Comarca de Níjar, belleza natural entre la montaña y el mar.

El Campo de Níjar es una comarca almeriense de particular belleza y un lugar perfecto para pasar unos días de tranquilidad, lejos del ajetreo y el estrés de la vida diaria, disfrutando de todo lo bueno que ofrece esta comarca.

Atrás quedó hace mucho tiempo la extrema pobreza que narraba Juan Goytisolo en su obra Campos de Níjar. Permanecen la hospitalidad de sus gentes, sus espectaculares paisajes, marítimos y montañosos,  y su duro clima.

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Conoce La Alhambra por sus leyendas

Hay sitios que, no sabemos porque, son más destinados a encerrar leyendas e historias misteriosas. En si estas historias suelen nacer para explicar episodios de la historia que, debido a que el poco nivel educativo que recibía el pueblo, se empezaron a contar de boca en boca.

Como todo el mundo conoce, este tipo de medio de comunicación, tiende a irse desformando conforme pasa de una persona a otra, añadiendo y eliminando datos según nuestro antojo o memoria y tendiendo a exagerar tanto que muchas veces terminan siendo cuentos o mitología.

Una de las épocas de nuestra cultura donde más se suelen dar estas leyendas, son las que componen desde la invasión de los musulmanes hasta llegar a la Reconquista de Al Andalus. Por lo que muchas se encierran entre las paredes de la Alhambra, en Granada.

La Puerta de la Justicia

Como pasa en otros palacios, La Alhambra también tenia su muralla y puerta de acceso, llamada la Puerta de la Justicia, creada en la misma época. La cual era tan poderosa que, según cuenta la leyenda, no cayó bajo ningún ejército.

Este arco tiene en punto medio una mano grabada. Estamos hablando de una altura de unos 10 metros. La historia nos habla de que para conquistar la Alhambra, un caballero montado en su caballo, el cual consiga encajar su mano a la grabada, será el dueño de todo el palacio.

Hasta entonces, ningún ejército podría entrar a la fuerza. Manteniéndose la puerta hasta un día, que la mano que guarda el arco, llegue a tocar la armadura. Esto se interpreta con la caída de la misma puerta y, por lo tanto, el fin del mundo.

El suspiro del moro

Sin embargo, el ejército de los Reyes Católicos, consiguió arrebatar La Alhambra y reducir la dominación Boabdil. Desterrando al rey Mohamed Abu Abdalahya, y a su sequito fuera de Granada. Tal fue su sufrimiento, que mientras se alejaba, no quiso mirar hacia atrás.

Solo cuando estuvo fuera de la ciudad, en la llamada desde entonces Colina del Suspiro, tuvo fuerzas para ver todo lo que dejaba atrás, suspiro y comenzó a llorar. Celebrándose a si la famosa frase de “llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre”, por su madre. Pues en la vida no hay mayor pena que la que se produce por vivir lejos de Granada.

La sala de los Abencerrajes

Esta sala es un homenaje al apellido Abencerrajes, el cual poseía una familia de la nobleza de la época, la cual tenía su vivienda a los pies de La Alhambra. Y de todos era sabida la enemistad con la familia Zenetes, encabezada por un rival político. Ambas eran cristianas.

Estos últimos decidieron conspirar contra los Abencerrajes, y no se les ocurrió otra cosa que inventar que el cabeza de familia estaba manteniendo una aventura con una joven sultana, para conseguir que el Sultan se enfureciera y cegado, cargara contra él.

Paciente, el sultán, desarrollo una fiesta en el palacio e invito a varias personalidades, entre ellas esta familia y sus caballeros. Así pues, en esta sala, mando apresarles y termino decapitar sobre la fuente a todos los que llevaban el escudo familiar. Sumando un  total de 37 personas.

Desde ese día, aun se puede ver un tímido color rojizo en las paredes de la fuente. Esta fuente lleva parte del agua a la fuente de los leones, y es común ver entre su canal manchas teñidas del mismo color, recordando el asesinato de estos hombres inocentes.

La Silla del Moro

Dicen que llego un momento que había tal cantidad de ciudadanos viviendo en Granada y el rey Boabdil llevaba una vida tan alegre y despreocupada, que pronto empezaron los amotinamientos en la ciudad.

Por esta razón el rey decidió buscar un refugio en una apartada colina, donde divisar toda Granada sentado en su cima, mientras veía como su pueblo se sublevaba. Desde entonces, esta cima lleva este nombre.

El Reloj de Sol

Los antiguos comparaban La Alhambra y sus alrededores como un gran reloj de sol. Así que, al ir avanzando las horas y el sol se ponía, al igual que un reloj de los, las sombras se van moviendo. En este caso este movimiento pasivo se puede seguir a través de sus estancias.

