Hay sitios que, no sabemos porque, son más destinados a encerrar leyendas e historias misteriosas. En si estas historias suelen nacer para explicar episodios de la historia que, debido a que el poco nivel educativo que recibía el pueblo, se empezaron a contar de boca en boca.
Como todo el mundo conoce, este tipo de medio de comunicación, tiende a irse desformando conforme pasa de una persona a otra, añadiendo y eliminando datos según nuestro antojo o memoria y tendiendo a exagerar tanto que muchas veces terminan siendo cuentos o mitología.
Una de las épocas de nuestra cultura donde más se suelen dar estas leyendas, son las que componen desde la invasión de los musulmanes hasta llegar a la Reconquista de Al Andalus. Por lo que muchas se encierran entre las paredes de la Alhambra, en Granada.
La Puerta de la Justicia
Como pasa en otros palacios, La Alhambra también tenia su muralla y puerta de acceso, llamada la Puerta de la Justicia, creada en la misma época. La cual era tan poderosa que, según cuenta la leyenda, no cayó bajo ningún ejército.
Este arco tiene en punto medio una mano grabada. Estamos hablando de una altura de unos 10 metros. La historia nos habla de que para conquistar la Alhambra, un caballero montado en su caballo, el cual consiga encajar su mano a la grabada, será el dueño de todo el palacio.
Hasta entonces, ningún ejército podría entrar a la fuerza. Manteniéndose la puerta hasta un día, que la mano que guarda el arco, llegue a tocar la armadura. Esto se interpreta con la caída de la misma puerta y, por lo tanto, el fin del mundo.
El suspiro del moro
Sin embargo, el ejército de los Reyes Católicos, consiguió arrebatar La Alhambra y reducir la dominación Boabdil. Desterrando al rey Mohamed Abu Abdalahya, y a su sequito fuera de Granada. Tal fue su sufrimiento, que mientras se alejaba, no quiso mirar hacia atrás.
Solo cuando estuvo fuera de la ciudad, en la llamada desde entonces Colina del Suspiro, tuvo fuerzas para ver todo lo que dejaba atrás, suspiro y comenzó a llorar. Celebrándose a si la famosa frase de “llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre”, por su madre. Pues en la vida no hay mayor pena que la que se produce por vivir lejos de Granada.
La sala de los Abencerrajes
Esta sala es un homenaje al apellido Abencerrajes, el cual poseía una familia de la nobleza de la época, la cual tenía su vivienda a los pies de La Alhambra. Y de todos era sabida la enemistad con la familia Zenetes, encabezada por un rival político. Ambas eran cristianas.
Estos últimos decidieron conspirar contra los Abencerrajes, y no se les ocurrió otra cosa que inventar que el cabeza de familia estaba manteniendo una aventura con una joven sultana, para conseguir que el Sultan se enfureciera y cegado, cargara contra él.
Paciente, el sultán, desarrollo una fiesta en el palacio e invito a varias personalidades, entre ellas esta familia y sus caballeros. Así pues, en esta sala, mando apresarles y termino decapitar sobre la fuente a todos los que llevaban el escudo familiar. Sumando un total de 37 personas.
Desde ese día, aun se puede ver un tímido color rojizo en las paredes de la fuente. Esta fuente lleva parte del agua a la fuente de los leones, y es común ver entre su canal manchas teñidas del mismo color, recordando el asesinato de estos hombres inocentes.
La Silla del Moro
Dicen que llego un momento que había tal cantidad de ciudadanos viviendo en Granada y el rey Boabdil llevaba una vida tan alegre y despreocupada, que pronto empezaron los amotinamientos en la ciudad.
Por esta razón el rey decidió buscar un refugio en una apartada colina, donde divisar toda Granada sentado en su cima, mientras veía como su pueblo se sublevaba. Desde entonces, esta cima lleva este nombre.
El Reloj de Sol
Los antiguos comparaban La Alhambra y sus alrededores como un gran reloj de sol. Así que, al ir avanzando las horas y el sol se ponía, al igual que un reloj de los, las sombras se van moviendo. En este caso este movimiento pasivo se puede seguir a través de sus estancias.
Las horas del día donde mejor se puede comprobar son las que el sol esta más fuerte, al mediodía, momento en que en todas sus estancias se dividen en mitad sombras mitad luz. ¿Una simple casualidad?
Antiguamente, el hecho de contar leyendas respecto a un personaje, lo engrandecían, pasando de ser una persona a ser el mito. En este caso también, las leyendas de La Alhambra la han convertido de un palacio en todo un icono de grandeza, por el que valía la pena luchar.