Un pueblecito encantador: Lois, León

Existe un tesoro arquitectónico en las montañas leonesas, donde en un pueblecito de escasos habitantes la naturaleza ha hecho maravillas en combinación con su clima y su tierra, este pueblecito llamado Lois contiene un conjunto histórico y una iglesia parroquial donde en un tiempo de grandeza no pasó inadvertida.

Este pueblo, observado desde lejos y superficialmente parece no tener nada extraño en comparación con otros tantos pueblos, pero al ir visitando sus calles, sus edificios señoriales y su patrimonio en general, la sorpresa va en aumento.

La catedral de la montaña, que así le llaman a la Iglesia de Lois fue construida con piedra de mármol rojo veteado y sin pulir, una construcción sólida que con los siglos no ha perdido su encanto.

En su misma fachada contiene un reloj de sol que en la antigüedad como ahora sólo indica el amanecer, el mediodía y el atardecer, muy común en aquella época. En su interior se registran hermosas tallas, piezas de orfebrería y en la cúpula pinturas del estilo rococó donde representan a cuatro mujeres bíblicas reconocidas.

La Casa del Humo es otra de las opciones para visitar en este hermoso pueblo, la principal característica de esta vivienda era y es no tener chimenea y su techo que está formado por una cubierta vegetal muy habitual en muchos pueblos de la comarca leonesa, en la parte interior de esta vivienda aún quedan patentes donde hacían la vida con su losa situada en el centro en la que se preparaba la lumbre para cocinar y las cadenas para sujetar el caldero donde se cocinaban los alimentos.

La Casa de los Reyero o Casa de los Mayorales es un ejemplo de palacio, con formas elegantes y construidas de piedra caliza rosada de misma región. El Palacio de los Castañones, construido a principios del siglo XVIII y que por los avatares del tiempo tuvo que ser reconstruido a finales del siglo XIX.

Por la cantidad de molinos harineros que había en la zona, siendo su fuerza motriz el agua, tenían que fabricar dichos molinos en las riberas de los ríos, expuestos a  las inundaciones de la época, ya que la fuente primordial de alimentación, tanto para humanos como para sus ganados eran estos molinos, pero a finales del siglo XIX con la llegada de la revolución industrial se construyó La Fábrica de la Luz con la finalidad de que pudieran moler el grano de sus cosechas de forma segura y al mismo tiempo tener luz en sus hogares.

Aunque este pueblo sea pequeño tiene su gran historia, donde podremos empaparnos un poco más de la cultura de nuestra tierra, sin olvidar los hermosos paisajes que lo rodean, con hermosas vistas.

Haro, una de las cunas bodegueras

Si te gusta el buen vino y tener la oportundiad de disfrutarlo en una buena bodega, Haro puede ser una buena laternativa. En esta población se concentran muchas de las buenas bodegas con denominación de origen La Rioja. Situado en La Rioja alavesa, Haro aporta al visitante, además del buen vino, gastronomía exquisita.

A los que nos somos curiosos de por si, y nos gusta descubrir dónde y cómo se hacen los caldos, las diferentes bodegas organizan visitas guiadas, catas, comidas típicas... En esta localidad podremos elegir una gran variedad de bodegas de alto nivel en las que podremos probar y comprar esos vinos.

Si queréis que os recomiende alguna, os diré que eso va según los gustos y paladares de cada uno y precisamente por eso, es algo complicado decidirse por una sola. Muga, Villa Tondonia, Paternina, Ramón Bilbao, Cune… cualquiera de estas es realmente una buena opción. Eso sí, es muy recomendable que concertéis cita antes para que no haya problemas a la hora de visitar la bodega que elijaís.

la rioja
Haro

Gastronomía de calidad

Un buen caldo sabe mejor si va acompañado de un buen plato en la mesa. Si queréis degustar tapas elaboradas y tradicionales que están para chuparse los dedos, entonces, os recomiendo en bar y restaurante Beethoven. Realmente es espectacular la calidad y el sabor de sus pintxos y prueba de ello es que siempre stá lleno.

