llegar a mi destino, me hace sacar las fuerzas incluso cuando parece que ya no las tengo.

En Zabaldika tienen un albergue todos los peregrinos. Se llama «Albergue Zabaldika» y es una casa abierta a los peregrinos/as que desean visitar la ermita, rezar, charlar… o que requieren información o ayuda.

Estará abierta a los peregrinos del 15 de abril al 15 de octubre. Es  llevado y sostenido por la Asociación de Hospitaleros voluntarios del Camino y los donativos de los peregrinos.A las 20,30h la Comunidad ofrecerá, cada día, una oración compartida con los peregrinos.

Es un buen sitio para quedarse pero me he propuesto en llegar al final de este trayecto, y esto bien segura que lo voy a lograr. Pero igualmente si tu vas a estar haciendo el camino y llegas aquí te dejo la dirección por si quieres hospedarte:
Calle San Esteban de arriba, 8 – 31699 Zabaldika (Navarra) tfno
948330918 y el email es zabaldika@rscj.es por si quieres hacer una reserva, pues como en todos los albergues tienes que hacerlo previamente pues luego ya no tenemos plaza.

Saliendo de Zabaldika voy en direccion a  Villava, cogiendo de nuevo el camino por la N-135 voy siguiendo el camino hasta llegar a la intersección de la carretera , donde vamos a encontrar dos caminos.

El primero es girando hacia la derecha veremos como hay una carretera PA-30 dirección a Arre por donde podemos ir y antes de llegar a dicha localidad cogeremos la NA-2517 donde siguiendo por la misma carretera  llegamos hasta Villava, y el otro camino seria por la N-135 todo recto y sin curvar por el camino dicho antes y siguiendo por la misma calzada pasaremos a la carretera PA-30 dirección a Huarte, y cuando encontremos la calle Zubiarte seguimos dicha calle, cogiendo seguidamente la calle Calvario y cruzando el rio Ultzama llegaremos a Villava.

Bueno cojais el camino que cojais llegareis a Villava. Yo decido coger el primer camino que os dije pues pienso que es el más corto o el más directo. Por este camino puedes contemplar los bellos paisajes que nos ofrece esta maravillosa tierra, viendo el rio  Ultzama, y todo lo bello que tiene a su alrededor.

Finalmente llegamos a Villava, y descanso un poco a la vera del rio, refrescandome un poco con su aire fresco, y bebo un poco del agua que llevo en la mochila… tomo algo de comer para volver a coger las fuerzas necesarias, y decido seguir el camino para llegar a mi destino, Pamplona.

Siguiendo mi camino me dirigí a Burlada que está a tan solo 1,2 kms y realmente se me hace muy corto el trayecto. En Burlada tomo algo en un bar que encuentro por el camino puesto que me he quedado sin alimentos.

Después voy a una tienda a comprar cosas que llevarme para el ultimo trayecto de Burlada hasta Pamplona.

Sigo la carretera que me llevará a Pamplona,esta vez un camino algo más largo, caminando una distancia de algo más de 3 kms. El camino es sencillo, y no tiene subidas, así que se me hace realmente fácil.

Llego finalmente a Pamplona, deseando encontrar el albergue que ya he reservado con anterioridad.

De los sitios donde alojarme tenia varios, pero elegí el Aloha hostal Pamplona: Calle Sanguesa 2-1º piso, Pamplona

Por si quereis reservar o ver otros albergues, mirar esta pagina:

http://www.spanish.hostelworld.com/Albergues/Pamplona/Espana

Es un hostal muy acogedor, y con lo cansada que estoy en lo primero que pienso es en ir a descansar. El precio es de 16 euros por dia, su relación calidad-precio es inmejorable.

Voy a descansar, mañana será otro día, mañana sigo mi camino hacia Santiago.

Santander

Santander es una ciudad maravillosa situada en el norte de España. Las regiones del norte de España son a menudo los menos estropeada por el turismo y también menos conocidas a los visitantes extranjeros, pero el norte de España mantiene algunas de las joyas del país: paisajes increíbles y encantadoras playas, pueblos amigos y reservas naturales.

Santander es la principal ciudad de Cantabria (región española), que tiene alrededor de 185.000 habitantes y es una ciudad de tamaño mediogrande que se extiende a lo largo de la bahía.

Hay varias playas y puertos que limitan la ciudad en el lado norte, hacia el sur se encuentra el centro de la vieja ciudad y un poco más allá de las verdes montañas. Podríamos decir que el Santander está entre el azul y el verde.