Las horas del día donde mejor se puede comprobar son las que el sol esta más fuerte, al mediodía, momento en que en todas sus estancias se dividen en mitad sombras mitad luz. ¿Una simple casualidad?

Antiguamente, el hecho de contar leyendas respecto a un personaje, lo engrandecían, pasando de ser una persona a ser el mito. En este caso también, las leyendas de La Alhambra la han convertido de un palacio en todo un icono de grandeza, por el que valía la pena luchar.

Málaga se viste de Feria

Cómo cada agosto Málaga se viste de verde y morado, sus colores de gala, para recibir a todos aquellos visitantes en su feria principal. La feria de Málaga, que como dicen ellos, no hay otra igual en el país. Este año quedará inaugurada el 17 de agosto hasta el día 24 del mismo mes.

Inicios de la Feria

La feria de Málaga se remonta a más de 500 años, y tiene su origen en las celebraciones por  la reconquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos el 19 de agosto  de 1487, y más recientemente se convirtieron en fiestas populares en el  IV centenario de la reconquista en el año 1887, a partir de entonces se han ido festejando año tras año, coincidiendo con la llegada de turistas que quieren disfrutan de unas merecidas vacaciones en la Costa del Sol, lo que ha logrado que las fiestas se “popularicen” y lleguen a ser conocidas internacionalmente.

Disfrutando de la Feria

Popularmente la feria de Málaga se divide en dos: La feria de día y la feria de noche. La feria de día ha ido cambiando su ubicación a lo largo de los años, situándose en el centro histórico, en donde las calles se decoran de farolillos, hay música en vivo, los malagueños lucen sus mejores galas,  los bares se abren a la calle para ofrecer comida y bebida a lo largo de todo el día; también se pueden disfrutar de las casas de hermandades que abren a los turistas y residentes para ofrecer algo de abrigo al sol de agosto, y poder disfrutar así de imágenes de la Semana Santa, acompañándola de vino dulce y pescaíto.

La feria de noche, se sitúa en el llamado Real, fuera de la ciudad, en donde las casetas de atracciones, casetas de comida y bebida tanto públicas como privadas, se entremezclan con el albero del suelo y los trajes de flamenca. El no ser una feria de casetas cerradas como puede ser Sevilla, facilita la integración del turista con la población local, en lo que se convierte en una fiesta de música y diversión que puede durar hasta que el día despunta.

No sólo de feria vive el hombre

Durante la feria de agosto, todas las tardes en la plaza de toros de la capital malacitana, la Malagueta, hay una cita diaria para los amantes de los capotes y el toreo. Mientras que por la mañana se celebran exposiciones, concursos de fotografía y en las calles hay espacios para que los niños también disfruten. Por la noche los restaurantes y bares tienen las puertas abiertas para ofrecer lo mejor de la gastronomía malagueña, regado con vino dulce como pajarete o cartojal;  Y no nos podemos olvidar que durante 24h las playas de Málaga están abiertas al público que quiera visitarlas.

Una visita por los “Pueblos Blancos”

Una de las rutas turísticas más conocidas en nuestra tierra es la ruta de los “Pueblos Blancos”: abarca gran parte de los pueblos de la serranía de la provincia de Cádiz y de Málaga, siendo su particular nombre debido a que en la antigüedad sus habitantes encalaban las fachadas de todas las casas con cal, dando ese color tan especial y hermoso como es el blanco, principalmente para repeler el calor tan fuerte de los meses de verano.

De estos diecinueve pueblos (que describiremos a continuación) que pertenecen a esta ruta, muchos de ellos están ubicados y pertenecen al “Parque Natural de la Sierra de Grazalema” de un gran interés turístico.

Alcalá del Valle, este hermoso pueblo enclavado en la serranía de Ronda posee un clima especial, ya que al estar situado en un valle y surcada de arroyos otorgan un espectáculo especial al que la visita.

Algar, ubicado en las cercanías del rio Majaceite y el Pantano de los Hurones se encuentra en un enclave privilegiado, donde su agricultura, ganadería, el trabajo de la piel y de la madera forman un sitio especial para el turista.

Algodonales, lleno de olivares y huertas de verduras a los pies de la Sierra de Líjar, destaca principalmente para todos aquellos amantes de los deportes de vuelo y al aire libre. Monumento a visitar es la iglesia de Santa Ana del estilo barroco con su torre alta y la Puerta del Perdón. 

Arcos de la Frontera, es uno de los pueblos más pintorescos y hermosos de Andalucía, está ubicado en lo alto de una colina y cercano al rio Guadalete, donde sus paisajes asombran al visitante.

Benaocaz,  ubicado en la Sierra del Endrinal y al sur del rio Tivizna.  Monumentos a visitar son su Ayuntamiento de estilo barroco (siglo XVIII) o el Castillo de Aznalmara.