Os puedo asegurar que el restaurante también es una buena opción, realmente pidas lo que pidas, todo está riquísimo. La atención de los empleados también es excelente, están en todo momento pendientes de los comensales y de sus necesidades. Además no hace falta moverse fuera del pueblo, ni encontrarlo puede convertirse en una gran odisea. Lo encontraréis enseguida, porque está situado en el mismo centro histórico.

De museos

A pesar de lo que pueda parecer, en Haro no solamente hay vino y bodegas por todas las esquinas. Es verdad que la enología es el centro económico de la zona y por ello existe además, un centro de interpretación del vino. Pero si además de los caldos, también te gusta el arte, también podrás disfrutar de él.

El Museo de Arte Contemporáneo es una espacio donde se han recopilado obraspremiadas y reconocidas de artistas de La Rioja. El edificio que alberga el museo El Torreón, es el único resto que queda de la muralla que rodeaba la ciudad durante el siglo XII.

Montserrat

Se podría calificar más como un lugar imprescindible para ver al menos una vez en la vida que un lugar turístico.

Montserrat es la montaña más importante de Cataluña, a 50 quilómetros de Barcelona. Lo más importante que hay allí es un monasterio, de grandes dimensiones que alberga una cantidad impresionante de documentos, de todos los siglos.

Tiene una forma muy curiosa, completamente irregular y perfectamente reconocible. Su pico más alto llega a los 1.236 metros y desde hace más de 25 años el conjunto es un parque natural, lleno de ermitas algunas incluso abandonadas.

Historia

La estatua que se venera en el santuario, conocida como “La Moreneta”, es una figura románica, concretamente de finales de 1100.

La leyenda dice que a finales del siglo IX unos niños pastores vieron una luz que bajaba del cielo y oyeron una melodía. Una semana después se repitió y acudieron al rector de Olesa, que decidió verlo con sus propios ojos y dejó constancia de ello. Corrió la voz y el obispo planeó una visita. En ella encontraron una cueva con la imagen de la Virgen, que decidieron trasladar a Manresa. Al irla a mover pesaba tanto que lo interpretaron como su deseo de quedarse donde estaba. Se construyó una capilla a su honor.

Respecto a la Moreneta, se llama así porque tiene el rostro muy oscuro. Se cree que es o bien por el barniz o bien porque de los cirios que se encendían cerca suyo se fue quedando así. Sea como sea es algo que la hace muy diferente, por lo que es interesante verla.

El monasterio

Dicho monasterio, benedictino, se encuentra a 720 metros sobre el nivel del mar.  En el habitan unos niños, de la escolanía de Montserrat, que cantan y estudian allí. Se les puede oír cantar cada semana, acudiendo allí. Son de los más antiguos de Europa.

El origen del monasterio en si es un poco incierto, aunque lo más probable es que empezará como una pequeña ermita, que al cabo de mucho tiempo, en el siglo XV se decidió ampliar considerablemente, con el visto bueno de Benedicto XIII.

Cuatro siglos después las tropas de Napoleón lo incendiaron dos veces, con tan solo un año de diferencia. Por culpa de esto se perdieron multitud de escritos y tesoros varios.

Más tarde se restauró y la Virgen de Montserrat fue declarada patrona de Cataluña.

Durante la Guerra Civil el monasterio se cerró y sus sacerdotes perseguidos. En 1968 se acabó la fachada.

Como todo recinto religioso importante Montserrat dispone de un órgano. Este fue construido en 1896 y 60 años después se traslado al sitio donde está ahora, se encuentra en mal estado y desde 2010 uno hecho a medida lo sustituye, en la parte lateral de la nave, para ofrecer la mayor calidad sonora posible.

Para hacerse una idea de la magnitud del mismo solo hace falta decir que tiene 4.230 tubos, 4 teclados manuales de 58 notas, 1 de pedal con 32, mide 12,5 metros de alto y 5,5 de ancho. Además pesa 12 toneladas.

El claustro lo diseñó Puig i Cadafalch. Tiene dos pisos, el inferior comunica con el jardín, y tiene una fuente en el medio. Está lleno de esculturas que se tendrían que haber instalado y no se hizo.