En el siglo XIX, la ciudad era un centro turístico reconocido por los políticos españoles, aristócratas y de la clase alta. La ciudad aún conserva maravillosos palacios y paseos, una arquitectura tipo bahía, con edificios blancos, cafeterías antiguas y su famoso casino.

Santander sigue siendo un destino turístico importante , sobre todo entre los propios españoles. Además de su atractivo como lugar de vacaciones, la ciudad se está convirtiendo en un importante centro de congresos y conferencias.

Además, toda la región de Cantabria cuenta con una amplia gama de oportunidades y excursiones para explorar la naturaleza, con hermosas montañas, sitios prehistóricos, complejos turísticos, cielo, hermosos pueblos y sitios del patrimonio mundial.

Se puede llegar a Santander en tren o autobús desde las principales ciudades españolas. Hay un aeropuerto en la región situada a 5 kilómetros del centro de la ciudad, usted puede alquilar un coche en el aeropuerto de Santander , si usted planea visitar diferentes ciudades españolas.

Espacios singulares cercanos a Santander en la región de Cantabria son: las cuevas de Altamira, con pinturas prehistóricas, el parque de Cabarceno, el encantador pueblo de Santillana del Mar, Comillas, con su Universidad o Suances, famosa por sus playas.

La preciosa ciudad costera de Santander tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Excelentes playas, un animado centro de la ciudad, interesantes museos, jardines y reservas naturales, etc

Aquí está una lista de algunos de los monumentos y lugares para visitar en Santander más importantes:

Jardines y el paseo de Pereda

Comience su visita a la ciudad disfrutando de un paseo por el mar. Dé un paseo por los jardines de Pereda de la Plaza Alfonso XIII. Los jardines fueron construidos en el viejo puerto de la ciudad en honor del escritor local, José María de Pereda, cuya estatua de Coullaut Valera se encuentra en los jardines.

En su paseo se llega al otro lado de algunos de los edificios más famosos de Santander, como el palacio de «la Compañía Trasatlántica Española».

Playas del Sardinero y los jardines de Piquio

En la parte norte de Santander se encuentran las playas de El Sardinero, se extiende desde la península de Magdalena de Mataleñas. La playa del Sardinero se divide en dos partes separadas por los jardines de Piquio.

La primera playa se extiende a lo largo de 330 metros, mientras que el segundo ocupa 1.000 metros. «El Sardinero» se ha convertido en una zona popular de la ciudad, conocido tradicionalmente como uno de los balnearios más elegantes de la costa española.

Este barrio se desarrolló durante el siglo 19 como un nuevo centro turístico de la ciudad.

Los jardines de Piquio, construido en el siglo 19, se destacan entre la primera y segunda playa de El Sardinero.

Desde aquí usted será capaz de ver la península y famoso Palacio de la Magdalena.

Península y Palacio de la Magdalena

Los famosos jardines de Magdalena se encuentran en la bahía de Santander, en una península conocida también como «La Magdalena«, además de las playas del Sardinero.

El Palacio Real de la Magdalena fue una vez la residencia de los reyes y reinas que llegaron a la ciudad durante sus vacaciones de playa.

Fue construido por González de Riancho y Gonzalo Bringas con una mezcla de estilos ingleses y franceses.

Esta es una zona privilegiada para el descanso y el contacto con la naturaleza. Durante el verano, el palacio alberga los famosos cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, un foro para estudiantes y especialistas destacados en las más diversas áreas del conocimiento.

En el parque de Magdalenda también hay un pequeño zoológico donde se pueden ver pingüinos, focas y otros animales marinos, así como tres galeones con la que el navegante cántabro Vital Alsar cruzó el Pacífico como por el Atlántico.

El palacio de «La Magdalena» y sus jardines fueron declarados Patrimonio Cultural en 1982.

Playas de Santander

Hay varias playas de la ciudad, la mayoría de ellos ubicados en el centro y bien comunicado en transporte público. La playa de los Peligros, cerca de la avenida Reina Victoria, es una pequeña playa (200 metros) y, a pesar de su nombre («peligros» se refiere a peligros) tiene aguas tranquilas.

Además de la península de Magdalena se encuentran dos playas más pequeñas: Playa de Bikinis y la playa de la Magdalena.