Bornos, este pueblo fundamentalmente agrícola, ofrece al visitante monumentos de gran relieve como los Castillos de Fontanal y de los Rivera, la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán o el Convento del Corpus Cristi.

El Bosque, es la puerta al Parque Natural de la Sierra de Grazalema, su paisaje rodeando al pueblo posee un especial encanto. Monumentos a visitar: la Iglesia de Santa María de Guadalupe o el Jardín Botánico El Castillejo.

El Gastor, en este pueblo encontramos, como caso excepcional y como ejemplo de la arquitectura megalítica un Dolmen gigante formado por bloques ciclópeos de unos 18 metros de extensión, de 1 a 2 metros de ancho por 3 a 4 metros de altura.

Espera, es uno de los pueblos más antiguos de esta zona, donde descubrieron asentamientos ibéricos prehistóricos. Monumentos: el Castillo árabe Fatetar o la iglesia de Santa María de Gracia.

Grazalema, se encuentra a los pies de la Sierra del Pinar y dentro del Parque Natural del mismo nombre. No te pierdas la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora o el Museo de Artesanía Textil.

Olvera, su gran riqueza es el cultivo de olivares, permitiendo así una de las principales en denominación de origen en la Sierra de Cádiz, por su excelente oro líquido. Monumentos que debes visitar son la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Fortificación árabe (bien conservada) o el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios del estilo barroco.

Prado del Rey, el enclave de este pueblo es excepcional, está flanqueado por dos elevaciones montañosas, desde donde se pueden observar preciosas vistas.  Monumentos a visitar: la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen o las Ruinas Romanas “Iptuci”.

Puerto Serrano, es conocido como el punto de partida de la Vía Verde de la Sierra, es una alternativa ecológica para los amantes del senderismo, paseo a caballo o en bicicleta.  Monumentos Para visitar son la iglesia de Santa María Magdalena o la Fuente de Ramos.

Setenil de las Bodegas, lo original de este pueblo son sus casas trogloditas en las rocas, sobre el río donde sus calles estrechas y cuevas forman un verdadero laberinto.   Monumentos que no debes perderte la Torre del homenaje o Iglesia de la Encarnación.

Torre Alháquime, este majestuoso lugar donde se asienta está formado por un conjunto de lomas y cerros redondeados, ofreciendo una majestuosa vegetación natural y unas vistas preciosas. Monumentos a visitar: el Castillo del Cementerio o Ruinas de la Antigua Fortaleza Nazarí.

Ubrique, está ubicado en la estrada del Parque Nacional de Grazalema y el Parque Natural Los Alcornocales, dividiéndolo por la mitad el rio Ubrique. Su principal riqueza es el tratado e industria de la piel, reconocido en varias partes del mundo. Monumentos inportantes son las iglesias de San Antoniola de Nuestra  Señora de la O o el convento de Capuchinos.

Villaluenga del Rosario, ubicado en el centro del Parque Nacional de la Sierra de Grazalema, ofrece al turista una vista impresionante. Monumentos que deberías visitar: Iglesia de San Miguel del estilo barroco o la Plaza de Toros excavada en la roca.

Villamartín, esta ciudad agrícola está estratégicamente situada como enlace articulador de comunicaciones entre las comunidades de la comarca y de las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga. Monumentos que ver: la iglesia de San francisco, Palacio de los Topete o las Ruinas del Castillo de Parajete.

Zahara de la Sierra, situada en las faldas de la Sierra de Jaral, este pueblo de origen árabe atrae a muchos visitantes principalmente por su turismo rural y de aventura, como espeleología, kayak, senderismo, etc. Monumentos de relevancia: la iglesia de Santa María de la Mesa o el Poblado Nazarí.

Visitar esta ruta no dejara indiferente al espectador: a cada paso se descubre un rincón nuevo y espléndido, con paisajes espectaculares y patios con adornos naturales típicos de los patios andaluces donde reina el color en contraste con el blanco de sus fachadas.

Un paseo por Andalucía

Una de las regiones con más solera e historia, tanto por sus habitantes, monumentos, paisajes, playas y gastronomía es Andalucía.  Esta tierra, casi siempre bañada por el sol, tiene un sinfín de lugares donde puedes recrearte tanto en cuerpo como en el alma.

Nos remontamos a la Historia más antigua de Andalucía, gracias a la presencia de hallazgos importantes como pinturas rupestres, ciudades antiguas y restos arqueológicos encontrados en distintos puntos de la geografía andaluza que nos indican que la presencia humana ha estado en estas tierras desde la época prehistórica.