Biblioteca

Ofrece una cantidad de libros y manuscritos de todos los siglos y temas por imaginar. Debido al gran interés histórico de una colección de tal magnitud se han propuesto digitalizar la colección para que todo el mundo pueda acceder a ella. Algunos de los ejemplares que hay son: una colección de papiros egipcios espectacular, que no son muy conocidos, manuscritos desde el siglo VII hasta el XX, incunables y una selección de obras realizadas por autores de Montserrat mismo.

Cómo llegar

Para llegar a Montserrat hay varias opciones. Por una parte se puede ir por carretera, aunque después para aparcar puede haber problemas.

Si optamos por ir sin el coche, hay la posibilidad de aparcar, gratuitamente, y coger o el cremallera o el teleférico.

El teleférico, construido en 1930, es el modo más rápido para llegar a la cima, con tan solo 5 minutos de recorrido.

Las vistas desde allí son impresionantes, y si no nos gustan tanto las alturas siempre queda la opción, más económica, de ir en cremallera. Tarda 10 minutos más y las vistas son muy bonitas igualmente, aunque no se puede comparar con el teleférico.

Como última opción siempre se puede hacer una tranquila excursión en familia, con varios recorridos posibles, dependiendo de las ganas de caminar y el tiempo del que se disponga.  Hay recorridos tan interesantes como el que hacían los peregrinos del camino de Santiago, que paraban en Montserrat, otro por unas cuevas y otros con vistas espectaculares.

En resumen…

Al haber tenido el placer de ver estas singulares montañas que las diferencias de cualquier otra, y el monasterio digno de ver os aconsejo vayais a verla si vivis cerca o pasais por allí.

Camino francés: Vega de Valcarce-Tricastela

Ayer no podía caminar. Los calambres y pinchazos me impidieron siquiera moverme de la cama. Eso es lo que ocurre cuando no mides tus fuerzas y te lanzas a recorrer etapas dobles. Tras meditarlo a fondo durante unas horas, decidí que el Camino es gozo pero también es penitencia, de modo que, a poco que he podido mantenerme en pie, he decidido seguir adelante… ¡Y vaya etapa!

Hoy me enfrento nada menos que al Cebreiro. Para colmo de males, han subido las temperaturas y el calor va a ser, por decirlo moderadamente, intenso. La escalada comienza cinco kilómetros más tarde de haber dejado Vega de Valcarce y tras haber superado Las Herrerías. La subida de Saint Jean Pied de Port fue más dura, pero tenía las piernas frescas y la ilusión intacta.

Tanto he madrugado para evitar la horas de calor que afronto las primeras rampas cuando apenas amanece… Y he actuado sabiamente en todos los sentidos: el día de descanso me ha permitido recuperar fuerzas; el amanecer aún es lo bastante fresco como para que el sol se apiade de mí; y el paisaje que separa Galicia de El Bierzo es, con esta luz, sobrecogedor.

¡Galicia!

A kilómetro y medio de la cumbre, a la que se llega casi trece dolorosísimos kilómetros después de empezar a subir, entro en mi Galicia natal. Algo cambia en el ambiente y yo siento que voy a llegar, no sólo a lo alto, sino a Santiago de Compostela. Pase lo que pase.

(…)

Han sido tres horas y media de subida y me esperan del orden de nueve kilómetros hasta el Alto do Poio, y en plena de provincia de Lugo desde donde empieza una clara bajada hacia Tricastela, meta de la etapa de hoy. Recorro el rompepiernas y me preparo para el descenso, no sin antes avituallarme y reponer fuerzas.

Paisajes sobrecogedores

No sé si ha sido por la jornada de descanso o porque, como los deportistas me ha llegado un “segundo aire” ante a intuición de la meta, pero la subida al Cebreiro no me ha parecido tan temible –aunque tampoco ha sido un paseo, ojo- y el descenso hacia la meta, de casi quince kilómetros, me invita a dejar vagar la mirada por el maravilloso paisaje gallego.