Las playas del Sardinero en realidad están compuestas por cuatro playas. Un poco más lejos del centro de la ciudad se encuentran la playa de Mataleñas Molinucos y cerca del faro de Cabo Mayor, una zona con hermosos acantilados y lugares de interés. En la mayoría de estas playas se puede practicar la pesca.

La catedral y el centro de la ciudad

La Catedral de Santander «Nuestra Señora de la Asunción» se encuentra en el centro de la ciudad. Fue reconstruida después del incendio de 1941 que destruyó la mayor parte del edificio (ver la historia de Santander). La Catedral es uno de los edificios más antiguos del Santander, que data del siglo 13. Especialmente digno de ver son su clauster, la tumba de Marcelino Menéndez Pelayo y la cripta de «El Cristo» en la capilla mayor.

Frente a la catedral se encuentra la plaza «Plaza Porticada» con varios oficiales y edificios del gobierno. Esta es un área bussy donde se puede ir de compras, por ejemplo, en las animadas calles comerciales de Arrabal y el Cubo. Desde aquí se puede ir andando a la plaza «Plaza del Generalísimo», donde se encuentra el ayuntamiento y el edificio modernista del mercado de la Esperanza. Siga su paseo por el centro de la ciudad y llegar hasta el Museo de Arte.

Cerca del centro de la ciudad son el puerto pesquero de Santander y el puerto de Puerto Chico. El puerto está rodeado por varios edificios marítimos.

Gastronomía de Santander

Santander se encuentra entre el mar y la montaña y tiene una mezcla de ambos en su gastronomía.

Platos típicos de la mar son «rabas» (calamares fritos), «bocartes rebozados» (boquerones), y mariscos frescos.

También hay excelentes platos de carne como el cocido montañés (guiso a base de frijoles, carne y repollo) y los postres tradicionales como «quesada» (pastel de queso), «sobaos pasiegos» (bizcochos) y «ties» (pasteles de hojaldre de pasteleria).

Llançá, ve a la costa brava

Situado en la Costa Brava, en el norte de Cataluña a unos 20 kilómetros de la frontera francesa, este pequeño pueblo nos ofrece la posibilidad de relajarnos en sus numerosas playas.

Cómo es

En un terreno de un poco más de 25 km2 habitan unos 5.000 habitantes. En verano es cierto que los precios, como en todos los sitios suben y hay muchos turistas, pero los acantilados y las playas de este magnífico pueblo merecen la pena.

Que tiene y que hacer

El pueblo en si tiene un par de iglesias importantes, una en el puerto y otra en la Vila, como llaman a la parte más alejada de la playa.

La de la Vila es más grande y está al lado de la plaza central del pueblo, mientas que la del puerto, una típica iglesia o ermita de pescadores, blanca y pequeña, se encuentra entre un cementerio y un árbol centenario.

En el cementerio hay enterrado Carles Sabater, cantante de un grupo llamado Sau.

A lo largo de la playa principal podemos encontrar paneles explicativos sobre la historia del pueblo y sus playas. En un extremo, además, se encuentra una pequeña montaña, conocida como “el castellar”. Quien suba podrá ver unas espectaculares vistas del pueblo desde allí, y más de noche.

También hay unos refugios de la guerra civil, aunque no son los únicos del pueblo.

Encontramos uno en la iglesia y otro más en otra playa.

Si se dispone de suficiente tiempo, hay muchas montañas con caminos muy bien indicados por los alrededores. Allí suele haber muy poca gente y desde algunas de las montañas se puede ver una parte muy grande de toda la comarca, ya que es plana.

Los pueblos de los alrededores también son muy interesantes. Algunos de los más emblemáticos son Cadaqués y la Escala.

En la Escala famosa por sus anchoas, podemos observar que conserva toda la esencia de un pueblo costanero de pescadores, y si vamos en invierno encontraremos mucha tranquilidad allí.

Sus playas son pequeñas pero las aguas cristalinas y puras.

En Cadaqués podemos ver un lugar emblemático, la casa museo del artista Salvador Dalí.

Está en una bahía al norte de la población. No es una sola casa, sino un conjunto de pequeñas casas de pescadores antiguas que el artista fue comprando y juntando. Allí se puede ver el taller donde hacia algunos de sus cuadros, su biblioteca, habitaciones, jardín, piscina… Todo como el artista lo dejó en su momento.

En resumen, esta especial zona combina sitios veraniegos ideales con visitas interesantes que le dan un toque cultural, haciendo una mezcla perfecta.