Un rincon de frigiliana

La antigua ciudad mítica “Gadir”, actualmente Cádiz, fue fundada por los fenicios en el siglo I  A.C. También llegaron a estas latitudes cartaginenses, tartesios e iberos que formaron una cultura muy extensa antes de que llegaran los romanos y su colonización.  También sucederían bizantinos y visigodos hasta que en año 711 se inicia una rápida introducción musulmana.

Hijos de mil sangres

Gracias a estas influencias culturales, Andalucía es una tierra que abrazó y abraza todo tipo de legados, tanto históricos como contemporáneos, los que nos han dejado y los que dejaremos y así formando una región en que todos tenemos cabida.

Sus ocho provincias Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, ofrecen al turista una gama extensa de sitios que visitar, pudiendo ir al pasado, tocar y experimentar sus innumerables monumentos, que hacen visionar la vida de aquella época o volver al presente y experimentar la modernidad y las nuevas estructuras de las vidas actuales.

Ocio y relax para todos

Sus hermosos parques naturales y jardines, protegidos por su valor ecológico, científico y educacional, en los que el visitante pueden pasear y observar la maravilla de la naturaleza de esta región por senderos ya señalizados, senderos para bicicletas, áreas de descanso, áreas de camping, miradores y observatorios.

Andalucía no sólo propone un paseo de descanso y relax, también ofrece una gran cantidad de ofertas de ocio con actividades divertidas, populares, tradicionales e ingeniosas como ferias y festivales, deportes al aire libre en verano e invierno, etc.

Gracias a la fertilidad de sus tierras y su climatología favorable, la tierra andaluza entrega a propios y ajenos la versatilidad de sus frutos y su gastronomía, otorgando así lo mejor de esta zona.  Los suculentos manjares que nos ofrece su gastronomía como el pescaíto frito, el rabo de toro, los guisos marineros, acompañado de una copa de manzanilla o de cualquier vino de esta tierra que nos hará saborear el fruto de sus viñedos y su elaboración.

Pasear por Andalucía es llevarse un trocito a casa, de esta encantadora tierra.

Jaén

Si algo nos gusta hacer en este blog es romper tópicos. Y uno de ellos, injusto, es el que existe de Despeñaperros hacia el Sur. Andalucía es más, mucho más que flamenco, toros, siesta y fiesta. De hecho, vamos  jugar a no usar estas cuatro palabras en todo el artículo.

El turista que va al Sur, que se acerca por tierras andaluzas lo hace con prejuicios. No podemos negar la imagen que en el resto de España y del mundo si tiene de estas tierras. Es más: en buena parte del planeta se asocia a España con los la imagen tópica de Sevilla. Con eso, o con la paella.

Pues la riqueza de esta Comunidad, por mucho que les pese a algunos, va más allá de todo ello. Nada más abandonar los inmensos viñedos manchegos, cruzando el desfiladero que separa ambas comunidades, llegamos a la infinitud de los olivares jienenses. Literalmente, os acompañan durante kilómetros sin que se vean más de diez metros cuadrados de suelo sin un árbol.

Decía don Miguel…

Se nos vienen a la mente los versos de Miguel Hernández: “Andaluces de Jaén, / aceituneros altivos, / decidme en el alma: ¿quién, / quién levantó los olivos? / No los levantó la nada, / ni el dinero, ni el señor, / sino la tierra callada, / el trabajo y el sudor.”

Además de los paisajes, verdes hasta donde alcanza la vista, de personas nobles, acostumbradas y quizá contagiadas de la dureza del olivo y su labranza. Además de olivares a través de los que una ardilla podría atravesar, ya que no la provincia, buena parte de ella. Además de campo, Jaén tiene cultura. Arte. Historia.

Una Historia inabarcable

Pero hoy, nos quedaremos sólo en la capital. Existe constancia de la presencia humana desde tiempos del Neolítico, de modo que la riqueza histórica y artística de  la ciudad está fuera de toda duda. Por ella pasaron y se asentaron romanos, visigodos, árabes, judíos, cristianos… El jienense vive de su tierra, pero desciende de mil pueblos.

Prueba de esa multitud de orígenes es el arte que puede verse en toda la capital y sus alrededores. De entre todos ellos, destacaremos la catedral de La Asunción, templo renacentista del siglo XVI; los baños árabes o “Baño del Niño” y la judería en toda su extensión. Los reseñamos como restos de las tres culturas que más han  influido en la forma de ver actual, no ya de Jaén, sino de toda España.

Jaén ofrece más argumentos, pero sería injusto, además de imposible, abarcarlos todos en n escrito: hemos de visitarlo, tocarlo, olerlo, sentirlo… Y hemos terminado un artículo sobre una ciudad andaluza, tal vez por hacerle justicia, sin mencionar las palabras “flamenco, toros, siesta y fiesta” ¡Huy! Perdón.