Visito la iglesia de Santiago y el mesón de los peregrinos y me detengo a pensar que no voy a llegar a Santiago antes de que termine julio. Pienso en la posibilidad de doblar alguna etapa más. Le echo un vistazo a la hoja de ruta y me quedo dormido pensando qué hacer…

El síndrome de Florencia

Cuenta la… no sabemos si Historia o leyenda que escritor Henri-Marie Beyle –Stendhal- comenzó a sufrir, en determinadas circunstancias, taquicardias, vértigo, confusión e incluso alucinaciones. No se había contagiado de ninguna enfermedad de esas que en el Siglo XIX podían llegar a ser mortales. Simplemente, estaba visitando Florencia.

El propio escritor lo describe así en Nápoles y Florencia: un viaje de Milán a Regio: «Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme».

ponte vecchio

A partir de esta descripción, la ciencia sanitaria ha descrito lo que se conoce “Síndrome de Stendhal” o “Síndrome de Florencia”, una enfermedad psicosomática cuyos síntomas son los ya descritos y que tiene sus causas en una especie de “saturación de belleza”.

Cientos de turistas han sufrido el síndrome de Florencia

Podríamos atribuir el caso a una especie de “sobreactuación romántica” del autor, pero la psiquiatra italiana Graziella Magherini llegó a observar más de cien casos similares entre los turistas que visitaban Florencia, de modo que en 1979 se aceptaba la existencia del síndrome.

Pero, ¿es tal la belleza acumulada en la ciudad que puede provocar síntomas físicos? ¿Qué tiene Florencia y no otras ciudades para que sea así?

Belleza, belleza, belleza…

Tal vez la respuesta empiece a desvelársenos en la Basílica de la Santa Cruz, donde Stendhal sufría tales síntomas allá por 1817. La eregían en 1272 los franciscanos tras la muerte de su padre fundador, San francisco de Asís.  La luz concentrada, al altar mayor y la tuba que Miguel Ángel Bounarrotti soñó para sí mismo nos cortarán la respiración.

Pero no es tal basílica, ni con mucho el más impresionante de los monumentos florentinos. EL Duomo de Santa María de las Flores, el museo de la Ópera, donde se encuentra La Piedad, EL Ponte Vecchio, la Plaza de la Señora, la Galería de los Ufficci… Cientos… ¡Miles!… de muestra de arte, sean arquitectónicas, escultóricas o pictóricas jalonan Florencia.

Una ciudad que no cabe en ninguna parte

La ciudad no cabe en un escrito de poco más de cuatrocientas palabras, ni en cuatrocientas bibliotecas seríamos capaces de concentrar Florencia. Hay que visitarla, verla, sentirla, vivirla. Pero hablamos también de una ciudad cruel: aunque viviéramos cien vidas, nunca podríamos aprehenderla, llegar a conocerla por completo.

Florencia es la que provocó en Stendhal el gran susto de su viaje por tierras italianas y la que nos provocará lágrimas de placer con apenas guiñarnos un ojo e insinuarnos el tobillo de su hermosura.

La Bella Easo

Con este nombre, quizás a nadie le suene, pero así se denomina también a una de las ciudades más bonitas y románticas de España: Donostia. No hay momento en nuestro paseo en el que no nos quedemos alucinados con las vistas, sus señoriales edificios, la famosa playa de la Concha, el rico olor a la mejor gastronomía en la parte vieja….

Verdaderamente es una ciudad mágica durante todo el año, pero hay tres fechas muy especiales para visitar la ciudad: el día San Sebastián, Semana Grande y El festival de cine en septiembre. En estos tres momentos, es cuando la ciudad más brilla y más colorido tiene, pero en realidad, todos los días parece renovarse su magia.

Hay muchísimas cosas que comentar sobre ella, porque ofrece al visitante multitud de opciones, de ocio, cultura, gastronomía, diversión... y esa diversidad la hace especialmente rica. Sus calles y espectaculares edificios se abren paso ante nosotros para disfrutar precisamente de esa gran oferta que nos brinda esta ciudad.

 SAN SEBASTIAN
Bahía de San Sebastián

El Boulevard

El Boulevard es el centro neurálgico de la ciudad, es donde todo el mundo se reúne para pasear, tomar algo o degustar los mejores pintxos. Es en este punto donde a cada paso encontraremos tabernas con barras interminables llenas de pintxos muy elaborados que seguro os encantarán.