Coruña: Cuenta la historia

Cuenta la historia no escrita que en las hermosas calas de la península de la Torre a los pies del milenario faro que lleva el nombre  de Hércules, llegaron las naves que acompañaban a Cayo Julio Cesar en su periplo para invadir y conquistar las islas de los Pictos y los Britanos.

Pero la historia dice…

No estoy seguro si esto fue así o no , pero si estoy seguro es que los romanos llegaron a la península de la torre en la Coruña de lo cual si hay referencias históricas escritas y debieron de quedar extasiados con la belleza que desde allí se contempla, mirando al nordeste la cálida y guardada Ría  de Ares, al norte las piedras de cabo Prior que hay que librar para tomar el rumbo norte que lleva a las islas de las brumas o Britanas, al oeste las islas llamadas de las Sisargas que nos permiten tomar los rumbos del tercer cuadrante y enfilar el cabo Finisterre, al sur sureste una franja verde y arbolada con hermosas playas hoy enterradas por las piedras del puerto de la ciudad y en el lado contrario  la coraza rompiente del Orzan apuntando al Oeste y rompiendo por la mitad las olas que entran directamente desde el Océano Atlántico dando resguardo a una de las más hermosas playas urbanas del mundo, la playa de Riazor.

Vivir en la coruña

Es La Coruña una ciudad llena de contrastes y de una belleza agreste y ruda como lo eran sus hombres avezados marinos que vivían del mar que los rodea.

El paso del tiempo convirtió a la ciudad en una pequeña capital de provincia con ¼ de millón de habitantes en un lugar cálido, tranquilo lleno de deliciosos y bucólicos rincones donde se respira el aire marino que llega de poniente y que refresca los días de verano y da calidez a sus días de invierno con unos habitantes entrañables y abiertos a los visitantes como corresponde a las gentes acostumbradas a recibir visitantes por ser su ciudad un puerto de mar

Tuvo Cesar que suspirar cuando su Trirreme en boga firme y enfilando al Norte abandonó las tranquilas, aguas de la bahía de Crunia, cuál era el nombre romano de este pequeño establecimiento militar romano y comenzó a pensar en sus futuras batallas y conquistas con los hombres que pintaban sus caras de color azul .

Vivían en unas brumosas y frías islas en el Septentrión del extremo más occidental de Europa 

Un día distinto, exposiciones caninas

¿Quieres pasar un día distinto en compañía de tus niños? ¿Quieres que se lo pasen en grande disfrutando de posibles amigos cuadrúpedos? Inculcar a los más peques de las responsabilidades de tener una mascota, hará que cuando vayan creciendo y sean mayores tengan esa responsabilidad tan especial y sepan compartir su vida con seres tan especiales como las mascotas.

En España hay una lista enorme de exposiciones caninas, de las cuales no solo verán razas distintas y preciosas, de distintos tamaños y que acatan las órdenes de su amo, sino que aprenderán que son seres vivos que sienten, aman y comprenden y que no son juguetes, que son vida.

Desde enero hasta Diciembre de este año, hay 55 exposiciones caninas, en el próximo mes de Mayo habrá 4 exposiciones, empezando el día 5 en Archidona (Málaga), el 11 y 12 de Badajoz y en Tenerife, el 25 y 26 en Madrid. En Junio habrá 4 exposiciones, empezando el día 2 en Vic (Barcelona), el 15 y 16 en Oviedo y en Oropesa del Mar (Castellón), el 22 y 23 en Palma de Gran Canaria y también el día 23 en Medina de Pomar (Burgos), el 29 y 30 en Cantabria. En Julio habrá 3 exposiciones, empezando el día 7 en Portugalete (Vizcaya), el 14 en Área de Vizcaya y el 21 en Amurrio (Álava) y así en el resto de España con distintas ciudades y días.

La mayoría de estos “certámenes de belleza canica” tienen otros eventos como por ejemplo diversas pruebas en adiestramiento tanto de particulares como con policías, coreografía, así como zona comercial del mundo canino, accesorios, etc., donde tanto adultos como niños se lo pasaran en grande.

¡¡Qué cantidad de razas!!

En estas exposiciones podremos ver una gran variedad de razas como el Pastor Australiano, Pastor Belga, Border Collie, Pastor Catalán, Australian Terrier, Ratonero Valenciano, Teckel, Siberian Husky, Dálmata, Cocker Spaniel, Bulldog Francés, Caniches, Galgo Español, Chihuahua, Bóxer y demás, la lista es inmensamente larga donde podremos disfrutar de este mundo tan maravilloso como es el canino.