Si os gustan las salidas nocturnas, en la parte vieja de la ciudad encontraréis pubs y bares de todos los estilos, desde bares más tradicionales donde degustar una copa o un cocktail con mucho estilo, a aquellos con estilos musicales más concretos. Si soys amantes del heavy y de la buena música, os recomiendo un bar llamado Minuto y Medio que está situado al lado del mercado de la Bretxa y pegado al Boulevard.

El Kursaal y la Zurriola

Cuando se construyó el Kursaal muchos estuvieron en contra de su estética y su diseño porque rompía totalmente con el aire señorial de la ciudad. Este audiotio que acoge todo tipo de eventos, el más famoso de ellos el Festival de Cine, está muy cerca del conocidísimo Hotel María Cristina en el que se han alojado grandes personalidades de todos los ámbitos.

Los amantes del surf también tienen su hueco en la ciudad. La playa de la Zurriola, que tiene una longitud de 800 metros, es un marco perfecto para coger unas olas y disfrutar del mar. Los que prefieran sentirse libres y practicar nudismo,pueden hacerlo sin problemas y con total libertad.

 

Cañón del río Lobos

El cañón del río Lobos está inmerso en el Parque Natural de su mismo nombre, entre las provincias de Soria y Burgos. Es un enclave magnífico que todas las veces que se visite seguirá asombrando y calando hondo en el alma.

El cañón es un macizo de roca caliza producido por la erosión del río Lobos con más de 25 km de longitud. Se puede optar a más de 15 rutas entre senderismo, visitas a cuevas, simas y torcas. O también ir por libre siguiendo el curso del río.

Las veces que he tenido el placer de ir hemos dejado el coche en el primer aparcamiento pasando el Centro de Visitantes. Desde ahí hemos ascendido el curso del río por las veredas que lo circundan, disfrutando del verdor de sus riberas repletas de chopos y sauces y del grandioso espectáculo de los nenúfares flotando en el cauce fluvial con sus grandes hojas de intenso color verde.

Grandes grutas formadas con paciencia

En contraste a la vegetación tan esplendorosa de la ribera se puede admirar las grandes paredes calizas que jalonan el fondo del paisaje, con sus oquedades formadas por el hundimiento de las paredes de las grutas que se han formado por años y años de labor paciente del agua filtrándose por las rocas hasta minarla.

Y entre la exuberancia de los márgenes del río y la falda de esas paredes rocosas podemos admirar otro tipo de vegetación más dura y acostumbrada a disponer de menos cantidad de agua. Árboles como el enebro, la encina, la sabina albar o el pino pudio, matorrales como la aliaga, el enebro y la gayuba, y las plantas aromáticas típicas del páramo castellano: el espliego, la salvia y el tomillo.

Idílico hábitat para rapaces diurnas y nocturnas

En cuanto a su fauna, el cañón es un refugio perfecto para los buitres y otras aves rapaces. En sus oquedades y repisas anidan totalmente a salvo de miradas indiscretas y así se ha convertido en un reducto de especies protegidas como las águilas real, culebrera y calzada. También para los halcones peregrinos, cernícalos, azores, y rapaces nocturnas como el búho real, el cárabo, la lechuza o el mochuelo se ha convertido en un estupendo lugar para vivir.

La cercanía del río ofrece también la proliferación de anfibios y peces, así como corzos, jabalíes, tejones, nutrias y garduñas. Y, por supuesto, la inmensidad de cuevas que podemos encontrar ofrecen un hogar perfecto para los murciélagos.

La presencia mágica de los templarios

Y caminando por tan idílico paisaje que combina el verdor con la impresionante majestad de la piedra caliza llegamos a un precioso remanso de paz en la falda de una de las paredes donde nos topamos con la ermita templaria de San Bartolomé, una preciosidad de arquitectura que no hay que dejar de admirar.

 

El Reloj Astronómico de Praga

Sentémonos en cualquier cafetería desde la que tengamos una buena vista del reloj. Veremos como los visitantes van llegando por centenares según se acerca la hora en punto.  A pocos segundos de que llegue el momento, los murmullos van in crescendo.

¡La hora! ¡Salen las figuras! El “ooooh” de la boquiabierta multitud dura mucho más que el paseo de una verdadera obra de ingeniería, de tecnología punta medieval. Luego la atronadora ovación. Sólo un ciego o un inculto redomado y orgulloso de ello puede quejarse de lo breve de la visión.

Reloj Astronómico

¿Acaso no es suficiente un segundo para darnos cuenta de dónde está la belleza? ¿No basta un guiño para, ya que no enamorarnos, al menos intuir dónde está el amor? Sólo la ceguera o la idiotez (en el sentido etimológico de la palabra) impiden que uno se sienta orgulloso de sus tátara-tátara abuelos que, sin electricidad, sin los conocimientos de física y de mecánica de loa que disfrutamos hoy en día fueran capaces de ensamblar semejante ingenio.

Un mensaje a la vista de todos que somos incapaces de leer

Jan Hanus, en 1490 quiso transmitir un mensaje con el reloj que diseñó a un mundo mayoritariamente analfabeto. Pero sólo si miramos y escuchamos con un mínimo de respeto seremos capaces percibirlo.

¿Con que derecho nos reímos de alguien fue lo bastante inteligente como transmitir un mensaje complejo a quien sólo entendía las señales y las palabras habladas? Nada en la obra está dejado al azar. Todo tiene un porqué y un significado. El que no lo entendamos se explica del mismo modo que el que no tengamos los colmillos largos y fuertes del resto de los depredadores.

Despertar los colmillos dormidos

Del mismo modo que cuando el hombre descubrió el fuego y la carne pasada durante un tiempo por él estaba mucho más tierna, y que no lo mataba por alguna que otra maldic… enfermedad perdió unos colmillos que ya no necesitaba para desgarrar tan correoso alimento. Del mismo modo, decimos, cuando hemos aprendido a leer textos se nos ha atrofiado la capacidad de leer imágenes y símbolos.

De esta forma, quien contempla el reloj sólo ve una serie de pinturas y figuritas que pasan muy rápido.

Dejémonos guiar, dejémonos llevar

No es nuestra culpa no precisar de los colmillos, del mismo que no lo es el no necesitar –tanto- el leguaje simbólico, de modo que es recomendable acercarse a reloj tempranito y al menos con media hora de adelanto para saber, a través de una guía, qué vemos en qué punto y en qué momento.

Eso sí: hagámoslo con todo el respeto que merecen las personas, sin ninguna duda más inteligentes que nosotros, que diseñaron y construyeron esa maravilla. La vida suele ir mejor con un poquito de humildad.

En la ruta Jacobea

La Ruta Jacobea también es conocida como “Ruta interior del Camino de Santiago Norte” o “Ruta Jacobea Primitiva”, este trayecto comprende desde Oviedo hasta Santiago de Compostela y es el camino que utilizó el rey Alfonso II, conocido como el primer peregrino, cuando se enteró del hallazgo del cuerpo del santo y sin dudarlo tomó esta ruta para ser testigo de este suceso.

Esta ruta recorre innumerables sitios de Asturias, entre ellos podemos encontrar a Oviedo, Loriana, Valsera, Peñaflor, Grado, etc., y en Galicia, principalmente en Lugo podemos encontrar A Fonsagrada, Castroverde, Lugo, etc.

Al recorrer esta ruta nos sorprenderá su majestuosa belleza, el “Desfiladero de Peñaflor”: es uno de los más bellos paisajes de esta ruta. Sin menospreciar toda la belleza que conlleva este camino, encontraremos árboles milenarios como los robles donde se podrá apreciar cerca de ellos vestigios de poblaciones celtas, ya que lo consideraban un árbol sagrado.

Entre Asturias y Galicia

Tanto en Asturias como en Galicia se pueden encontrar yacimientos megalíticos, fortificaciones castrenses y vestigios de la época romana donde el peregrino podrá extasiarse recorriendo un suelo con tanta Historia.

Como en la mayoría de las rutas de peregrinaje, los monumentos y edificios eclesiásticos con su arquitectura religiosa, es la que adquiere un mayor significado y relevancia. Entre ellos podemos encontrar la Catedral de Santa María en Lugo, o la Catedral de San Salvador en Oviedo, con una arquitectura exquisita e impresionante.