No sólo son las mascotas

Si decidís ir a una de estas estupendas exhibiciones con toda la familia, os recomiendo que paséis varios días para disfrutar de la región, con sus fantásticos paisajes, maravillosa gente, hoteles y gastronomía, donde podréis pasar unos días estupendos.

Y ¿Quién sabe? A lo mejor lleváis un nuevo huésped a vuestra casa y a vuestra vida, os aseguro que os encantara, son increíblemente maravillosos.

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (III)

Terminábamos el segundo artículo de esta serie prometiendo rendir visita a tres ciudades injustamente obviadas como destino turístico de primer nivel. También decíamos que una de ellas es española. Pero, si no haces trampas y lees el artículo por el orden en el que está escrito, la mencionamos la última.

Sí: algo de televisivo tiene este escrito, que te anuncia que lo mejor está al final del programa. Para que te lo tragues enterito, vamos. Sólo que, a diferencia de la televisión, este articulo puedes empezar a leerlo por donde más te convenga, de modo que hemos pensado que lo mejor que podemos hacer es convertir cualquiera de sus líneas en interesante. Haz la maleta, que nos vamos de viaje.

 Museum for contemporary Art : Helsinki, Finland
Museo de arte contemporáneo, en Helsinki

Y el primer lugar que mencionamos en este post, de los injustamente dados de lado en las guías turísticas, es la capital de país situada más al Norte de Europa. Como bien sabías, Helsinki, capital –de nuevo, lo sabías- de Finlandia.

 

Del frío, al exotismo asiático

De Helsinki cabe destacar… casi todo, pero nos vamos a quedar con los casi sobrenaturales paisajes bálticos y la célebre fortaleza de Suomenlinna. Como curiosidad diremos que en la cuidad se encuentra el único hotel de una habitación del mundo. Podemos ver también construcciones de art nouveau y restaurantes de los años 30 en unas calles impolutas iluminadas, en verano, por el sol de medianoche.

紅葉 autumn colors
Takayama

Viajamos ahora hasta el exótico Japón, donde se encuentra la población de Takayama. Es el sitio perfecto para, más que observar, sentir la tradición y la cultura niponas. Podemos, por ejemplo, pasear por sus mercadillos o entrar en una destilería de sake. Y, en cuanto contemplemos la campiña de Shirakawa-go, creeremos estar frente a la encarnación del Nihonga -pintura tradicional japonesa-.

Por fin en casa

Ya. De vuelta en España, a ver cuál es esa ciudad que los turoperadores se empeñan en olvidar. Se trata de Jerez de la Frontera. Es conocida en el mundo entero por el licor que lleva su nombre, sus sobrecogedoras iglesias y, cómo no: como ciudad gaditana que es, por su escena flamenca.

Jerez de la Frontera - Arquitectura
Jerez de la Frontera

 

Pero la mayoría de los turistas optan por Sevilla para disfrutar de entretenimientos parecidos, olvidando que una tarde en las bodegas jerezanas es un recuerdo imborrable; que el cante es una actividad cotidiana, aún a día de hoy en sus calles; que la equitación sigue siendo un arte. Y que, el mundo es mucho más grande e interesante de lo que muestran las guías turísticas.

 

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (II)

Hace unos días te hablaba de que comenzaba una serie sobre diez destinos que los turoperadores y los turistas que se guían exclusivamente por ellos parecen no tener demasiado en cuenta. Entonces te hablaba de Trieste, Arras, Gujarat y Chongquing y de lo que nos estamos perdiendo por seguir siempre a los guías de los viajes organizados.

Vamos a por el segundo de estos tres artículos: en esta ocasión comenzaremos en Escocia. Más concretamente en la deliciosa ciudad de Aberdeen. En otra ocasión visitaremos este país, que es infinitamente más que kilts, gaitas y Nessie. Pero hoy nos detenemos sólo en la bellísima Aberdeen.

Utrecht, Oudegracht

La joya indiscutible de esta ciudad que parece construida sólo de granito es su universidad, dentro de cuyas instalaciones destaca el King’s College, datado en el siglo XV. Tampoco podemos perdernos una playa digna del objetivo del fotógrafo más exigente o un pueblecito cercano, Footdee, que parece el escenario en el que Tolkien imaginaría El Señor de los Anillos. Por cierto, como anécdota: el castillo de Dunottar, con su sobrecogedor acantilado, fue el escenario del “Hamlet” de Franco Zeffirelli.

Un viaje al país de los tulipanes

Cambiamos de ciudad y de país: nos vamos a Holanda, más concretamente a Utrecht, eclipsada como destino turístico por la todopoderosa Ámsterdam. Vale la pena dedicarle, más que una horas, unos días a esta ciudad rebosante de arte y de Historia. Si así lo haces, no dejes de disfrutar del canal medieval que circunda al casco urbano; de su zona portuaria que bulle continuamente de actividad; y del delicioso ambiente de sus cafés bohemios.

Ahora, no sólo cambiamos de cuidad y de país, sino que también lo hacemos de continente. Porque, por muy europeizado que esté, Marruecos sigue siendo parte de África. Y allí, entre las joyas del reino alauita, una que no acabo de entender por qué no se tiene más en cuenta.

La paz y la belleza de Meknés

La ciudad imperial de Meknés puede competir en atractivo y, en muchos aspectos, superar al de otras tan renombradas como Fez y Marrakech. Es más, según lo que busquemos en nuestros días o semanas de asueto, esta población puede ganarle por mucho a las otras, gracias a la sensación de tranquilidad de que ofrecen la mayor parte de sus calles.

Y no sólo por la calma y el relax que en ella se respira es atractiva Meknés: podemos visitar cincuenta palacios, recorrer más de cuarenta y cinco kilómetros de muralla y contemplar las ruinas romanas de Volubilis.

En el capítulo que cierra esta serie, visitaremos otras tres ciudades injustamente condenadas al ostracismo turístico. Una de ellas, española… ¿Cuál será?…

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (I)

Existen lugares, ciudades, regiones de belleza y riqueza cultural incalculable que, sin embargo, por el motivo que sea, no reciben la atención y, con ella, las visitas que se merecen. Comenzamos aquí un miniserie de tres artículos en los que vamos a hablar de diez de estos destinos que no van a hacer ricas a las agencias de viajes, aunque deberían.

El primero de los lugares de los que vamos a hablar es Trieste, en Italia. Es tanto lo que el país transalpino ofrece que muchos se olvidan de mirar hacia esta deliciosa ciudad marítima. Fronteriza con Eslovenia, se ha convertido en una maravillosa amalgama cultural.

Diez destinos turísticos que nos empeñamos en perdernos (I)

En sus tiempos de esplendor, Trieste fue el puerto más importante del Imperio Austrohúngaro y vivieron en la ciudad personajes de la talla de James Joyce –que empezó aquí su Ulises-. Si nos decidimos a ir, no nos perdamos su paseo marítimo, sus cafés de ambientación vienesa y el maravilloso ambiente de bullicio que caracteriza a las ciudades italianas.

De Europa a Asia

Continuamos viaje y arribamos a Arras, ciudad francesa, a la que quienes saben de esto de viajar recomiendan reservar como poco un día para disfrutar de sus maravillosos edificios de los siglos XVII y XVIII. Tampoco debemos perdernos las vistas desde su famoso campanario ni las dos plazas de estilo flamenco-español. Además si tenemos ocasión, deberíamos visitar parte de los 22 kilómetros de túneles que se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial.

Dispongámonos para unas cuantas horas de avión si queremos llegar a otro destino maravilloso e infravalorado: nos vamos a Gujarat, en la India. Está al noroeste y es uno de los lugares más tranquilos y hospitalarios de su entorno. De todo cuanto podemos disfruta, destaca la Isla de Diu, una antigua colonia  portuguesa que es un verdadero paraíso en la tierra.

Naturaleza, gastronomía y tradición

Además, desde Gujarat podemos viajar a Bhuj o a las salinas de Kutch, donde podemos observar la mayor cantidad de flamencos salvajes que hayamos visto jamás y una curiosa raza de asno salvaje, propio de la región.

Para terminar esta primera entrega, nos quedamos en Asia, más concretamente en la ciudad china de Chongquig. Allí nos vamos a encontrar con los extraordinarios paisajes del río Yangzi, que nos dejarán embobados ante lo bella que puede llagar a ser la Naturaleza. También es célebre la comida de la región, no apta para estómagos delicados o paladares que teman al picante. Es uno de los lugares donde la China del siglo XXI no consigue conquistar a la de milenios atrás.