Cualquiera tiempo pasado

También se puede contar con casas señoriales, palacios y palacetes que muestran el esplendor de aquel tiempo pasado, aunque muchas de ellas en ruinas, deja vislumbrar un tiempo que fue de esplendor económico y social. Entre ellos podemos encontrar el Palacio de Velarde en Oviedo (Asturias) o el Palacio de Cienfuegos e Peñalba en Pola de Allande (Asturias).

Se podrán atravesar puentes del estilo romano como el de Lugo o del estilo románico como el de Peñaflor, podrá admirarse el Acueducto de los Pilares o la Fuente de Foncalada ambas en Asturias o el Recinto Amurallado de Lugo, infraestructuras necesarias para la población de aquella época y que han perdurado a lo largo de los siglos para maravillarnos en la actualidad.

Después de un día de tantas maravillas vistas y por ver, nuestro cuerpo necesita una buena y merecida comida y un buen merecido descanso: en esta ruta podrás encontrar alojamientos, según tu presupuesto, desde albergues encantadores y cómodos hasta hoteles de cuatro estrellas, donde podrás deleitarte con una suculenta gastronomía típica de la zona tanto asturiana como gallega.

Esta ruta te encantara.

Unas Navidades diferentes

Un día en el que por fin veníamos de recorrer más de 2000 kilómetros nos planteamos ir de viaje en fin de año a pasar unas Navidades diferentes. Dicen que salir de vez en cuando siempre sienta bien y más si nuestro bolsillo se lo puede permitir. Esa mañana nos dimos cuenta que necesitábamos salir de nuevo.

El viaje a Francia no había sido lo esperado y de repente sentimos la necesidad de volver a viajar. Nos plantemos ir a Brujas, ciudad belga y situada en el extremo noroeste de Bélgica a 90 kilómetros de la capital Bruselas, pero previamente habiendo pasado por la ciudad de Amsterdam, ¡pero claro! Si alguien ha intentado alquilar un coche allí, ya sabe que cobrarán un dineral de impuestos por sacar el vehículo de la capital, así que esa idea la descartamos.

Finalmente y viendo en ese momento lo que más nos convenía decidimos hacer un mini-tour por dos de las ciudades en las que nos parecía muy interesante pasar esas fechas tan destacadas.

Un viaje, tres aviones

Puesto que iba a ser para algunos de nosotros las primeras navidades fuera de nuestro hogar tenía que ser algo que nos llamara la atención y que nos hiciera ilusión de emprender ese día. Por fin después de mucho comentar nos decidimos hacer una visita durante 4 días a Amsterdam y de pasar la Nochevieja en Londres.

¿Pasar la Nochevieja en Londres? Mucha gente habrá pensado: “¡Qué guay!” Pues bien, para realizar este mini-tour hay que saber que se debe organizar con bastantes meses de antelación. En nuestro caso, debíamos de coger un avión desde Valencia a Amsterdam y allí a Londres, así pues coger un total de 3 aviones.

La clave, planificación

Eso teniendo en cuenta en las fechas en las que deseábamos viajar con poco tiempo de margen incrementaría y mucho el precio del viaje, así que os recomiendo que lo vayáis mirando con algo de tiempo (lo ideal serían unos dos-tres meses con anterioridad).

Bueno, después de planificar cada uno de los sitios en los que nos gustaría estar y mirar cada uno de los lugares más interesantes de visitar decidimos mirar el alojamiento. Decidimos mirarlo en booking.com.

A punto de salir

Nunca pensé que diría esto, pero gracias a la atención tan buena que obtuvimos después de que uno de los hoteles nos cancelaran el alojamiento a 15 días de la salida, obtuvimos una solución que incluso salía algo mejor de precio y pudimos descubrir que existen personas buenas en este mundo y que se dedican a su trabajo con esmero y compromiso.

Nos costó algo de tiempo planificarlo todo y a la vuelta ya os contaré que tal ha ido la experiencia. Espero que os haya servido de algo los consejos y recomiendo a la gente que vaya a viajar en fechas tan señaladas en planificar su viaje más a detalle si cabe y con algo más de tiempo.